IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DEL MANTENIMIENTO DENTRO DE LOS PROCESOS PRODUCTIVOS ORGANIZACIONALES

IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DEL MANTENIMIENTO DENTRO DE LOS PROCESOS PRODUCTIVOS ORGANIZACIONALES

Introducción

A nivel mundial, se han venido presentando una  variedad de cambios;  como la globalización de la economía, los desarrollos tecnológicos, la competencia por parte de las empresas y la búsqueda  de la excelencia organizativa, exigen a las empresas a cumplir con estándares internacionales, para lo cual tienen como base el desarrollo y la actualización de la gestión dentro de los procesos; teniendo en cuenta,  que la gestión comprende adelantar tareas que tienen como objetivo mejorar la productividad y competitividad.

Por esta razón la maximización en el uso de los recursos y la disminución de los costos, son elementos que se destacan en los procesos de producción de bienes y servicios, estableciendo un grado de competitividad y de calidad para las nuevas organizaciones. Para ello la gestión de mantenimiento, es la encargada de poseer las estrategias para optimizar la funcionabilidad y conservación de toda la estructura productiva.

Desde luego, el mantenimiento inicia a adquirir relevancia a partir de los años 30 cuando Henry Ford implementó en su empresa un área destinada a las actividades de reparación de los equipos pertenecientes a su sistema de producción.

En este contexto, se entiende que el mantenimiento consiste en el conjunto de actividades a través de las cuales un equipo o sistema se mantiene o restablece en un estado donde puede realizar sus operaciones; el mantenimiento influye en la calidad de los productos y se convierte en una estrategia para ser competitivos^[1]. En este marco, cuando las actividades de mantenimiento se coordinan bajo un esquema centralizado de dirección y una filosofía gerencial, tiene lugar la gestión del mantenimiento.

Gestión del mantenimiento en Colombia

En Colombia, todas las organizaciones que deseen mostrar calidad en sus productos o servicios, deben certificarse y cumplir con los requerimientos de la Norma ISO 9001^[2]. Para satisfacer los requisitos que esta norma exige, es necesario que las empresas cuenten con un plan de mantenimiento idóneo, que les permita conservar sus herramientas, equipos, implementos e instalaciones en óptimas condiciones de funcionamiento.

Un elemento que ha dado empuje a la gestión del mantenimiento es la ejecución de procedimientos administrativos que facilitan el registro y el reporte de las actividades del mantenimiento, dado que la dirección de las organizaciones da suma importancia a los costos de mantenimiento, por lo que es necesario registrar la información respectiva, es decir, gestionar la información de manera correcta.

Factores que inciden en la gestión del mantenimiento

En el contexto específico del mantenimiento, existen algunos factores que deben llevarse a cabo para una amplia aplicación del mantenimiento, dichos factores deberán estar estrechamente vinculados unos con otros.

La planificación está referida a determinar los recursos necesarios para satisfacer la demanda de trabajos a los que va a responder el mantenimiento; es el proceso a través del cual se determinan qué elementos serán necesarios para realizar una tarea de mantenimiento antes de darle inicio.^[3] En la planificación es fundamental tomar en cuenta aspectos como procedimientos, manuales, mano de obra, materiales, partes, repuestos, equipos y herramientas de soporte, de ahí la importancia de definir claramente los objetivos previstos en la planificación, con el fin de alcanzar el éxito en la gestión de mantenimiento.

 Del mismo modo, programar cada una de estas actividades es esencial, puesto que es ahí donde se asignan los recursos y el personal para los trabajos que fueron planificados con anterioridad. Adicionalmente, estas tareas que fueron previamente planeadas y programadas, deberán ser ejecutadas. Durante la ejecución, se siguen normas y procedimientos preestablecidos, a fin de lograr los objetivos del mantenimiento. Lo que conlleva finalmente a la verificación periódica de los resultados alcanzados, comparándolos con las metas establecidas en la planificación, a través del seguimiento a las actividades en ejecución.

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