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Etica empresarial..


Enviado por   •  17 de Octubre de 2016  •  Ensayo  •  1.695 Palabras (7 Páginas)  •  218 Visitas

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Ética Empresarial

El tema ético surge en casi todos los ámbitos de la vida del ser humano: Familiar, amical, durante su proceso educativo y nunca antes tan importante como en el ámbito laboral.  La Ética se deriva de la Filosofía y se ocupa de la virtud del buen actuar (Chávez, 2014), analiza las acciones humanas y como estas nos hacen mejores o peores y como afectamos que otros sean mejores o peores (Fontrodona & Argandoña, 2011), en tal sentido desde hace  aproximadamente 5 décadas atrás los países desarrollados dieron inicio a la introducción de la ética en el mundo de los negocios, esto en la búsqueda del perfecto equilibrio entre el logro de los objetivos de la empresa y las buenas prácticas, llegando al punto de convertirse en uno de los activos más importantes de las organizaciones: Nivel de confianza, reputación e imagen, los cuales como veremos más adelante rompen sus paradigmas de beneficios a largo plazo pero otorgando beneficios inmediatos con las estrategias y motivos adecuados.

Desempeño de la Ética Empresarial

Si a todos nos queda claro lo que dice Borja Vilaseca (2010), “Preguntarse si la ética

es rentable es absurdo e incluso vergonzoso. Es como si nos preguntáramos: ¿es agradable ser amable?  ¿Porque es que aún existe tanta desconfianza en el mercado? La última crisis económica mundial dejo al descubierto prácticas empresariales nada éticas que dieron como resultado el colapso de importantes negocios, esto sumado a los escándalos de empresas transnacionales derivados de la falta de ética tales como los ocasionados por dos grandes laboratorios farmacéuticos, GlaxoSmithKline y Abbott, los que han aceptado pagar multas astronómicas por haber incurrido en graves malas prácticas en la promoción y venta de medicamentos. Ambas compañías se han reconocido culpables y han aceptado sendos acuerdos extrajudiciales para evitar males mayores, en el caso de que los procesos que se seguían contra ellas llegaran a juicio. Las malas prácticas reconocidas incluyen vender medicamentos para patologías en las que no están indicados, pagar a los médicos dádivas y sobornos para que los prescriban y, lo que es más grave, ocultar la existencia de efectos adversos (Pérez, 2012). Un caso más reciente y de proporciones similares que implica no solo a una empresa sino a una red de ellas, confabuladas con el nivel político más alto de Brasil y otros países latinoamericanos es el caso conocido como “Lava Jato” de la que se reveló hubo un desvío de fondos de más de 2.000 millones de dólares de la estatal petrolera Petrobras los cuales se destinaron a la corrupción de funcionarios (Delgado, 2016).

En casos como estos, vemos que cuando son descubiertas estas prácticas la principal preocupación de los implicados es el solucionar su situación ante los reguladores, obviamente realizan comunicaciones al público con explicaciones de su versión de los hechos, pero es de seguro que su valor e imagen se verá mermada ante el público y el mercado.

De allí surge la necesidad de robustecer la Ética Empresarial, puesto que es esta el saber filosófico que reflexiona y fundamenta la moral y realiza prescripciones normativas sobre el comportamiento humano (Campos, Velasco, & Oceguera, 2007).  La educación del capital humano relacionada a este tema es fundamental en la medida que son las personas y no las empresas las que toman las decisiones.

Otra razón poderosa que podría explicar el poco éxito de la ética empresarial es que como decía Enrique Campomanes (2012) nos seguimos enfocando en los recursos humanos llenándolos de códigos y normas creyendo que son más eficientes que enfocarnos en personas e influenciar sus comportamientos profesionales.

Nuevos Enfoques y Paradigmas

Entendemos que cuando el entorno tiene intereses comunes con los de los individuos, esto favorece nuestro actuar, por ejemplo, la familia nos da códigos éticos que nos marcarán para siempre y la escuela nos da el civismo que nos ayuda a ser mejores ciudadanos. (Chávez 2014), pero cuando nos referimos al contexto de la empresa en la que trabajamos, no podemos asegurar que comparta necesariamente los mismos intereses y valores que los de los trabajadores. Entonces cuando estas no coinciden surgen los conflictos éticos que provienen de la diferencia entre los valores o intereses de los individuos que conforman las empresas y los objetivos y valores que se establecen a nivel organizativo (Díaz & Fernández 2016).  No debe suponerse ningún antagonismo entre los intereses personales y los de la empresa, más aún en estos últimos años en que las empresas se enfrentan a nuevos dilemas tales como rivalidad

entre género, acoso laboral, escrupulosidad respecto a difusión publicitaria y responsabilidad social sustentable.

Trasladando esto a las organizaciones vemos que las normas y las políticas internas tienen que interiorizarse, pero tienen que ser aplicadas con sentido común y flexibilidad.

Este margen que encontramos entre el ser y el deber ser, se define en el código genético de la organización y es vital para que las personas se comporten como lo que son, personas integras, honestas, con capacidad de generar confianza en los equipos y actuar con su propio criterio. (Benedicto, M. Rotshteyn, M. Pereira, J. Ramos, B. Moreno, J. Gómez, S. & López, A, Goslin, B., Fernandez, G.,  Cardona, J., Carazo, J. & Cabarcos, R. 2013)

Cultura Organizacional

Es aquí donde comenzamos a hablar de cultura corporativa, la misma que fomente la cohesión laboral y la dirección por valores (Salvador García y Shimon Dolan, y Blanchardy O’Connor), abandonar por fin el concepto de que la dirección por objetivos es la única forma de conseguir los resultados y que es claramente medible. Esto deriva en la necesidad de crear un entorno que favorezca esta nueva propuesta de dirección.

Un buen punto de partida para el logro de una cultura compartida se debería de dar en los procesos de selección donde se debe lograr adecuar el estilo natural de un individuo a la cultura de una compañía, porque eso es lo que va a dar claves del éxito para ambos. (Benedicto, M.  et al.  2013).

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