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Los Monopolios


Enviado por   •  28 de Abril de 2014  •  4.478 Palabras (18 Páginas)  •  207 Visitas

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¿Qué es el monopolio?

Un monopolio es una situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un productor (monopolista) oferente que posee un gran poder de mercado y es el único en una industria dada que posee un producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado.

Para que exista un monopolio, es necesario que en dicho mercado no existan productos sustitutos, es decir, no existe ningún otro bien que pueda reemplazar el producto determinado y, por lo tanto, es la única alternativa que tiene el consumidor para comprar. Suele definirse también como «mercado en el que sólo hay un vendedor», pero dicha definición se correspondería más con el concepto de monopolio puro.

Un monopolio puro es un caso especial de monopolio en el cual sólo existe una única empresa en una industria. En realidad no suele darse en la economía real, excepto cuando se trata de una actividad desempeñada mediante una concesión pública, pero se suele utilizar su figura para explicar la situación en la que existe un vendedor que es el único que posee un gran poder sobre el mercado.

Monopolios y concentración económica en Argentina

La economía argentina se desarrolla con una fuerte concentración en sectores claves, que disminuye la competencia y provoca abusos de posición dominante en los mercados. Aumentan precios por encima del promedio, presionan a proveedores y castigan los bolsillos de los consumidores.

Sólo dos empresas en el país fabrican tolueno (Repsol-YPF y Petrobras), el producto petroquímico del que deriva el plástico. Ese insumo se utiliza para elaborar envases para gran parte de los bienes de consumo. Una sola compañía produce el 99 por ciento de chapa laminada en frío y el 84 por ciento de la laminada en caliente: Siderar. Con este insumo se fabrican vehículos, tractores, hojalata para envases, heladeras, lavarropas, cocinas y otros electrodomésticos. Aluar tiene el monopolio del aluminio, otro insumo de uso difundido. Estas compañías comercializan productos que se utilizan en la fabricación de casi todos los bienes, y por ese motivo determinan en buena medida el precio y el abastecimiento de lo que se consume en el país. Pero la fuerte concentración en pocas empresas en sectores clave de la economía argentina se extiende a otras áreas tan diversas como alimentos, TV por cable, lácteos y supermercados, entre otras.

La concentración se desarrolla por dos vías: 1. las grandes empresas compran a las más pequeñas, y/o 2. realizan maniobras anticompetitivas hasta fundirlas para quedarse con la porción de sus mercados. En ambos casos se puede concretar de manera legal o ilegal. En Argentina, para comprar o fusionarse con otra empresa existen límites que tienen que ver con la porción de mercado que va a acaparar la nueva compañía conformada luego de la operación. El porcentaje depende del sector y la aprobación está en manos del Ministerio de Economía. A la vez, está vigente una ley de abuso de posición dominante, que impide a los grandes jugadores utilizar su poder para ahogar a los más pequeños. “En los últimos años existieron cientos de denuncias que fueron cajoneadas por la Comisión de Defensa de la Competencia (CNDC) o por la misma Secretaría de Defensa de la Competencia”, señaló José Sbattella, actual presidente de la CNDC.

Hay diversas maneras en que una gran empresa puede desplazar a una pequeña para quedarse con su porción de mercado. Tiene la posibilidad de vender más barato en la zona de mayor influencia de esa pyme (generalmente las pequeñas empresas concentran su potencial en una zona geográfica), puede presionar a los clientes para que no le compren bajo amenaza de no venderle sus productos o de restarles beneficios, o incluso puede presionar a sus proveedores de insumos para que no le vendan. Tanto puede alcanzar su poder que son usuales esas prácticas. Sólo el Estado puede frenarlas utilizando la ley de abuso de posición dominante, que prohíbe esas maniobras.

Las razones de la actual inflación son múltiples y complejas. Sin duda, una de ellas consiste en una demanda elevada y que no cede desde hace cinco años frente a una oferta que no está acompañando por falta de inversión. En una economía de competencia las compañías se cuidarían antes de aumentar sus precios y perder porciones del mercado. Uno de los sectores que viene aprovechando el alza en el consumo en los últimos meses es el del supermercadismo. Según datos del Indec, las grandes cadenas subieron los precios de los alimentos un 3,3 por ciento en mayo contra un 0,1 por ciento que dio el cuestionado relevamiento del ente oficial en todo tipo de comercio. Según la consultora privada SEL, el salto fue del 15,4 por ciento. El grado de concentración de los supermercados es considerado como “muy alto” por la Comisión de Defensa de la Competencia: sólo tres supermercados acaparan el 83 por ciento de las ventas.

Ejemplos de monopolios en nuestro país

Edesur y Edenor:

Edesur fue una de las empresas surgidas del proceso de transformación del sector eléctrico desarrollado por el Poder Ejecutivo Nacional entre los años 1991 y 1992, a efectos de permitir el ingreso de capital privado a la operación del sistema.

Edenor es la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina en términos de números de clientes y de electricidad vendida (tanto en GWh como en pesos).

Edenor tiene una concesión para distribuir electricidad en forma exclusiva en el noroeste del Gran Buenos Aires y en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, lo que comprende una superficie de 4.637 kilómetros cuadrados y una población de aproximadamente siete millones de habitantes.

En 2010, se vendieron 19.292 GWh y se compraron 22.053 GWh, registrando ventas netas de energía eléctrica por aproximadamente Ps. 2,2 mil millones y una pédida neta de Ps. 74,0 millones. Asimismo, se adquirió el 19,8% de la electricidad total producida y vendida por los generadores en Argentina durante 2010.

La Compañía opera su negocio en un segmento altamente regulado. Las tarifas y los demás términos de su concesión se encuentran sujetos a la regulación del gobierno argentino, actuando a través de la Secretaría de Energía y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad, o ENRE

Son, lo que técnicamente se llama, "Monopolios Naturales".

Es decir que son necesarios porque, de otra forma, no sería rentable que hubiera varias empresas compitiendo. Les sería muy gravoso y no prestarían el servicio ninguna.

Telecom y Telefónica:

El

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