Estrategia o Estructura ¿Qué va primero?

Estrategia o Estructura ¿Qué va primero?

Por: Sofia Acosta Martinez

Código: T0061952

  Antes de saber que va primero, recordemos que toda organización necesita tener un norte y directrices que la guíen, que faciliten a través del análisis tanto interno como externo, saber cuáles son los objetivos que se esperan obtener en el futuro y es allí cuando surge la planeación estratégica. Definir el alcance, lo que se quiere ser y establecer, y cuál es la razón de ser de la empresa son algunos de esos aspectos importantes que van a permitir plantear la estrategia necesaria para cumplir con lo que se espera teniendo en cuenta el tipo de estructura organizacional.

La planeación implica el conocimiento pleno de la actividad del negocio, lo cual nos va a dar la capacidad de hacer un análisis prospectivo óptimo para el logro de los objetivos estimados. El concepto de prospectiva aquí entendido, no es conocer el futuro; sino ayudarnos a tomar decisiones acertadas hoy y en cada momento, a través de métodos que nos obligan a prever o anticipar oportunidades y amenazas y considerar cómo controlarlas.

Sin embargo, la globalización como proceso imperante, disruptivo y cambiante le ha dado importancia a la premisa planteada por Hall: la estrategia sigue a la estructura, sobre la de Chandler que afirma lo contrario; debido a que es importante el compromiso de cada uno de los actores en el proceso; es decir, de cada miembro de la organización, quienes debe estar compenetrados con las estrategias planteadas y dando lo mejor de sí para el logro de esos objetivos.

Otro aspecto fundamental es el uso adecuado de los recursos para el logro de todo lo que se ha planteado, porque si se cuenta con una buena estrategia, pero no se tiene o no se puede contar con qué llevarla a cabo, se pierde el tiempo. Por eso, necesario que al plantear las estrategias se tenga un amplio conocimiento de los riesgos a los que se puede ver involucrada la organización. Este análisis es parte fundamental para la toma de decisiones porque de allí se puede establecer la continuidad del negocio.

El futuro no puede conocerse, pero se puede explorar las posibilidades futuras y sus consecuencias, y basándonos en tales consideraciones, podemos tomar las decisiones que influyan en el resultado de eventos del día a día. Se debe definir una estrategia donde haya espacio para lo preventivo, otro para lo predictivo y finalmente, otro para lo correctivo. En contexto de crisis, lo preventivo prevalece sobre el resto y en un contexto de crecimiento, es preciso anticipar los cambios y provocarlos, fundamentalmente, por medio de la innovación.

No existe un tiempo mínimo o máximo para lograr que las estrategias funcionen, todo va a depender de la manera como planteemos el direccionamiento que se quiere seguir y de acuerdo con el tipo de actividad que se desarrolle. Es por ello, que existe un aspecto preponderante y es el que al trazar las estrategias se debe tener muy en cuenta la capacidad de la organización para transformarse y cambiar en el menor tiempo posible.

Por lo anterior, y ante la pregunta sobre qué es primero, desde mi perspectiva podemos decir que estrategia y estructura parecen por momentos sobreponerse, cuando realmente es todo lo contrario. Estrategia y estructura no hacen sino complementarse. La estrategia, por su lado, traza la ruta hacia un camino deseado en el futuro; la estructura, por su parte, nos indica cómo alcanzar dicho camino, de la manera más eficiente y eficaz empleando capital humano. Por tal motivo, una buena estrategia es el efecto de una buena decisión en un escenario de incertidumbre basado en nuestro cliente interno.

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