LA DEFENSA NACIONAL EN EL PRÓXIMO QUINQUENIO

LA DEFENSA NACIONAL EN EL PRÓXIMO QUINQUENIO

JAIME RAÚL CASTRO CONTRERAS

Exviceministro de Defensa

En cuanto a los temas de seguridad y defensa nacional, el discurso del presidente Ollanta Humala ha estado centrado en tres aspectos: las reivindicaciones inmediatistas de los miembros de las fuerzas armadas, el personal del servicio militar voluntario y el diferendo marítimo con Chile.

Con relación a las reivindicaciones ha señalado que la recuperación de la moral del personal militar, pasa necesariamente por reducir la brecha salarial y mantener el pago de pensiones renovables. Esta expresión de política interna es esencialmente económico-administrativa y no forma parte sustantiva de una política de defensa nacional. Es cierto que los militares y policías peruanos no se encuentran bien remunerados, este ha sido un reclamo constante que durante los dos últimos gobiernos lamentablemente no fueron atendidos. Y ojalá que ahora se haga realidad.

Otro aspecto que merece ser destacado, es el referido al personal juvenil que ingresa desde el año 2000 voluntariamente a las unidades del ejército, la marina y la aviación militar. Las propinas que se otorgan a este contingente no son suficientes ni reciben incentivos que haga atractivo para que cada vez más, un mayor número de jóvenes aspire a participar del servicio militar voluntario. Cabe recordar que cuando el servicio militar era obligatorio, un promedio de ciento treinta mil jóvenes anualmente egresaban de las instituciones militares provistos de civismo, disciplina, amor a la patria, a lo cual se añadía una formación básica en actividades manuales que les permitía incorporarse a la actividad económica o de servicios en la sociedad. Esa energía propia de la juventud proveniente de los sectores populares, era canalizada y bien orientada en los institutos armados, y por supuesto se evitaba la posibilidad de su incursión en el pandillaje. Ahora se indica que se creará un Instituto de Técnicos de las Fuerzas Armadas para contribuir en la calificación de los jóvenes que concurran voluntariamente a los cuarteles, a los que se les otorgará mayores incentivos. Esos incentivos, que no han sido indicados en el discurso, deben ser de tal naturaleza que muy pronto se tenga a las unidades de reclutamiento abarrotadas de aspirantes al servicio militar voluntario.

El tercer aspecto que sí está relacionado directamente con los temas de seguridad y defensa nacional, es la mención que hizo el presidente Ollanta Humala sobre el diferendo que se tiene con Chile sobre la definición de la frontera marítima y que muy probablemente sea resuelto en los próximos tres años. Sobre el particular, ha señalado enfáticamente y ante la presencia del presidente de Chile, que el Perú acatará la decisión de la Corte Internacional de la Haya y que se privilegiará la solución pacífica de los diferendos. Esto quiere decir, que el Perú no insistirá en compras de armas para equiparar el potencial bélico que actualmente posee el vecino del sur; al parecer la decisión va encaminada a buscar más bien una modernización del equipamiento militar existente que data de los años setenta adquiridos a la ex Unión Soviética.

También deberíamos entender que esa política de “núcleo básico eficaz” diseñada por diplomáticos para asuntos militares sea totalmente replanteada y que el Vice ministerio de Políticas de Seguridad y Defensa Nacional esté en manos de personal civil o militar que conozca el tema. Realmente han pasado cinco años de ineficacia en este rubro y en el que tampoco se ha conocido el rol del Consejo de Seguridad que por mandato de la ley debe reunirse cada tres meses. La posición que el Perú ha desarrollado en UNASUR

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