La Economía Colombiana, Un Satélite De Los Procesos De Globalización
Enviado por YULIATORO1 • 6 de Abril de 2013 • 2.253 Palabras (10 Páginas) • 301 Visitas
La economía colombiana, un satélite de los procesos de Globalización
El presente ensayo, cuyo referente principal es el texto de la CEPAL “Globalización y desarrollo”, pretende responder a la pregunta formulada en el curso en relación a la incidencia de los procesos de la globalización en la economía colombiana: ¿Cuál es la importancia de los procesos de Globalización en la economía del país? De alguna manera, el ensayo se constituye además, en un informe de lectura comprensiva del texto citado como fuente principal. Esto es así en la medida que es el texto que aporta los conceptos fundamentales que utilizaré en el ensayo.
Cuando se afirma que la globalización es la“creciente gravitación de los procesos económicos, sociales y culturales de carácter mundial sobre aquellos de carácter nacional o regional” , se está adoptando una posición objetiva y crítica con relación al fenómeno de la globalización. De una parte, se quiere aceptar con ello, la enorme injerencia que la mundialización de la economía tiene sobre las economías de los países latinoamericanos, entre ellos Colombia. Se infiere además del documento, que el hecho es histórico, complejo y multidimensional, en la medida que influye, por las leyes de la causalidad, los demás aspectos que conforman la nacionalidad, su identidad social y cultural, dependientes en gran medida del modelo económico dominante en el país
De otra parte, al colocar como centro de gravedad los aspectos de carácter nacional o regional, los articulistas centran su interés en los procesos de desarrollo de la economía latinoamericana y de los países que conforman la región. Se gravita en relación a algo. La analogía es tomada del proceso físico gravitacional de los planetas con respecto al sol. Pero también se puede gravitar sobre sí mismo cuando la identidad de lo nacional, de lo propio, es el asunto central y no al revés como parece ser la opción que asume la economía colombiana con respecto a la globalización. Esta es la razón del título de este escrito, aceptando la idea, lamentable por cierto, según la cual, el rumbo que parece seguir la economía colombiana es la apuesta riesgosa de ser satélite de los procesos que involucra la globalización.
Para una lectora no especializado en los temas económicos, como es mi caso, la globalización es algo, novedoso, benéfico e inevitable, pues así aparece en la mayoría de los escritos y noticieros que aparecieron recientemente con motivo de la firma del TLC de Colombia con los Estados Unidos de Norteamérica. También tiene uno la idea vaga de que es algo así como el fenómeno milagroso que resultó de la reciente revolución tecnológica de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC. A partir de estas confusiones, no se advierte que la globalización para nuestro país empezó desde el momento en que fuimos colonizados por el capital en expansión de la metrópoli española. Desde esa época fuimos adicionados como satélites de la economía global, a pesar de los esfuerzos posteriores que hemos hecho por ser un estado independiente, autónomo, con modelo económico alternativo propio, diferente a los dictados por las metrópolis que ha posicionado como dominantes, la movilidad del capitalismo en su desarrollo histórico: España, Inglaterra, Francia Estados unidos. “La expansióndel capitalismo es el único fenómeno histórico que ha tenido alcances verdaderamente globales, aunque incompletos. Con mayor intensidad que otras regiones del mundo en desarrollo, la historia de América Latina y el Caribe ha estado estrechamente vinculada a esta evolución desde fines del siglo XV” (CEPAL, 2002, “Globalización y desarrollo”, página 18).
La globalización está ahí, es inevitable, sostienen como dogma los evangelistas Neoliberales que la impulsan actualmente en el ámbito internacional y local. Sin advertir que esta es la forma de convertirla en mito, tal y como lo afirma el nobel alternativo de economía, Manfred Max Neef; sin hacer anotar que ella es el resultado del desarrollo del capital internacional en su fase de expansión hacia las empresas transnacionales. Compañías que actualmente modelan la economía de los países desarrollados. Tampoco hacen claridad sobre lo más importante: la globalización no fue pensada como modelo de desarrollo económico, ni siquiera es un modelo de desarrollo.
Com tal, la globalización es un hecho económico histórico que afecta todos los procesos de la economía mundial. Por supuesto Colombia no es ajena a las turbulencias que su gravitación produce sobre su aparato productivo. Por esta razón, describe el texto de la CEPAL en forma objetiva las oportunidades y los riesgos que ella produce en las economías locales si no se adoptan mecanismos de protección adecuada para salvaguardar, no solo el patrimonio de los recursos naturales, sino también los modos de vida que se verán contagiados por el consumismo acelerado que ella sobredimensiona. Como riesgo eminente ella socaba los recursos naturales y los sistemas de valores sociales y culturales que son expresión de la identidad de nuestro país. Por lo tanto, una actitud poco crítica frente a internacionalización de la economía, atenta no solo contra los recursos naturales, origen de nuestra riqueza y biodiversidad, sino también contra nuestra propia idiosincrasia como colombianos que aspiramos a la ciudadanía universal.
Esa actitud poco crítica, más bien sumisa hacia el capital internacional, se ha visto reflejada en los casi ocho años de súplica del anterior gobierno para la firma del tratado de libre comercio con los Estados Unidos. A dicho acuerdo comercial se le ha visto como la panacea que aliviará todas nuestras inequidades económicas y sociales. No gravitamos en torno a nuestro propio desarrollo sino hacia afuera. El TLC, sostienen los articulistas de los diarios, se convierte en una oportunidad para insertarnos en la economía mundial. Los riesgos son minimizados. En efecto, además de una posible oportunidad, también implica un verdadero riesgo, tal y como lo advierte en forma tímida y objetiva el documento de la CEPAL. Es fundamental que se tomen las medidas necesarias para competir en igualdad de condiciones con los países desarrollados. Tal parece que así como nuestro aparato ´productivo casi colapsó con la apertura económica de los años 90, puede ocurrir en algunos sectores de la economía. Así lo advierte la crónica de la revista SEMANA , en su edición del pasado 24 de octubre del 20011, cuando señala cuales sectores de la economía se verán afectados por la competencia desigual que se les avecina con relación a los productos subsidiados por la poderosa economía del norte.
Además de la carencia de recursos humanos calificados, del escaso desarrollo
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