Las fluctuaciones del mercado petrolero y sus variaciones

Las fluctuaciones del mercado petrolero y sus variaciones siempre se han visto arraigadas a múltiples factores, en general siempre correspondiendo a la depreciación por parte de los mayores consumidores en relación con los países productores y exportadores cuando estos consiguen o conciben más allá de sus acuerdos y tratados la forma de reducir costos de importación de crudo sin desatender la demanda de su población. El precio del petróleo se había mantenido dentro de un rango estrecho desde 2016 cuando se introdujeron acuerdos de disminución en los niveles de producción entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros productores, debido principalmente a la  acumulación de inventarios por países como los Estados Unidos de América, uno de los más grandes consumidores de crudo.

La acumulación de inventario y la producción creciente de países no pertenecientes a la OPEP, generaron movimientos en los precios a comienzos del 2017 dentro de rangos estrechos, en contraste con las amplias fluctuaciones que se experimentaron en diversos momentos del año anterior. En este punto parecía que el mercado petrolero había mostrado signos de aproximarse al equilibrio entre oferta y demanda.  Esto gracias al cumplimiento en las reducciones voluntarias de producción por parte de miembros de la OPEP y algunos productores fuera de ella.

 La mejora constante de la economía  nivel mundial, genero un estímulo adicional al consumo de petróleo; pero la pérdida de participación en el mercado por los países de la OPEP, y el aumento de la producción petrolera de EUA limito nuevamente el mercado sin dejar siquiera que los buenos tiempos para los precios del barril pasaran del valor promedio hasta entonces. Considerando que en EUA, se acumularon 8.2 millones de barriles, la producción estadounidense estaba aumentando tan rápido que podría matar al mercado.

La caída de los precios a mediados de 2017 hasta niveles no vistos desde principios del último trimestre del 2016 reflejó el desvanecimiento de la confianza de los actores del mercado petrolero mundial, sumándole a eso el aumento en el suministro global que creció cerca de 720 millones dado que los productores dieron rienda suelta a la producción. Crecimiento que mostro un alza de alrededor de 330 millones de barriles diarios, con incrementos superiores en Nigeria, Libia y Arabia Saudita. Por ende la Demanda en volumen cerró después de un comportamiento carente de relieve en el primero, con una no esperada pero benéfica alza estimada en 1.5 millones de barriles diarios. La estimación de la OPEP apunta a una reacción alcista saludable, gracias un comportamiento robusto tanto en la India, como en China, por la creciente demanda en los sectores industrial y del transporte.

Con la operación de los acuerdos de Viena se consiguió que en 2017 se encontrara una recuperación modesta pero significativa de las cotizaciones internacionales del crudo y se les mantuvo en torno del objetivo de 50 dólares por barril.  

Luego de esta mejora proyectada, se presentan otros factores que atentan contra el mercado petrolero, unas de ellas atribuidas al plan de energía de la casa blanca, llamo “Estados Unidos primero” donde proponen Alcanzar y mantener una independencia total de cualquier necesidad de importar energía del cartel de la OPEP o de cualquier nación hostil a los intereses del país norteamericano. Llevando está a acciones como la suscitada el 1 de junio de 2017 cuando el presidente de Los Estados Unidos de América anunció que su país abandonaba el Acuerdo de París en materia de cambio climático. Con el objetivo entre tantos de evitar la pérdida de 2.7 millones de puestos de trabajo para el año 2025, y para el año 2040, importantes reducciones de la producción industrial en áreas derivadas del petrolero. Otra medida fue la anulación del Plan de Energía Limpia por parte del presidente Trump. Y la considerada más grave medida consecuente de esa reacción aparece el 9 de octubre de 2017 cuando se propone vía libre a la exploración y extracción costa afuera, donde se presenta la expectativa de convocar a 47 licitaciones para la venta de licencias de perforación entre 2019 y 2022: 19 frente a las costas de Alaska y 12 en el Golfo de México. Y otras siete más en aguas del Pacífico, frente a California. Generando esto gran vulnerabilidad de exportación de crudo en países cercanos al gran consumidor americano como mexicano y países de norte de sur américa como Venezuela.

...