La mano invisible definida por Adam Smith en 1759

     La mano invisible definida por Adam Smith en 1759, es según Fernando Luis Gache y Dino Otero La Confianza, basan sus estudios, en las distintas recesiones que tiene el mercado bancario, explicando lo siguiente: durante las diferentes crisis bancarias que han afectado a Estados Unidos ha sido la confianza que ha permitido la estabilización y desestabilización del sistema actuando como la mano invisible, esto se debe a que es el factor determinante para el cierre de negocios, como lo fueron en aquel entonces la adquisición de hipotecas por clientes,  que estaban directamente amarradas al crecimiento del mercado inmobiliario y fue esta misma confianza la que permitió que los bancos una vez ahogados al no tener la reserva exigida por el acuerdo de Basilea favoreció que pudieran adquirir el dinero con entidades bancarias internacionales fundados en las buenas relaciones que habían tenido en el pasado. No queda explícito, si dicho financiamiento otorgado por los bancos internacionales incluían políticas que velaran por los intereses de los prestamistas en caso de incumplimiento, lo cual daría por sentado, que no se trata solo de una relación de confianza, se estaría hablando de una relación económica en la cual, el prestamista se ve favorecido por el acuerdo generado.

     Esta confianza que destacan Gache y Otero, explican que se pierde una vez el mercado inmobiliario comienza a bajar, el precio de las posesiones adquiridas por los clientes, empieza a ser superior al valor real del mercado, en consecuencia, los clientes y el público en general de Estados Unidos pierden la fe en la banca llevando a un aumento sustancial de la crisis financiera.

   Además, en ese mismo trabajo para resaltar el concepto de la confianza los autores utilizan las siguientes definiciones de la mano invisible, de las cuales se denotan tres:

• Es la competencia.
• Es el interés egoísta.
• Es la Providencia.

   Por otra parte, en el texto Más allá de la Mano Invisible, se expone que la eficacia de esta metáfora, es mientras cada uno de sus componentes no tengan el poder para influenciar el mercado, teniendo en cuenta que la acumulación de un bien o servicio por un individuo o grupo resultaría perjudicial para la eficacia de la mano invisible y sus propiedades reguladoras del mercado.

    Entonces, a qué hace referencia esta metáfora que aparece en la Teoría de los Sentimientos Morales, se refuta lo siguiente contemplado en Adam Smith: la mano invisible o la confianza:

• La confianza no fue determinante para el equilibrio del mercado bancario y su prosperidad en el tiempo dado que, en el mismo ejemplo se evidencia que las negociaciones estaban directamente vinculadas con el sector inmobiliario cuya baja o alza, no necesariamente estaba determinada por la confianza de los inversores, en este caso de 2009, la especulación y el exceso de la oferta fueron determinantes para la baja.
• En la explicación de esta metáfora Adam Smith señala que la competencia es un factor clave, no es la mano invisible.
• El interés egoísta si está contemplado por Smith pero, otra vez es un componente no el concepto en sí.
• La Providencia no resulta tampoco una definición ajustable dado, que la mano invisible, demanda la libre competencia en un mercado donde las regulaciones del Estado son las mínimas para garantizar la justicia y el acceso a bienes y servicios públicos.

    Como corolario, la mano invisible es una metáfora podría interpretarse como el bienestar individual que favorece el bienestar colectivo, aplicable a mercados que se desarrollen bajo un mínimo de garantías que reconozcan la libre competencia y un principio, levemente mencionado que mantener cierta igualdad entre los componentes, es decir, que ninguno de ellos por su tamaño y/o poder puedan influenciar el mercado. Ciertamente, Adam Smith considera que el egoísmo es regulado por esta mano invisible, pero transcurridos doscientos años de este pensamiento la economía ha sufrido cambios provenientes de transformaciones sociales y políticas, cambio climático, guerras, acuerdos económicos, avances tecnológicos, entre otros, que han  favorecido que ciertas áreas sean tan poderosas que puedan influenciar el mercado.

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