Formación De Equipos De Alto Rendimiento
Enviado por JOSEAUCAPURI • 14 de Diciembre de 2013 • 3.647 Palabras (15 Páginas) • 598 Visitas
José Aucapuri Figueroa
La creciente complejidad del mundo que nos rodea y la rapidez de los procesos organizacionales, exigen un manejo de las situaciones tanto a nivel individual como en grupos y equipos de trabajo. El trabajo eficaz en equipos de trabajo, se considera como uno de los valores fundamentales de las empresas que producen buenos resultados, de este modo resulta fácil y frecuente el que una empresa manifieste una tendencia a querer que sus empleados trabajen en equipo, más aún que obtengan un buen desempeño. Sin embargo, esto es bastante difícil ya que al ser el equipo un punto de encuentro entre las capacidades individuales, muchas veces no se lleva a cabo una adecuada interacción entre las personas que lo componen generando conflictos y relaciones que terminan socavando el objetivo del equipo en vez de una sinergia (Kets de Vries, 2001).
Tanto en la literatura como en las empresas mismas hay una confusión acerca del trabajo en equipo, considerando que si éste tiene buenos resultados se convierte en un equipo de alto desempeño. Los términos de grupo y equipo parecen estar superpuestos, prestándose cada vez más para errores conceptuales que en la práctica derivarán en intervenciones poco efectivas. (Katzenbach, 2000).
“Un grupo de trabajo es un conjunto de personas reunidas por la autoridad formal de una organización para transformar recursos iniciales (insumo), en bienes y servicios (producto). Para que exista un grupo de trabajo se requiere de dos o más personas identificables, una relación o vínculo entre ellas de carácter duradero, que tengan un objetivo común, que los integrantes tengan conciencia de grupo y de este objetivo y que tengan una reglamentación de la acción y de las relaciones grupales.” (Morales, 1995, p. 2). Es de carácter formal y necesario para el desarrollo de la productividad dentro de una organización.
Los equipos de trabajo están formados por un grupo pequeño de miembros con niveles de habilidades complementarias, con un propósito o misión verdaderamente significativa, con objetivos y metas específicas, con una propuesta de trabajo clara y un sentido de responsabilidad mutua (Morales, 1995).
Los equipos de alto desempeño se diferencian de los anteriores por su nivel de desarrollo. Además poseen resultados distintos de los grupos de trabajo, caracterizándose porque nunca se conforman con ellos. Emplean procesos específicos para la realización de sus tareas, desarrollan cierto tipo de sentimientos entre sus miembros y logran niveles especiales de consistencia e intensidad.
Algunas empresas usan el término de equipo de alto desempeño para designar a aquello que los expertos definirían como un verdadero equipo. Esto resulta bastante engañoso ya que un equipo de alto desempeño está más comprometido, es más poderoso y menos frecuente que un equipo normal. (Katzenbach, 2000, p.14)
En este sentido Lipman-Blumen & Leavitt (2000) plantean que el término “equipos de alto desempeño” no es la denominación de otro nuevo equipo, es decir cualquier equipo puede convertirse en un equipo de alto desempeño aunque en la realidad ocurre que muy pocos lo hacen. Un equipo de alto rendimiento es una disposición de ánimo general una actitud compartida, volcada y comprometida a fondo con su tarea, una actitud que puede extenderse a cualquier tipo de equipo cualquiera sea su denominación. En casi todos los demás aspectos los equipos de alto rendimiento pueden variar. Lo anterior quiere decir que cualquier equipo puede convertirse en uno de alto rendimiento si consigue imbuirse de esa disposición de ánimo distintiva, además de tener una determinación y dedicación total para alcanzar una meta relevante.
“Los equipos de alto rendimiento ofrecen a las personas la oportunidad de avanzar voluntariamente más allá de los límites habituales en un esfuerzo colectivo por lograr algo importante. No ayudan a las personas a satisfacer todas sus necesidades, impulsos y motivaciones, pero ofrecen sin duda oportunidades de conseguir esas “experiencias límites” altamente gratificantes.” (Lipman- Blumen & Leavitt, 2000, p. 52). Equipo de alto desempeño también podríamos definir como aquel que ha alcanzado los objetivos propuestos de una manera excelente en términos de eficacia y de eficiencia y la suma de estos la efectividad.
Las características más resaltantes que identifican a los equipos de alto desempeño, resaltado por distintos autores, en resumen son: Que los miembros del equipo compartan un objetivo común; este debe ser bien entendido y aceptado por todos los miembros y debe generar un compromiso de parte de ellos, por lo que la participación grupal en la definición de los mismos genera un alto grado de involucramiento, así como el reconocimiento mediante sistema de compensación para el equipo.
Las tareas por su parte, se relacionan claramente con la visión y misión del equipo y con los valores de la organización, en una perspectiva de concatenación y alineamiento estratégico vertical. Es distinto alcanzar los propósitos fijados por las tareas que conseguir establecer y cumplir las metas. Las metas de un equipo están en permanente confrontación, y provienen de un pensamiento estratégico que sustenta la acción del equipo más allá de lo cotidiano. En un equipo de alto desempeño existirá disposición a hacer un esfuerzo extra si está presente la lealtad y el compromiso con las metas, aunque los objetivos han de estar dentro de los límites de lo realista, la empresa debe animar a los miembros a fijar objetivos ambiciosos. El equipo tiende al aprovechamiento de sus recursos con el máximo ahorro energético en el logro de sus objetivos.
Mediante una organización clara, es necesario que cada miembro del equipo conozca cuáles son los objetivos individuales que le competen y cómo éste se relaciona con el objetivo o meta del equipo; deben también saber cuales son las tareas de los otros miembros, para que de esta manera se pueda lograr una adecuada colaboración y cooperación entre ellos, con ello las personas logran apropiarse del sentido y contribución del equipo a las metas organizacionales, elementos que han demostrado ser funcional para que desde la motivación intrínseca de cada persona el equipo genere la predisposición anímica y energética, la pasión que les llevará a estándares de excelencia (Ashby y Pell, 2001).
El ambiente organizacional implica una atmósfera psicológica que modela actitudes, ideas y conductas de las personas. El desarrollo de la confianza y la colaboración permite compensar y equilibrar, en la medida de lo posible los puntos fuertes y débiles de cada integrante del equipo, para establecer comunicaciones abiertas con una retroalimentación que permita la mejora permanente del equipo y para aceptar los conflictos mediante
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