Experiencias pedagógicas
Enviado por Matuztutemorales • 26 de Junio de 2013 • 1.621 Palabras (7 Páginas) • 384 Visitas
niciada con alguno de ellos, las peleas o la buena relación mantenida con los
directores u otros maestros o profesores, los conflictos con los padres... En fin, la lista
sería interminable, como la misma experiencia profesional.
Por ello, la propuesta de escribir relatos pedagógicos no propone diseñar o
planificar experiencias que se irán a desarrollar, sino por el contrario, se trata de
“volver a pasar”, de reconstruir, aquellas que ya se desarrollaron o se están
desarrollando. Ahora bien, ¿vale la pena que sean contados todos los recuerdos de
historias escolares? ¿Cómo se recuperan esas historias? ¿Cómo se hace para
identificarlas? ¿Cómo hacer para no olvidar las más importantes o más interesantes?
¿Cómo “llamar a la puerta” de los recuerdos para que puedan ser contados? ¿Por
dónde se puede empezar para trabajar en la escritura de algo tan amplio como una
experiencia escolar?
Al tratar de identificar qué experiencias van a escribir, habrá que pensar en
aquello que tenga sentido para el docente narrador, potencial autor de su relato;
aquello que tiene valor porque se destaca por algo. Una experiencia que despierta
interés porque ocurrió “algo pedagógico” que conocen y que ahora deciden destejer
escribiéndolo. El sentido que le otorguen a la experiencia que elijan para contar es la
razón de ser del contar historias pedagógicas. Ese sentido es el que permite organizar
la experiencia para que pueda ser contada en un relato.
Pueden darse varias opciones al momento de identificar experiencias
pedagógicas:
● que los docentes puedan elegir libremente una experiencia para narrar;
● que tengan que identificar una experiencia que refiera a temáticas específicas,
por ejemplo, la escuela donde trabajan, porque participa en algún programa que
promueve experiencias institucionales en alguna de sus dimensiones (en
determinadas áreas curriculares de enseñanza, en propuestas escolares de
impacto comunitario, en otras cuyos destinatarios sean alumnos con
determinada edad o dificultad, etc.)
En el último caso, deberán trabajar sobre el recuerdo de alguna experiencia
que reúna las características que se solicita, sin que ello implique “enlatar” o
“formatear” la experiencia del docente, que siempre es singular y seguramente no
responde prolijamente a las categorías que se han planteado.
Las estrategias de buceo pueden colaborar en activar el recuerdo. La idea es
hurgar en la memoria, lo que implica un esfuerzo intelectual, cognitivo, emocional y
de concentración. En este recuerdo, los docentes volverán sobre lo que ya han
experimentado y recorrerán nuevamente aquello que han enseñado y aprendido.
Cualquiera sea la experiencia que elijan, objetivarán su sabiduría construida y
reflexionarán sobre su desarrollo profesional desde la experiencia cotidiana de su
oficio docente. 10
Colección de Materiales Pedagógicos - Fascículo 4
La evocación de los recuerdos
En primer lugar, se podrá trabajar en la evocación de recuerdos de las
experiencias que podrían ser relatadas. Y la evocación es “convocación”; llamar a
otras voces, a otros registros, a otros sueños, a otras reflexiones desde el presente
dicho y luego relatado. En este sentido, la evocación se referirá a un tiempo
cronológico pasado, si es que la experiencia ya se ha desarrollado. En cambio, si la
experiencia se está desarrollando en este momento, la evocación de los recuerdos,
ahora más cercanos al tiempo vivido, será útil también para reflexionar sobre lo que
se está realizando.
La siguiente es una secuencia posible de actividades de evocación para
recuperar los recuerdos y las imágenes de las experiencias pedagógicas a relatar:
●Recordar, activando la memoria reciente y elegir no más de tres experiencias
vivenciadas durante los tres últimos años que, por algún motivo, les hayan resultado
significativas.
● Anotar algunas palabras que permitan identificarlas y diferenciarlas entre sí.
● Pensar y escribir un título que represente a cada una de ellas.
● Solicitar a otros docentes (participantes o no de la experiencia) que planteen
preguntas acerca del título elegido
Las dos últimas recomendaciones tienen la intención de generar un esfuerzo
por reflexionar en torno al sentido de la experiencia para que, al comenzar a contarla,
el relato no se limite simplemente a detallar un listado de acontecimientos vividos. Al
escuchar los comentarios de otros colegas, la propia experiencia encontrará pistas
para la búsqueda de su sentido. El último punto pretende que los interrogantes de los
otros cuestionen y problematicen las experiencias e intenten comprenderlas. Estos
aportes ayudarán luego a seleccionar la experiencia en cuestión, brindará alguna
referencia que incite la elección de esa experiencia y no de otra, en ese momento
puntual y por diversas razones.
El contar resulta ser un estímulo para el recuerdo. Al recordar, se trae a la
memoria fragmentos, grandes rasgos de lo vivido y, al darse tiempo para conversar,
esos fragmentos van siendo rellenados y completan su sentido. Evocar los recuerdos
también implica pensar en el presente, no simplemente copiar el pasado. Al mismo
tiempo, no se clausura la posibilidad de elegir qué dejar guardado en secreto, aquello
que se quiere olvidar de la experiencia vivida no contarlo de una manera verosímil. No
se trata de producir “relatos verdaderos”. Aquí,
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