Finanzas Publicas
Enviado por marcelamorales • 26 de Octubre de 2012 • 22.377 Palabras (90 Páginas) • 537 Visitas
LAS
FINANZAS
PÚBLICAS
EN EL
TIEMPO
V. LA PROSPERIDAD AL DEBE Y DANZA DE LOS MILLONES (1920-1930)
Con la terminación de la primera guerra mundial se inició un período de
recuperación de la Economía colombiana, a pesar de que las dificultades fiscales
perduraron hasta el año 1922 Debido al desbalance que existía entre los gastos
autorizados en los presupuestos y la Efectividad de las ingresos nacionales
(Jaramillo, 1921). Se argumentaba que “en el mundo Entero las crisis fiscales se
resuelven por el crédito, por los impuestos o por el papel moneda”. Se descartaba
el papel moneda por el abuso que se hizo de él y por la prohibición de utilizarlo
según la Carta Fundamental y abogaba a favor de los impuestos, al considerar
que era la opción más “adecuada”. A pesar de ello, su solución al financiamiento
del gobierno y a la escasez de numerario se centró en el diseño y colocación de
títulos de deuda pública interna, como fueron sus famosas Cédulas de Tesorería.
El cambio en la situación económica de la Nación tuvo lugar en 1922 a raíz de la
indemnización de Panamá en un monto de US $25 millones. Los primeros cinco
millones de dólares fueron recibidos en el segundo semestre del año, recién
iniciada la administración de Pedro Nel Ospina. Contados iguales ingresarían
hasta el segundo semestre de 1926. Estos recursos eran muy cuantiosos y se
considera que representaban 10 veces las reservas internacionales del país y
equivalían al 50% de las exportaciones anuales (Patiño, 1981).
Además de los recursos propios de la indemnización y, en parte, como
consecuencia de estos, se presentaron otros factores que motivaban la
prosperidad. La reforma financiera de la administración Ospina, la cuál estuvo
fundamentada en las recomendaciones de la Misión Kemmerer (Kemmerer, 1923),
tuvo como eje la creación del banco central (Banco de la República) en 1923 (Ley
25 de 1923) y el establecimiento en el país de un régimen de moneda única, de
billete convertible, de apoyo de liquidez al sistema bancario y de estabilidad
cambiaria a través de su intervención en el mercado19. La propiedad del Banco de
la República quedó distribuida en 50% en del gobierno y 50% de los bancos
comerciales del país y el extranjero y el público.
También se aprobó legislación creando la Superintendencia Bancaria, la
Contraloría General de la República (Ley 42 de 1923) y se elaboraron proyectos
de ley reformando el régimen impositivo y el régimen presupuestal. Unido a lo
anterior, que le dio confianza al sector privado, se produjo un proceso de
normalización de las relaciones con Estados Unidos en virtud del arreglo con
Panamá, lo que desembocó en nuevo acceso del gobierno al crédito externo.
También resultaba favorable al país el auge de la economía mundial y el
consiguiente aumento de las exportaciones. Al respecto cabe anotar que a partir
de 1919 se dio un aumento continuo de los precios internacionales del café que se
prolongó hasta 1923, lo que permitió al país aumentar las importaciones en ese
periodo y de paso los ingresos tributarios.
Esta afirmación muestra claramente la concepción de equilibrio presupuestal que manejaron las
autoridades fiscales por la mayor parte del siglo. Los ingresos, independientemente de su
naturaleza, tributaria o de financiamiento, se trataban y entendían de la misma manera. Desde
finales del siglo, esta concepción cambió por la del bance fiscal donde el crédito hace parte de las
operaciones de financiamiento.
De acuerdo con la metodología de operaciones efectivas de caja que usamos en el documento en
el tratamiento de las cifras fiscales, los ingresos por “indemnización de Panamá” se clasificaron por
debajo de la línea. 19 Antes de 1923 “la oferta de dinero estaba determinada por la acuñación de
monedas de oro y plata, y por los flujos de oro. En ausencia de billetes, se utilizaban bonos y
cédulas de los bancos comerciales y del Tesoro como medio de cambio, para economizar el costo
de usar especie” (Sánchez, 1994, p. 60). 20 Kemmerer fue llamado de nuevo dos años más tarde
por el presidente Olaya Herrera para dirigir una segunda misión internacional conocida como la
Misión Kemmerer (1930). Sobre los detalles de las misiones, véase, Kemmerer y el Banco de la
República: Diarios y documentos, Banco de la República, 1994.
El resultado fue una aceleración sin precedentes en el ritmo de crecimiento
económico del país. Según nuestros estimativos, la economía creció en promedio
7% real y el PIB per capita 4.9% entre 1920 y 1928. De acuerdo con el Presidente
Abadía Méndez, la prosperidad fue tal que “de un día para otro Colombia pasó de
la economía del déficit, que vivió durante un siglo, a la del superávit”. En su
posesión dijo “estamos viviendo una revolución creadora que habrá de transformar
a la Nación” (Patiño, 1981).
Hacia 1928 se comenzaron a destacar los riesgos del creciente endeudamiento
externo, el cuál había sobrepasado de lejos los montos recomendados por la
Misión Kemmerer20. Fue, en ese entonces, cuando el futuro presidente Alfonso
López acuñó el término de “prosperidad al debe”, con lo que significaba una
prosperidad hecha sobre la base de los recursos del crédito. El saldo de la deuda
del gobierno alcanzó 6.9 puntos del PIB en 1928, de los cuales 5.6 puntos eran
por deuda externa (gráfico IV.4 y anexo 3). A esta crítica el ministro Jaramillo
contra-argumentaba diciendo que el servicio de la deuda solo representaba el
7.7% del presupuesto y “que no había habido país alguno que no haya tenido que
recurrir al crédito en gran escala para desarrollar sus riquezas”.
Una de las principales críticas de la comunidad al uso extensivo del crédito
externo tuvo que ver con el uso de los recursos provenientes de los créditos.
Francisco de Paula Pérez, destacado economista de la época, y quién
posteriormente se desempeño como ministro de hacienda, criticaba la dispersión
de inversiones, y Laureano Gómez, entonces senador y líder del partido
conservador, se pronunciaba a favor del crédito externo sólo si este era utilizado
para inversiones productivas pero no para gastos generales como se había
utilizado.
...