Institución universitaria salazar y herrera

EL AHORRO

Thalia Zuluaga yangüéz

Lorena

Institución universitaria salazar y herrera

Jorge Ariel franco

Macroeconomía

Medellín- Antioquia

Octubre

EL AHORRO

El ahorro lo podemos definir como aquella parte del ingreso que no es consumida, o lo que resulta lo mismo, del total del ingreso que una persona recibe como contraparte a los servicios prestados, se dice que éste únicamente tiene dos usos, o se consume o se ahorra, lo cual, usando las clásicas y básicas identidades contables puede ser ilustrado de la siguiente forma:

S = Y – C   DONDE

S = Ahorro

Y = Ingreso ó Renta

 C = Consumo

Ahora bien, las mismas condiciones para todo el conjunto de la economía vienen dadas de la siguiente forma:

 I = Y - C     donde:

I = Gasto de Inversión

 Y = Producto

C = Consumo

Identidades de las que podemos derivar lo siguiente:

I = Y - C = S                           I = S[pic 1]

La cual a su vez nos indica la igualdad o equivalencia existente entre el ahorro y la inversión o gasto de inversión, es decir, nos demuestra en primera instancia la relación fundamental a nivel macroeconómico entre el ahorro y la inversión.Por todo lo anterior, podemos afirmar dos hechos:

1) para una persona en lo individual, como para el conjunto de la economía, la mecánica de creación de ahorro genérico es la misma, todo ahorro surge del ingreso.

 2) es a partir del ahorro individual como se forma el ahorro agregado, o ahorro de toda la gente. Y es este último el que debe ser en teoría la base del desarrollo económico a través de un adecuado impulso vía empresarial o estatal de la esfera productiva.

Por ello, es preciso señalar el momento en que el ahorro se convierte en inversión. Todas las personas en mayor o en menor grado efectúan un acto de ahorro (las motivaciones pueden ser innumerables), desde la ama de casa, hasta el hijo estudiante y pasando por el obrero, por cualquier causa o razón la gente guarda o posterga el consumo presente por el futuro.

Gran parte del ahorro genérico debe en teoría ser captado y a su vez canalizado por los intermediarios financieros, para su conversión en inversión de largo plazo, misma que por su parte no debe tener otra función más que la de generar mayor riqueza, riqueza general, y donde reconoceremos este acto como ahorro financiero.

 Asimismo, dos aspectos de esta circunstancia podrán ser señalados, esto es, cómo es que los inversionistas privados no necesariamente emplean el dinero propio en sus proyectos, sino a través de los intermediarios financieros, y cómo es la forma en que los gobiernos deben fomentar éste y su más ventajosa utilización.

 Aquí es donde la cadena ahorro-inversión ha de concluir un ciclo que debería repetirse de manera ininterrumpida, pues una vez que los flujos de ahorro son trasladados en el tiempo

Para su maximización futura, es cuando una nación se encuentra en verdaderas posibilidades de mantener su estructura económica fuerte, mediante la progresiva acumulación de capital.

Esta circunstancia por una parte permite diversificar las ramas de producción, y por la otra exige que la dinámica educativa, tecnológica y social acelere su evolución de tal forma que logre adecuarse a las nuevas condiciones, es decir, un desarrollo social integral.

 Al estar el ahorro en función del ingreso, o dicho de otro modo, al depender del ingreso, en lo que respecta a su cuantía, el ahorro dependerá de la llamada propensión marginal a ahorrar, que no es otra cosa sino el incremento inversamente proporcional a la disminución en el consumo.

Para poder exponer más claramente esta idea, debemos definir las propensiones marginal a consumir y a ahorrar. Estas son definidas como el incremento del consumo por cada unidad de incremento en la renta, y el incremento en el ahorro por cada unidad de decremento en el consumo respectivamente, destacando en esto, el hecho de que a mayor ingreso de la gente, mayor será la tendencia a consumir hasta llegado cierto momento en que el fenómeno se invierte y donde el ahorro comienza a superar al consumo.

 Por ello, y en estrecha relación al ahorro, la inversión, el consumo y la propia propensión marginal a ahorrar, determinan el tamaño o cuantía de éste. Ahora bien, tanto la propensión marginal a ahorrar, como la misma propensión marginal a consumir, son utilizadas para conocer en determinado momento el monto de dinero que una persona o un país, destinan a cubrir sus necesidades y a guardar parte del mismo para diversas circunstancias futuras.

 Partiendo de la definición básica de ahorro genérico, del mismo surgen diferentes clasificaciones, obteniéndose ellas por su interacción con otro tipo de variables tales como: inflación, oferta y demanda de trabajo, productividad, desarrollo tecnológico, tasas de interés, cultura de la gente hacia el ahorro, y estructura del consumo.

De esta forma, podemos catalogar al ahorro de las siguientes formas: ahorro nominal (el valor nominal del ahorro real, calculado al multiplicar el ahorro real por un índice de precios); ahorro real (el cambio en el valor real de los bienes y activos de una familia o de la economía como un todo, habiendo considerado la variación en el nivel general de precios); ahorro interno (la suma a nivel agregado de todo el ahorro nacional efectuado en uno o varios periodos);ahorro externo (la suma a nivel agregado del ahorro internacional, efectuado en uno o varios periodos)

Por otra parte, un hecho ya mencionado, es que los motivos y circunstancias que llevan a las personas a acumular parte del dinero que ingresa a sus bolsillos pueden ser de naturaleza muy diversa, ya que no todos actúan bajo las mismas premisas educativas, sociales y económicas.

Por ello, al momento de estudiar al ahorro, es recomendable enfocarlo desde diversas perspectivas y finalidades; así mismo, el ahorro debe ser considerado en toda su magnitud, pues el mismo es puntal de la acumulación de capital y garantía patrimonial de las personas.

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