Kinky Boots

Ayer por la tarde vi esta película. No es una cinta propia a recibir una docena de Oscar pero es lo suficientemente interesante como para decidir escribir una opinión sobre ella.

Ojeando recientemente una revista, observé el cartel de esta película y la primera sensación fue de sorpresa puesto que nunca había oído hablar de ella. De hecho en España se estrenó el 8 de Septiembre de 2006 (no se dónde, porque en Asturias no recuerdo haber visto esta película anunciada en ninguna cartelera).

Aunque al verla anunciada uno piensa que es un película de temática gay, lo que nos encontramos es una película de relaciones humanas: sentimentales, comerciales, profesionales y también toda una serie de sentimientos que la película va a ir abordando conforme se desarrolla: racismo, intolerancia, homofobia, egoísmo, amistad, amor, trabajo en equipo, constancia, etc. y todo ello bajo el epígrafe "basada en un hecho real".

El film nos cuenta la historia de un fabricante de zapatos en un pequeño y tranquilo pueblo inglés llamado Northampton. Una empresa familiar dirigida por el patriarca de la familia en la que todos, empleados y dueños, son una gran familia que se conocen desde hace años.

Un día el dueño de "Price Shoes" (así es como se llama la fábrica de zapatos) fallece y contra todo pronóstico y más por compromiso social que por vocación, su hijo accede a continuar con la gerencia de la empresa.

Price Shoes solo fabrica un modelo de calzado. Son los llamados zapatos Oxford y por si os sirve de ayuda son el típico modelo de zapato inglés con los pespuntes y los pequeños agujeritos haciendo nos adornos en la puntera y/o laterales del zapato. En resumen, elegancia inglesa. Zapatos artesanos y muy cómodos hechos para durar.

Trabajan en exclusiva para un cliente pero por casualidad, Charlie Price (Joel Edgerton), descubre que el contrato con dicho cliente no existe y que no deja de ser una piadosa mentira de su padre, que como si de Schindler se tratara, se ha dedicado a mantener la producción para justificar los puestos de trabajo de su "gran familia".

Charlie se dirige a Londres con la intención de "colocar" esa sobreproducción de zapatos a algún mayorista, pero en realidad ese viaje a Londres va a acabar por darle la clave para salir del hoyo en el que se encuentra el negocio, sobre todo, si tenemos en cuenta que Charlie ya se ha visto en la necesidad de despedir a algunos de los empleados.

Con la desesperación del que siente el agua a la altura del cuello, Charlie decide volver a Northampton. Cabizbajo y abatido (en parte por el alcohol) descubre como en un callejón tres matones de poca monta están persiguiendo a una drag queen con intención de abusar de ella. En la huida, Lola (Chiweter Ejiofor) pierde el tacón de sus botas y aunque pasan más cosas aquí es donde ambos protagonistas se conocen.

Charlie se da cuenta de que el tacón se ha roto porque no hay zapatos de mujer que puedan soportar el peso de un hombre. Charlie ha conocido a las amigas de Lola y se da cuenta junto con su empleada Lauren (Sarah-Jane Potts) de que hay un hueco en el mercado del calzado que ellos podrían cubrir.

A partir de ahí Charlie se plantea un objetivo: realizar una línea de botas y zapatos de mujer para ser usada por hombres y presentarla en la pasarela central durante la semana del calzado que se celebra anualmente en Milán y cubrir ese hueco del mercado

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