Liderazgo Como Factor De Cambio En Las PYMES Mexicanas

EL LÍDER COMO AGENTE DE CAMBIO EN LAS PYMES MEXICANAS

Por Héctor Alonso Alvarado Ruiz

Este ensayo se orienta a realizar una reflexión sobre la importancia del liderazgo en la dirección de las PYMES mexicanas y sobre cómo puede actuar como factor de crecimiento.

Mucho se ha escrito sobre liderazgo, y a primera vista parece un término fácil de definir, pero no hay definición alguna que satisfaga a todo el mundo; muchos creen que es más factible identificar a un líder que definirlo. En lo que sí debemos concordar es que en todas las organizaciones es indispensable contar con personas capaces de dirigirlas eficazmente para así alcanzar las metas trazadas.

Eva Kras, en su libro Cultura Gerencial México-Estados Unidos, menciona que históricamente, el mexicano es devoto al líder, no a la organización; esto nos hace inferir que existe una necesidad de líderes en quienes creer y con los cuales identificarnos. Además representa una gran ventaja para las PYMES ya que el reducido número de empleados hace más fácil el contacto líder-trabajador y por ende se crea una identidad más rápida e íntima.

Cuando hablamos de un gran líder, tendemos a idealizarlo como una mujer u hombre perfecto en todos los sentidos, pero en la práctica no se cristaliza. Todos los líderes tienen fallas, son humanos. Donde el líder no debe fallar nunca, al menos conscientemente, es en cuestiones humanas.

Engañar al personal, velar sólo por intereses propios, mostrar debilidad frente a una crisis, ser insensible, mostrar favoritismos e incongruencias, no enseñar, no comunicarse con el personal, carecer de metas desafiantes y no reconocer el esfuerzo y los logros del grupo de trabajo pueden acarrear costos muy altos, como el gastar más en sueldos y bonos para retener al talento, invertir en reparar daños causados por personal resentido, un alto índice de rotación de personal, tener conflictos interpersonales que puedan conducir a una huelga o litigio, etc.

En el caso de las PYMES, inmersas en un mar de recursos escasos, competencia agresiva y mercado difícil, el estrés puede llevar al director a actuar más como villano que como héroe y su perfil parece no ajustarse al de un buen líder. Muchos de estos pequeños empresarios, en su lucha por crecer, han sido duros, intolerantes, soeces, insensibles y más, pero han sobrevivido y han cambiado sus actitudes, y sus empresas han prosperado .

En el libro Las 21 leyes irrefutables del liderazgo de John C. Maxwell , se enumeran 67 características, entre cualidades, valores, habilidades y capacidades, que debe poseer un buen líder. Ahora bien, dado que somos humanos y con frecuencia nos dejamos llevar por lo pasional y lo visceral, no podremos evitar fallar en alguna o algunas cualidades, pero habremos de pagar caras consecuencias por nuestros desatinos.

En conclusión, pienso que el director

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