Las cinco tentaciones de un gerente

Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE-L

Gestión Empresarial

Nombre: Guevara Byron

Fecha: 17/10/2019

Tema: Las cinco tentaciones de un gerente

Desarrollo:

Las 5 tentaciones de un gerente es una obra de Patrick Lencioni en la cual nos cuenta acerca de las debilidades típicas de los gerentes.

Andrew O´Brien es un gerente de la empresa de tecnología Trinity Systems, desde hace un año, y tenía que enfrentar una junta directiva al día siguiente, en la cual debería rendir cuentas de un año fiscal, los cuales no eran nada agradables para la estabilidad de la empresa.

A media noche Andrew, decide regresar a casa, debido a un percance no podría salir en su vehículo y decide tomar el tren subterráneo Bart, en el cual conoce a un señor llamado Charlie, quien busca establecer una conversación, después de un tiempo accedió, llevándose una gran sorpresa.

El tema de la conversación es sobre las experiencias del padre de Charlie, quien fue gerente de un ferrocarril, a través de anécdotas y cortos ejemplos. Es aquí en donde comienza el reconocimiento de los errores cometidos por Andrew y de esta manera el aprende para ser mejor en la empresa, de esa forma pretende sacar adelante a sus trabajadores tomando en cuenta las 5 tentaciones de un gerente. Al poco de tiempo de conversar acerca de estas dichas tentaciones, se encuentra con la realidad de que todo fue un sueño. Y al final de la historia pasan 3 años y el gerente ya no es Andrew, el gerente es alguien desconocido, pero fue inspirado por Andrew.

PRIMERA TENTACIÓN: Anteponer la posición a los resultados[pic 1]

La primera tentación hace referencia a concentrarme en mi carrera y mi posición antes que, en los resultados de la compañía, haciendo que la actitud de Andrew sea de despreocupación y falta de interés donde los resultados no se cristalizan, incluso superando la primera tentación los resultados no fueran favorables si cedo a la segunda tentación

SEGUNDA TENTACIÓN: Anteponer la popularidad a la necesidad de exigir cuentas[pic 2]

Es la necesidad de agradar y granjearse la simpatía del personal, a expensas de exigirles cumplir con sus responsabilidades, provocando grandes problemas, A Andrew no le preocupa ser querido por su personal, simplemente creía que no pide cuentas porque no sentía que es justo pedir cuentas. Teniendo q ver con la tercera tentación.

TERCERA TENTACIÓN: Anteponer la certeza a la claridad[pic 3]

Charlie le dijo a Andrew que es necesario tener claridad, en eso se enfoca esta tentación. No sentimos que sea justo porque nos desagrada tomar decisiones claras y oportunas porque no deseamos equivocarnos. Entonces esperamos que alguien sea culpado por los resultados nada buenos. Andrew sonriendo menciono: Alguien podría pasar una vergüenza o ser despedido, aunque nadie haya tenido el valor de decirle lo que esperaba de él o ella.

CUARTA TENTACIÓN: Anteponer la armonía al conflicto productivo[pic 4]

Andrew comprendió que: Teme enfrentar el conflicto, poner sus ideas sobre la cuerda floja donde podrían ser cuestionadas. Entonces no se benefician de las distintas opiniones e ideas de su personal. E imagina que esta es la cauda de fondo de toda confusión, el temor de generar el, conflicto ideológico productivo.

QUINTA TENTACIÓN: Anteponer la invulnerabilidad a la confianza[pic 5]

A nadie le agrada reconocer sus errores; pero hay personas que sencillamente detestan hacerlo. Los grandes gerentes no sienten mengua alguna en su imagen cuando se equivocan porque saben quiénes son, saben por qué ocupan ese cargo y se dan cuenta de que los resultados de la organización, y no la apariencia de inteligencia, son la medida última del éxito de la organización, y no la apariencia de inteligencia, son la medida última del éxito de la organización. Saben que la mejor forma de obtener resultados es poniendo sus debilidades sobre la mesa e invitando a los demás a ayudarles a minimizarlas. Los gerentes que comprenden este concepto a nivel intelectual, pero son incapaces de reflejarlo en su conducta, a veces cometen el error de buscar momentos simbólicos para reconocer sus errores y debilidades. Esto solo contribuye a reforzar la noción de que el gerente no está dispuesto a poner sus verdaderas debilidades sobre la mesa. Para vencer esta tentación es preciso soportar un cierto grado de temor y dolor.

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