LOS INGRESOS PROPIOS DE LA UAS. ¿UNA ALTERNATIVA DE SOLUCIÓN A SU PROBLEMÁTICA FINANCIERA?
Enviado por ROCIO135 • 20 de Febrero de 2016 • Ensayo • 3.547 Palabras (15 Páginas) • 311 Visitas
LOS INGRESOS PROPIOS DE LA UAS. ¿UNA ALTERNATIVA DE SOLUCIÓN A SU PROBLEMÁTICA FINANCIERA?
Introducción.
Hablar de financiamiento a la educación superior, es un tema recurrente hoy en día, sobre todo, debido a las deficiencias financieras que presentan la mayoría de las Universidades Públicas Estatales (UPES) en nuestro país. Sin embargo, en la mayoría de los estudios realizados, el tema se centra en cómo aumentar los subsidios, tanto del gobierno federal como del gobierno estatal, dejando de lado el estudio sobre la gran oportunidad que tienen todas las instituciones de mejorar sus ingresos propios a partir de establecer el cobro de cuotas por inscripción y colegiaturas diferenciadas en donde siga prevaleciendo el criterio de equidad en función de la capacidad de pago de los estudiantes, aunado a una política de vinculación y de venta de servicios profesionales.
La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) tiene una estructura de ingresos altamente dependiente del subsidio otorgado por el Gobierno Federal y en menor proporción del Gobierno del Estado, la partida de ingresos propios es poco significativa. En el presente ensayo se pretende evaluar e identificar otras alternativas de ingresos que puedan servir para fortalecer la tesorería de la Universidad, y disminuir en mayor medida posible su dependencia del Estado.
Panorama General.
Entre las aportaciones de algunos organismos internacionales, tales como, la Organización de las Naciones Unidas Para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), destacó que la gestión y el financiamiento de la enseñanza superior exige la elaboración de las capacidades y las estrategias apropiadas de planificación y análisis de políticas, basadas en la cooperación entre los establecimientos de enseñanza superior y los organismos nacionales de planificación y de coordinación a fin de garantizar una gestión debidamente racionalizada y una utilización sana de los recursos. UNESCO (2009)
Asimismo la Organización de Cooperación Para el Desarrollo Económico (OCDE), propone una diversificación del financiamiento, una estrecha vinculación con el sector productivo, y una menor participación por parte de los gobiernos, lo cual conlleva implícitamente una lógica de mercado.
Moreno (2013), señala que, en todos los países, para que exista educación, se requiere de cantidades presupuestarias que se obtienen del conjunto de ciudadanos en su condición de contribuyentes y en menor medida de las aportaciones de los usuarios de estos servicios educativos. En definitiva la manera en que se articule la financiación de la educación superior, determinará en gran medida el marco con el que se delimite la producción y la distribución de ésta, y en consecuencia, el marco más amplio de las oportunidades presentes y futuras de cada individuo y del conjunto de la sociedad.
En el año de 1983, el profesor Burton Clark, utilizó un diagrama para exponer las posibilidades de coordinación, las dificultades y las tensiones a las que suelen estar expuestas la organización y la financiación de la educación superior. En dicho diagrama al que él denominó “triángulo de la coordinación” concebía a la educación superior como un sistema localizado en algún punto intermedio entre grandes grupos de poder y de presión que intervenían en la toma de decisiones del sistema educativo superior: el Estado, el Mercado y la Oligarquía Académica. Y de cada uno de ellos se desprende un modelo de financiación. Moreno (2013)
El Estado se refiere al gobierno, a las instituciones encargadas de la toma de decisiones, en el caso de México, a la SEP, SHCP. De éste, se deriva el modelo burocrático, en el que el Estado tiene el control de las instituciones educativas, desde su financiamiento total, así como la toma de decisiones dentro de ésta. Algunos casos de éxito son los de las universidades de Alemania y de Cuba.
Al Mercado se refiere a los usuarios del servicio educativo, es decir, a los estudiantes y sus familias, los cuales demandan poder acceder a disfrutar de la mejor y más amplia educación posible al menor precio posible. El modelo de Mercado, es aquel donde la educación superior es vista más como una empresa, la cual vende sus servicios como enseñanza, investigación y asesoramientos diversos a otras instituciones públicas y privadas de la sociedad. Además está sujeta a las demandas del mercado. Ejemplos de casos de este modelo son los de las prestigiosas universidades de USA, como Harvard, Stanford, Columbia, Yale, etc. En Latinoamérica tenemos el caso de Chile. El caso de los ingresos propios de la UAS entraría en este tipo de modelo.
Respecto a este modelo, Brunner (2005), menciona que las universidades exitosas son hoy aquellas que compiten en el mercado, su supervivencia no depende de la ayuda del Estado, sin embargo no renuncian a los recursos que puede aportar el éste, gestionan sus asuntos con métodos más cercanos a la empresa, y no basados en el viejo modelo burocrático, cobran por sus servicios y venden productos de conocimiento avanzado, logran alianzas con la industria y diversifican su cartera de proyectos, no temen hacer negocios ni los encubren bajo supuestos filantrópicos, que recombinan sus fuerzas disciplinarias para dar lugar a nuevas modalidades de producción de conocimiento y se proyectan al ámbito internacional. Es decir, las universidades exitosas son aquellas que asumen riesgos, generan liderazgos de cambio y persisten en la voluntad transformadora, renovando en el camino de su cultura organizacional. En vez de permanecer ancladas en un pasado glorioso, se mantienen abiertas frente al futuro y se plantean conquistarlo.
En cuanto a la oligarquía Académica, estos son las autoridades y órganos responsables de las decisiones dentro de la propia institución académica. En esta, se deriva el modelo profesional o colegiado. Existe una mayor independencia y una menor rigidez en la toma de decisiones y su potencial eficiencia y equidad queda en manos de la propia comunidad universitaria. El financiamiento se da mayormente de parte del Estado en base a criterios de evaluación. Un caso de éxito es el de la educación superior en Holanda. En Latinoamérica tenemos algunos países que sus sistemas de educación superior pueden acercarse a este modelo como el caso de México, Venezuela y Argentina.
El conjunto de instrumentos de financiación es amplio y muy diverso, de cualquier modo, agrega Moreno (2013), cada uno de ellos hace referencia a una de las dos categorías; financiación a los individuos o financiación a las instituciones académicas.
De acuerdo con Mendoza (2011), las 34 UPES (universidades públicas estatales) que existen en México, reciben de la Federación y de los gobiernos de cada entidad federativa, subsidio ordinario y subsidio extraordinario, éste se compone por un conjunto de fondos de financiamiento que tienen diversos propósitos. El subsidio ordinario cubre el gasto corriente que se destina al sostenimiento de la operación regular de las instituciones públicas. Se asigna con base en el costo previamente homologado de la nómina autorizada y de los gastos de operación. En este rubro se concentra cerca de 90% del subsidio total a la educación superior; no hay ninguna variable en la fórmula de asignación que estimule la mejora continua de la calidad de las instituciones.
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