La Arquitectura. Antonio Guzmán Blanco
Enviado por katherinecarb • 3 de Diciembre de 2012 • Ensayo • 1.695 Palabras (7 Páginas) • 1.729 Visitas
LA ARQUITECTURA
Durante el lapso de tiempo que ocupa este estudio el movimiento arquitectónico estuvo encerrado en los moldes del estilo colonial con tendencia al renacentismo. Para la segunda mitad del siglo XIX el estilo barroco estaba en vigencia en la construcción de edificios, de los cuales quedan algunas muestras en San Carlos de Cojedes, Guanare, Barinas, Coro y Valencia.
La llegada del general Guzmán Blanco va cambiando la fisonomía arquitectónica, especialmente en las edificaciones de Caracas. Esta ciudad es donde se deja ver la influencia del neoclasicismo francés.
Las obras de ornato, los boulevard y los paseos no escapan a esta influencia arquitectónica que al fin y al cabo, rompió con la monotonía que la arquitectura colonial mantenía en las ciudades y las poblaciones del país.
Estas manifestaciones del neo-clasicismo en la arquitectura se mantendrían hasta bien avanzado el siglo XX, en su primera década, pues con la aparición del petróleo y la llegada de la influencia norteamericana, todo fue transformándose en Venezuela. Incluso en el orden arquitectónico que empezó a regirse por los cánones de la arquitectura norteamericana. La construcción de urbanizaciones en las principales ciudades del país, fue cambiando la fisonomía de las edificaciones para ajustarla a las necesidades de la época: más sencillez en las líneas generales, mayor aprovechamiento del espacio, sobre todo, buena comodidad en los servicios de las edificaciones, según el uso a que se hubiesen destinado.
Una discreta arquitectura de origen hispánico (véase Arquitectura colonial) puede ser contemplada en los restos de las fortificaciones y cascos antiguos en La Guaira, Puerto Cabello, Cumaná, Maracaibo o Araya. De especial importancia es el conjunto de admirables casonas coloniales en la ciudad de Coro y las sedes de la Compañía Guipuzcoana en La Guaira y Puerto Cabello. Hay, asimismo, destacados templos antiguos en La Asunción, en Caracas (véase Catedral de Caracas) y en Coro, con manifestaciones dieciochescas en los templos de Píritu, Guanare, Calabozo y otras ciudades. Son interesantes los restos de haciendas coloniales en la península de Paraguaná y en los valles de Aragua y de los Andes. Del siglo XIX se conservan haciendas con grandes patios para secar café y cacao, tanto en los estados andinos como en el noreste del país. Modestas manifestaciones de arquitectura urbana decimonónica se pueden contemplar en Caracas, Macuto, Maracaibo, Barquisimeto y otros núcleos urbanos.
A la arquitectura civil colonial corresponden la quinta Anauco, en Caracas, donde se ha instalado el museo de Arte Colonial, y las casas de Arcaya y de las ventanas de hierro, en la ciudad de Coro, todas ellas del s. XVIII. En el s. XIX se construyó el edificio del Capitolio Nacional. En el s. XX, sobre todo a partir de 1936, la arquitectura alcanza un gran desarrollo y proliferan los edificios civiles, obras de arquitectos venezolanos y extranjeros. Destacan en Caracas, entre otras construcciones, la ciudad universitaria, de Carlos Raúl Villanueva; el museo de Bellas Artes, de Óscar Niemeyer; el conjunto urbanístico del centro Simón Bolívar, de Cipriano Domínguez; el edificio El Camarón, de M. Breto, y el conjunto residencial El Conde, de M. Bemmergui, así como la iglesia de Nuestra Señora de Coromoto, en Maracaibo, obra de José Castillo, y las villas en Altamira, edificadas por Carbonell y Sanobria
Periodo 1870-1889 Antonio Guzmán Blanco
En el gobierno autocrático de Guzmán Blanco (1870 – 1888) se realizaron varias obras arquitectónicas monumentales, de acuerdo al ideal del dictador, entusiasta admirador de París, quien pretendía hacer de Caracas otra "Ciudad Luz". Son construcciones imitativas o inspiradas en los estilos franceses neoclásico, neogótico, ecléctico. Las principales son: El Capitolio, el Teatro Municipal, la Basílica de Santa Teresa, la Santa Capilla y el Arco de la Federación.
El Capitolio Nacional: el Capitolio está considerando como la obra arquitectónica más grandiosa erigida por Guzmán Blanco. Para su construcción expropió, arbitrariamente, el convento de las monjas Concepciones.
Su planificación y construcción correspondió al ingeniero Luciano Urdaneta (hijo del prócer de la Independencia el General Rafael Urdaneta), formado y graduado en París.
El Capitolio consta de dos grandes cuerpos de edificios. Primero se construyó el cuerpo Sur, que recibe el nombre del Palacio Legislativo. El Cuerpo Norte tiene una fachada con columnas corintias y las dos cariátides de la Ley y la Justicia. La cúpula de forma ovoidal sostiene una sobre cúpula metálica y, en el interior, se halla el lienzo de Tovar y Tovar, "La Batalla de Carabobo". La fuente monumental que se encuentra en el patio central es una copia de la Fuente de la Plaza de la Concordia en París.
El Teatro Municipal: originalmente se llamó Teatro de Caracas y Teatro Guzmán Blanco. Para construirlo, el dictador, mandó derribar el templo de San Pablo.
Su planificador fue Esteban Richard, y los trabajos finales se deben a Jesús Muñoz Tébar.
El Vestíbulo es semicircular y de columnas corintias. En la parte superior, lo decoran amplias arquerías que encierran ventanas de arcos semicirculares alternadas con ventanas circulares. En el friso del salón las ventanas son de forma oval. La capacidad es para 1.300 espectadores.
La Basílica de Santa Teresa: en parte para resaciar a la Iglesia y en honor a su esposa que se llamaba Ana Teresa Ibarra, Guzmán Blanco decretó la construcción de este templo. Dirigió la obra, de estilo neoclásico, el arquitecto Juan Hurtado Manrique. Es una Iglesia doble. En el centro está el Altar Mayor. Las naves
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