"LA ABSURDA NEGACIÓN DE LA PERSONA" JORGE MARIO MAGALLÓN IBARRA

“LA ABSURDA NEGACIÓN DE LA PERSONA”

JORGE MARIO MAGALLÓN IBARRA

Artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros».

Inicio con la mención de este artículo que destaca la participación e importancia actual de los derechos humanos que buscan el fundamento del desarrollo integral de la persona y proporcionan la base sólida, igualdad y libertad de la dignidad humana.

Por lo tanto, sabemos que todo individuo de la especie humana cuenta con una protección que la ley le brinda por el sólo hecho de ser hombre ya se hace sujeto de derecho. Pero en la antigüedad no era asi. Recordemos que una vez que se estableció el modo de producción esclavista, la sociedad se dividía en hombres libres y esclavos.

Los esclavistas disfrutaban en mayor o menor grado de los derechos cívicos, patrimoniales y políticos. Los esclavos carecían de todos estos derechos. Con el tiempo El surgimiento de la propiedad privada y la división de la sociedad en clases hizo necesaria la aparición del Estado con el desarrollo de la división social del trabajo entre las diferentes ramas de la producción.

Enfatizando lo primero, los esclavos eran considerados cosa. A su vez, las personas consideradas con muerte civil dejaban de tener ese grado de personas, como en la lectura anterior de “persona jurídica” se describió.

Para poder adquirir un títilo o reconocimiento ante la ley, debe haber una identificación por parte del individuo que contempla los atributos que poseé. Así el legislador tiene la facultad de poder excluir a aquellos que no dispongan lo requerido para que se contlemplen. Ahora bien, uno de los fines que persigue el derecho es el hombre, y al regular las relaciones que tienemos entre sí, ya no será una persona abstracta sino tendrá un carácter real.

Por lo anterior Cajica resaltaba la negación de los mismos derechos humanos contra los esclavos y la servidumbre por parte de sus opresores, partiendo con desigualdad e injusticia. Carlos Marx decía que: “El esclavo no vendía su fuerza de trabajo al esclavista, del mismo modo que un buey no vende su fuerza de trabajo al labrador. El esclavo es vendido de una vez y para siempre, con su fuerza de trabajo a su dueño.”

El concento de dignidad estaba muy alejado al que actualmente conocemos. Es hasta 1948 en París, que se introduce el concepto en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, después de una lucha de los pueblos pobres en busca de un desarrollo que les permitiera mejorar sus condiciones frente a naciones ricas.

Durante la lectura se menciona el caso Scott, que fue un esclavo de raza negra africana que fue llevado a Missouri y que en razón de haber sido trasladado a Illinois donde no existía escalvitud, reclamó a la Corte de Jurisdicción el hecho de que no podía pronunciarse como ciudadano de Missouri.

Dicha decisión fue impugnada por la Suprema Corte de los Estados Unidos de América, pues los conceptos

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