La ética empresarial; Un sinónimo de éxito
Enviado por guillermo12123 • 18 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 2.007 Palabras (9 Páginas) • 103 Visitas
La ética empresarial; Un sinónimo de éxito
¿Alguna vez has presenciado actividades o acciones que carezcan de ética empresarial? En México es una situación muy habitual, hasta se puede considerar algo cotidiano, algo normal dentro de nuestra sociedad. Pero para poder comprender por qué en nuestro país la carencia de ética empresarial es algo habitual, es necesario tener en cuenta diferentes escenarios que van desde lo social hasta lo cultural. Si bien es cierto que el accionar de una empresa puede ser reflejo del entorno y sociedad donde se desarrolla, también es una obligación de la empresa, aportar lo que este en sus manos para generar un impacto positivo en la región donde esté operando.
Hoy en día, las empresas que no cuentan con ética empresarial, cimentada en valores y una buena cultura organizacional, difícilmente podrán competir en el mercado, ya que las nuevas tendencias tecnológicas y de consumo, hacen que la competencia sea cada vez más difícil, el consumidor cada vez se interesa más por conocer la operación de cada empresa, procesos, materiales, sustentabilidad, valor compartido, pet-friendly, calidad, etc. Es decir, que los consumidores cada vez tienen mayor poder de negociación de compra y uno de los valores más preciados en las empresas es el prestigio y reputación de una marca, que sin duda se puede perder en una mala decisión. Además, con los avances tecnológicos y redes sociales, la falta de ética puede costar muy caro, pues en minutos se puede hacer viral y el prestigio de la empresa puede irse hasta el suelo.
Dentro de este ensayo buscaré ofrecer diferentes argumentos que demuestren la importancia de contar con una ética empresarial. Y como la ética empresarial puede ser un valor agregado que potencialice el éxito de las empresas en cualquier mercado al que estén dirigidos. Lo anterior lo demostraré con datos, opiniones, ejemplos, estadísticas y con un análisis personal, basado en el razonamiento ético.
Antes de comenzar a hablar sobre los beneficios de contar con una buena ética empresarial, es necesario comprender que la ética empresarial no es algo que se pueda comprar o que se pueda adaptar de la noche a la mañana, es algo intangible pero que se siente, se vive y se nota. No solo por parte de los consumidores, sino también por parte de todos los stakeholders (externos e internos) y esto involucra trabajadores, clientes, gobierno, proveedores, aliados comerciales, inversionistas, etc.
La ética es algo que vamos adquiriendo en casa y que fortalecemos con lo que aprendemos en la escuela y en la sociedad. En casa nuestros padres nos enseñan los valores, ética y comportamiento, que ellos creen necesarios para replicar en nuestra casa y en la sociedad. Por otro lado, en la escuela nos enseñan valores universales, donde uno de los atributos que tienen estos valores, es que nos ayudan a tener una mejor convivencia entre ciudadanos. Así pues, con el paso del tiempo un individuo va nutriéndose de valores esenciales para forjar un razonamiento ético, ideales y formas de actuar. Posteriormente, aplicarlos en los ámbitos profesionales donde se desempeñe, por ejemplo, en el sector empresarial. Sobra decir que sin una buena educación en casa y en la escuela es muy probable que cuando el individuo crezca y forme su empresa, ésta carezca de ética empresarial y responsabilidad social, lo cual conforme pase el tiempo pondrá en amenaza la operación y vida de la compañía. Y no solo eso, los empleados y las personas con los que esta empresa tenga influencia tendrán más probabilidades de imitar este tipo de conductas y lo repliquen en la sociedad o en su entorno.
Un reflejo claro de la falta de ética empresarial en México es la corrupción. Según datos de la Organización de Índice de Transparencia Internacional por sus siglas en inglés (CPI), México es uno de los países más corruptos, se encuentra en el puesto 123 de 176 países y con un índice de 30 (alta corrupción). La corrupción afecta directa e indirecta la operación de una empresa, por un lado, porque los empresarios se les hace fácil adoptar malos hábitos empresariales, que carezcan de ética y, por otro lado, estas acciones tienden a normalizarse o hacerse habituales. Por ejemplo, según las estadísticas (párrafo siguiente) nos dicen que el empresario que busca abrir un negocio sabe que para agilizar los permisos, hay que dar una “mordida” y en vez de negarse, da la mordida pues es un proceso ya normalizado o común.
La corrupción se convierte en un gasto financiero para los empresarios, un gasto que no forma parte del giro de sus empresas y que no representa ningún beneficio operacional en sus compañías. En México, según datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), los dueños de empresas desembolsaron más de mil 600 millones de pesos por actos de corrupción, para tramites, solicitudes de gobierno, para evitar multas o sanciones, etc. Y no es un hecho aislado, que afecte a pocos. En un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de investigación y Docencia Económicas (CIDE), el 44% de los empresarios encuestados en México, reconocieron haber pagado algún tipo de soborno, y el 75% dijo que de sus pagos extraoficiales son para agilizar algún trámite, licencia o permiso.
Con estos datos podemos plantearnos ¿Por qué los empresarios prefieren gastar en corrupción a optar por ser éticos? La respuesta es muy fácil, pues creen que es más rápido y menos costoso “entrarle” a la corrupción que ser éticos, pues eso indica que tienen que pagar a sus trabajadores lo que marca la ley, ser sustentables, tener buena cultura organizacional, ambiente laboral, pagar impuestos, honestidad con el cliente, mejorar procesos, etc.
Una empresa con una buena base de ética empresarial puede llegar a ser mucho más redituable que caer en el juego de la corrupción. “La ética empresarial es el alma de la empresa, lo que la inspira a ser creativa, que guía sus actos y provoca el deseo de ser reconocida y anhelada por inversionistas, empleados y clientes. No es una moda en el ambiente empresarial, es realmente una joya que merece portarse día a día con orgullo y decisión”. (Barajas, S. 2013). Un buen ejemplo es la empresa Nestlé, quien durante años ha invertido en tener procesos sustentables y en responsabilidad social, lo cual se ve reflejado y premiado pues “las ventas generales de Nestlé subieron a 21 mil millones francos suizos (21 mil 100 millones de dólares) desde 20 mil 900 millones de francos del primer trimestre de 2016”. (El Financiero, 2017). Si bien es cierto, este proceso puede tomar más tiempo, a la larga se convertirá en un valor agregado que va a ser un diferenciador de la empresa sobre sus competidores, porque esto es algo que los nuevos consumidores están apreciando, y sin duda será un buen argumento para que el consumidor adquiera sus productos o servicios.
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