PROCESO ADMINISTRATIVO COMO HERRAMIENTA PARA EL ÉXITO EMPRESARIAL

Definir el éxito de una empresa a partir de la implementación de 4 procesos, que teóricamente son sencillos y estándares, podría sonar utópico e incluso descabellado, si se tienen en cuenta las dimensiones que puede llegar a tener una organización y la complejidad que alcanza para poder tener un funcionamiento aceptable en un mercado de evolución constante y regido por infinidad de factores internos y externos que cambian continuamente. Pero es desde lo simple, que las grandes causas prosperan y permiten desarrollar todo un entorno alrededor de una idea.

Partiendo de lo anterior, cabe anotar que cuando se plantean los procesos administrativos debe surgir en el administrador una idea de complejidad asociada a las 4 funciones que se presentan como herramientas de administración: Planeación, organización, dirección y control. Ahora, este nivel de complejidad radica, no en la aplicación de estos conceptos como tal, sino en la manera en la cual se deben acoplar a un estilo de dirección personal y a un ambiente laboral que pueden incluso ir en contravía; además cuando se cataloga como compleja a una teoría básica, lleva a analizar lo realmente importante que es la universalidad del concepto. Es de aquí, que se puede determinar la importancia del proceso administrativo en el éxito empresarial.

Para entenderlo mejor y tomando como referencia el documento PROCESO ADMINISTRATIVO elaborado por Juan Pablo Amador, es importante saber con exactitud cuál es el perfil básico y cuál el complejo de estas funciones. Por básico se puede entender algo que no reviste dificultad o confusión al momento de comprenderse y aplicarse y esto es precisamente lo que brindan estas 4 funciones; 4 conceptos ligados a la cotidianidad enmarcados en un contexto empresarial y cuyo centro siempre es la consecución de objetivos. Hablar de planeación, organización, dirección y control, es remitirse a hablar de los procesos que se realizan al crear una multinacional o al querer ir de paseo con la familia. Por esto se pueden definir como básicos, incluso al momento de darles una profundidad conceptual. Por otra parte, si administrar lo podemos fundamentar en el proceso administrativo y a este solo le vemos su perfil básico, sería compatible pensar en que cualquiera puede ser administrador sin necesidad de pasar por la academia y mucho menos buscar realizar especializaciones en los diferentes campos en los cuales la administración tiene entrada; pero cualquiera puede ser médico aunque son pocas las personas que salvan vidas.

El proceso administrativo ofrece un grado de complejidad tal, que muchas empresas mueren en el intento de surgir en el mercado solo por no tener clara la aplicación y la aplicabilidad de estas funciones. Al administrador se le puede ver como un simple coordinador, al cual le dan unos recursos y un personal para que opere y genere ganancias, pero el papel del administrador va más allá e incluso raya con una descontextualización global y cotidiana para centrarse en contextualizar una idea dentro de una empresa y a una empresa dentro de un mercado. Y volviendo a utilizar como analogía la empresa con la cotidianidad, es frecuente escuchar expresiones como "lo que se planea, no resulta" o "entre más planee, menos hace", expresiones que viven en el argot popular por una simple razón: son ciertas, y hay infinidad de casos que avalan estas expresiones, pero que a su vez, también avalan la importancia de realizar una buena planeación. Y es aquí donde algo tan básico evoluciona a la complejidad. Este proceso no nos pide, por ejemplo pide realizar una planeación sino crear un curso de acción preciso para determinado lapso de tiempo, bajo parámetros y políticas precisas y predefinidas en las cuales se integren todos los por mayores y por menores de la actividad económica y su relación con el entorno, a lo cual se le denomina planeación.

De lo ya expuesto, y dejando claro lo básico pero complejo que se muestra el proceso administrativo, es inherente fusionar estos perfiles y entrar en la universalidad del concepto. Algunas empresas utilizan Benchmarking, otras utilizan justo a tiempo, algunas trabajan por macro procesos o por calidad total, mientras un grupo se rige por APO. Esto puede ser muy variable y una empresa sufrir reingenierías y cambios totales en su manera

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