Gestion De Efectivo
Enviado por ness04 • 28 de Noviembre de 2012 • 1.511 Palabras (7 Páginas) • 504 Visitas
En el diario acontecer de las organizaciones desde siempre se realizan actividades como venta y compra de artículos, todas ellas llevadas a cabo mediante diferentes medios de pago principalmente efectivo o sus equivalentes, pues es el medio más común a la vez que útil, pues ofrece liquidez y con ésta, rapidez en las transacciones de las compañías, por lo que resulta de vital importancia la excelente administración del mismo con el fin de asegurar la continuidad de algunas operaciones y obtener beneficios ofrecidos por proveedores. Ahora bien, según Berk y Demarzo “ hay tres razones por las que una compañía tiene efectivo: Satisfacer sus necesidades cotidianas, Compensar la incertidumbre asociada con sus flujos de efectivo y Cumplir requerimientos bancarios”.
Sin embargo, no resulta conveniente tener todo el efectivo que se posee disponible para usarlo en la operación, pero tampoco es conveniente no contar con este cuando se requiere, por lo que se genera el interrogante: ¿Cuál es el nivel óptimo de efectivo que debe tener una compañía? Pues bien, con el fin de resolver el interrogante planteado muchos autores han emitido diferentes opiniones al respecto pero otros desarrollaron modelos para la determinación de este saldo óptimo destacándose entre estos: William Baumol, Merton Miller y Daniel Orr y William Beranek, los cuales resulta interesante describir en el desarrollo del presente escrito.
En lo relacionado con el modelo planteado con Baumol, en este se reconocen semejanzas entre el manejo dado a los inventarios y el que se da al efectivo, es decir que se presentan dos tipos de costos: de ordenamiento y de mantenimiento. Los primeros provienen de los pagos por trabajo de oficina y honorarios de corretaje en la elaboración de transferencias a las cuentas, los segundos de los interese abandonados cuando se mantienen una cantidad representativa de efectivo para evitar los costos de hacer transferencias, tal como lo expresa Weston “En su forma más operativa, el modelo de Baumol supone que los saldos de efectivo de una empresa se comportan, a lo largo del tiempo, como un patrón de dientes de sierra,…, Los ingresos se perciben en intervalos periódicos: el tiempo o,1,2,3 y así sucesivamente; los gastos ocurren en forman continua en los períodos”. Así pues, este modelo resulta favorable dado que le permite a la compañía contar siempre con efectivo sin llegar a un punto crítico de iliquidez además de ayudar a disminuir los costos financieros, sin embargo al tener un componente de certeza sobre las entradas y salidas de efectivo lo convierte en un modelo que no sería aplicable a la realidad de muchas empresas pues es difícil estar seguros de cuánto comprará un cliente, o del valor que tendrá la mercancía que se va a adquirir, pues en el mundo real las condiciones macro y microeconómicas que rodean a las empresas son cambiantes y por tanto generan determinado nivel de incertidumbre.
Por su parte, Miller y Orr ampliaron los conceptos utilizados por Baumol con una gran diferencia: no se conocen los flujos de efectivo. Por el contrario estos autores plantean que éstos son aleatorios tanto en tamaño como en dirección, tendiendo a una distribución normal a medida que se incrementa el número de períodos observados. Además plantea que cuando el saldo sube durante un cierto tiempo y se alcanza un punto determinado denominado límite superior, entonces se debe realizar una transferencia de una cantidad de efectivo a inversiones temporales por lo que el saldo de efectivo vuelve a un nivel más bajo denominado límite inferior. Entre tanto cuando nivel de efectivo durante llega a ser cero o estar por debajo del límite inferior, se deben vender las inversiones y transferir estos fondos nuevamente a la cuenta de efectivo en la empresa. Lo anterior resulta beneficioso para aquellas empresas que continuamente operan bajo condiciones de incertidumbre, sin embargo aquellas que tienen una planeación financiera organizada no considerarán pertinente el uso de este modelo, sin embargo dentro de sus supuesto se encuentra que es la misma administración la que se define el límite inferior, es decir que se incluye un factor de subjetividad ajustado a la aversión al riesgo de los directivo o tesorero de la empresa, adicional a esto supone que los costos de realizar transacción son constantes e independientes de la cuantía de la mismas, lo cual es irreal pues las entidades financieras ajustan constantemente su cobros mediante sistemas de comisiones que dependen exclusivamente de la cuantía.
Ahora bien, Beranek en su modelo “incluye una distribución de probabilidad de los flujos esperados de efectivo y una función de costos para la pérdida de descuentos de efectivo para el deterioro de la reputación de crédito cuando
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