LIDERAZGO ANTE LA INCERTIDUMBRE

LIDERAZGO ANTE LA INCERTIDUMBRE

“Vivimos en la permanente contradicción de experimentar la realidad de la incertidumbre, y la creencia de que todavía podemos elegir el destino de nuestras vida…”

Ralph D. Stacey

La creciente incertidumbre social, económica y política exige una buena dosis de humildad. Humildad para reconocer que el mundo está cambiando significativamente, y que necesitamos nuevos mapas que nos permitan explorar y conseguir nuevas soluciones. Es por ello que requerimos urgentemente de un liderazgo de carácter democrático y  plural, en el cual se construya colectivamente y se respeten las instituciones.

Un líder es aquel que no se aprovecha de su condición para imponer cosas ni rumbos, sino que genera un consenso social. Un verdadero líder debe tener visión de hacia dónde quiere ir, dignidad, claridad, honestidad, estrategia; debe tener la capacidad para convencernos y enamorarnos de una idea. Debemos deslastrarnos de la idea del caudillo, del iluminado, del mesías o del héroe, de delegarle a otro nuestra propia responsabilidad, debemos ser capaces de admitir que nuestros líderes no tienen la respuesta.

A pesar que vivimos momentos duros y de mucha desesperanza, creo que es nuestra obligación construir ese liderazgo. Lo único que nos permite tener esa visión de dónde queremos ir es tener muy bien trazado el camino que queremos, y la ruta que vamos a llevar.

Una sociedad es más inteligente en la medida en que sea conductora de sí misma y de que todos sus ciudadanos, de alguna manera, sean líderes. Nuestro liderazgo cotidiano consiste en hacer lo que debemos y cuando debemos hacerlo. A todos nos corresponde ser líderes transformacionales y adaptativos, líderes que logren cambiar a su entorno, a su gente, a su equipo.

Muchos lideres frente a la incertidumbre de una tormenta tienden a tomar decisiones a ciegas, son incapaces de detectar debilidades y potenciar fortalezas, de tener congruencia y acción oportuna, es por ello que debemos ser capaces de influir en los demás y de crear condiciones que faciliten la emergencia de nuevas soluciones,  fomentar la colaboración y la participación de todos, la cultura abierta y la transparencia en las interacciones.

Tengamos siempre en cuenta que la innovación surge según la forma en que las interacciones son gobernadas y facilitadas. 

Salir con éxito de la crisis actual va a demandarnos  algo más que ajustes presupuestarios o medidas de control financiero, debemos comenzar por repensar y observar con otra lupa lo que hacen nuestros líderes y lo que hacemos nosotros cada día. La buena noticia es que en las ciencias de la incertidumbre lo posible siempre es más honesto y virtuoso que lo real.

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