Factores de riesgo de los trastornos depresivos
Enviado por 5588 • 28 de Diciembre de 2013 • Ensayo • 2.809 Palabras (12 Páginas) • 691 Visitas
“Factores de riesgo de los trastornos depresivos.”
Factores sociodemográficos.
Edad. Por lo general, la prevalencia de los trastornos del humor aumenta con la edad. Se ha demostrado en algunos estudios epidemiológicos que la prevalencia de la depresión mayor aumenta con la edad en niños y adolescentes, aunque se señala que este aumento de sentimientos depresivos se da más en situación a la pubertad que de la edad. Los índices de prevalencia de distimia (depresión menor), de igual manera, parecen tender a aumentar con la edad. Se encontraron que el 2,5% de los niños de nueve años de edad tenía una depresión menor. En una muestra compuesta por niños entre 14 y 16 años de edad, el 8% cumplía con los criterios de distimia.
Sexo. Algunos estudios han notificado acerca del predominio de trastornos depresivos en varones antes de la pubertad y en mujeres después de la pubertad. Un ejemplo de ello es la relación varón / mujer de 5:1 para el trastorno depresivo a los 11 años de edad. A los 13 años de edad, la relación varón / mujer era de 4:1. Después encontraron que las mujeres de 14 a 18 años de edad tenían más síntomas depresivos que los varones. En los estudios de adultos, hay preponderancia de mujeres con trastornos bipolares, aunque esta preponderancia no sea tan notable como en la depresión mayor.
Raza. Algunos autores han encontrado que la prevalencia de los trastornos del humor es parecida en cualquiera de las razas. No encontraron ninguna diferencia en pacientes adultos blancos y negros en una consulta ambulatoria. La depresión en la niñez se da en diferentes razas, aunque no se ha realizado ningún estudio sistemático para determinar si la raza es realmente un factor significativo.
Nivel socioeconómico. No se han estudiado con detalle los efectos de la posición socioeconómica en los trastornos del humor.
Algunos autores sugieren que los trastornos del humor en los adultos, especialmente los bipolares, son más prevalentes en las clases socioeconómicas superiores, mientras que los índices de depresión leve eran más elevados en las clases socioeconómicas inferiores. También encontraron que el trastorno depresivo mayor no tenía relación relevante con la clase social.
Factores biológicos.
Factores neuroquímicos. Los neurotransmisores monoamínicos, tales como la noradrenalina y la serotonina, están estudiados para determinar la etiología neurobiológica de los trastornos depresivos. Se supone que ciertas deficiencias relativas de estos dos neurotransmisores dan lugar a ciertos tipos de depresión.
Existen otros neurotransmisores que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de los trastornos del humor. El ácido homovanílico, un metabolito de la dopamina, disminuye en la depresión unipolar, pero no en la bipolar. Los opioides endógenos, los segundos mensajeros y la vasopresina también están implicados en le desarrollo de los trastornos del humor. Se cree que el litio influye en el trastorno bipolar alterando el transporte de sodio en las células nerviosas. De igual manera, se piensa que la acetilcolina desempeña un papel en las funciones cognitivas superiores, especialmente en la memoria.
Factores neuroendocrinos. En el sistema neuroendocrino, el hipotálamo recibe información desde varias áreas de la corteza cerebral, y a su vez el hipotálamo actúa sobre la hipófisis y los órganos que dependen de ella. Se dice que la retroalimentación puede ocurrir desde cualesquiera de los varios componentes. Los individuos con trastornos del humor tienen disfunciones en este sistema.
En los individuos normales, la dextrametasona suprime el nivel de cortisol en la sangre, pero esta supresión no ocurre en aproximadamente el 70% de los niños deprimidos hospitalizados.
Se han estudiado otros marcadores biológicos, que incluyen una débil respuesta de la hormona estimulante del tiroides a la estimulación de hormona liberadora de tirotropina. Una disminución en la liberación de hormona de crecimiento en respuesta a la estimulación noradrenérgica. Una disminución de los niveles basales de la hormona estimulante del folículo y de la hormona luteinizante y un descenso de los niveles de testosterona en los varones.
Neurobiología. En la literatura sobre adultos se describen anormalidades inmunológicas en individuos con trastornos del humor. Los posibles mecanismos de un factor inmunológico en el desarrollo de los trastornos del humor incluyen, sea una supresión inmunológica, que conduciría a una infección del sistema nervioso central, sea una actividad inmunológica excesiva, que lesionaría el sistema nervioso central o los tejidos endocrinos.
Las diferencias del sistema inmune pueden estar relacionadas con la edad y la gravedad de los síntomas. Por lo tanto, los cambios en el estado inmune pueden ocurrir sólo en ciertos subgrupos de paciente deprimidos.
Cronobiología. La cronobiología es el estudio de ritmos biológicos en los seres vivientes. En los humanos, los ritmos ayudan a controlar la temperatura corporal, varios niveles hormonales, la menstruación, el sueño y la vigilia. Cuando un ritmo está desfasado( avanzado o retrasado), se puede producir un estado de enfermedad. La cronobiología es significativa en el estudio de los trastornos del humor.
Anormalidades del sueño. En la polisomnografía, los adultos deprimidos tienen anormalidades en el sueño, que incluyen una latencia acortada de los movimientos rápidos del ojo (REM), un aumento en el tiempo transcurrido en el primer período REM, frecuentes despertares nocturnos y el despertar por la mañana temprano, entre otras.
Los autores sugieren que los trastornos del humor tienen mecanismos patofisiológicos comunes. Varios factores parecen precipitar la manía mediante su capacidad de causar privación del sueño.
Genética. Parece ser que en algunas familias las depresiones bipolares y unipolares pueden agruparse; por ello, podría sospecharse una base genética. Los hijos de padres deprimidos corren mayor riesgo de psicopatología, especialmente depresión mayor.
Existe una probabilidad del 27% de que una persona tenga trastorno del humor si uno de sus padres lo tiene, y del 50% al 74% si ambos padres padecen de un trastorno del humor.
Es aún mayor la evidencia del papel genético en los trastornos bipolares que en la depresión unipolar. Los familiares en primer grado de pacientes con trastorno bipolar son por lo menos 24
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