Hazte Fama .... Y Ponte A Emprender

Hazte fama y… ponte a emprender.

Las sociedades hacen culto de sus ídolos, seres de dimensiones casi míticas para el resto de los mortales. Son aquellos que saltan a la exposición pública por un acontecimiento a veces puntual (un logro deportivo, un suceso mediático, u otros casos semejantes) a partir de los cuales estos nuevos habitantes del Olimpo acceden a niveles de consumo (y a veces de ostentación) propios de sus nuevos ingresos (y que no siempre resultan perdurables).

Ya sea porque su fama pudiese opacarse o bien buscando nuevos desafíos, muchas de estas “celebrities” incursionan en el mundo de los negocios o arman pymes sobre rubros no siempre vinculados a su especialidad, pero a los que suelen vincularse desde la fama. Poseen para esto último algunas claras ventajas: un público fervoroso que los sigue y todo tipo de gente interesada en usar y comprar productos o servicios que ellos utilizan, crean o promocionan. Con seguridad, no todos poseemos estas ventajas. Pero a partir de las experiencias ajenas podemos vislumbrar mejor el camino hacia grandes logros.

Algunas cuestiones a tomar en cuenta:

1. Tener una iniciativa que satisfaga una necesidad: todo emprendedor (aún las celebridades) ve nacer su empresa por necesidad. Tiene ésta un componente interno diverso (personalidad avasallante, gran creatividad, búsqueda del reconocimiento, etc.) pero este debe tener inevitablemente un correlato externo (una necesidad o demanda pública a satisfacer). Puede ésta necesidad del mercado no estar completamente satisfecha con las actuales ofertas. Es el emprendedor innovador quien en tal caso atrapa el mercado, siendo distinto para ser mejor. Al respecto, decía Henry Ford: “Si hubiese preguntado a la gente qué es lo que quería me habrían respondido que caballos más rápidos…”

2. Desarrollar un buen plan y ejecutarlo con perseverancia y convicción: definir un camino y un horizonte concentra energía y recursos, siendo esencial para dar a luz una empresa. Pero una vez fijada la meta, no debemos dormirnos en el mar de las cavilaciones. Claramente es necesario planificar adecuadamente, pero no es menos importante actuar luego con decisión. Como sostenía Nolan Bushnell (fundador de Atari): “Muchas personas tienen ideas, pero pocas deciden hacer algo al respecto hoy. Ni mañana ni la próxima semana, hoy. El verdadero emprendedor no es un soñador, es un hacedor”.

3. Sumar apoyos y lograr sinergias: cuando tus recursos son escasos, es imprescindible contar con el aporte de aliados. Tanto en el equipo interno (eligiendo a los mejores compañeros en la aventura) como en tu ámbito de negocios (profundizando tus relaciones con proveedores, clientes e incluso colegas, en las cámaras o asociaciones de tu rubro).

4. Adoptar una estrategia de aprendizaje continuo: es necesario potenciar nuestro ímpetu y enriquecer nuestro emprendimiento no solo con el aprendizaje

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