MODULO I ASPECTOS INTRODUCTORIOS PROYECTO DE INVERSIÓN
Enviado por martincastilloal • 8 de Diciembre de 2014 • 3.559 Palabras (15 Páginas) • 317 Visitas
INTRODUCCIÓN
El marco lógico es una metodología que tiene el poder de comunicar los objetivos de un proyecto claro y comprensiblemente es un solo marco o matrices. El marco lógico es una herramienta que resume las características principales de un proyecto desde el diseño e identificación.
El desarrollo empresarial es esencial en nuestra nación, por lo que es necesario desarrollar investigaciones orientadas hacia su crecimiento y de esta manera aprovechar oportunidades como el plan económico promulgado por el estado que busca fomentar la producción nacional y las exportaciones.
Durante los últimos años se ha observado una rápida expansión del sector agroindustrial, lo que responde a la interacción de un conjunto de factores de variada índole, que le han conferido un nivel interesante de competitividad externa.
Este informe forma parte de una investigación que tiene como objetivo estudiar el impacto de las reformas estructurales y del ambiente macroeconómico sobre la inversión de capital fijo en la agroindustria en especial en el sector vitivinícola o vinícola.
La inversión en las empresas agroindustriales es determinada en parte por la dinámica del segmento de mercado en el cual se encuentra. Se presenta un análisis de las características de estos segmentos de mercado, su evolución y sus perspectivas.
También su evolución de desempeño su rentabilidad y sus ventas en los últimos años, esto le ofrece garantía a la inversión.
VIÑERA LAS HORTENSIAS S.R.L
1.1 Antecedentes Históricos
La historia del vino se remonta más allá de nuestros conocimientos. Las primeras pruebas históricas datan de la expansión de la civilización griega, iniciada hace mil años antes de Cristo. Fue entonces cuando el vino llegó por primera vez a Italia y Francia. Los vinos de la propia Grecia, hoy sin gran valor, fueron abundantemente ensalzados y generosamente documentados por sus poetas.
Las fuentes documentales que se conservan sobre el vino y su elaboración en la antigua Roma, permiten trazar un somero mapa de las zonas vinícolas que había en el Imperio Romano. Ha habido gran especulación acerca de la calidad del vino romano, al parecer tenía extraordinarias propiedades para la conservación, lo que en sí, sugiere que era bueno.
Los romanos conocían todo lo necesario para envejecer el vino; no se veían limitados como los griegos a las ánforas de barro, sino que tenían barriles muy parecidos a los actuales y botellas que en poco se diferenciaban a las modernas.
Durante la época medieval, la Iglesia fue depositaria de los conocimientos de la civilización y, al talar los monasterios en expansión los flancos de las colinas, cercar terrenos de cultivo, y cederles sus tierras los viticultores en trance de muerte, la Iglesia llegó a identificarse con el vino; durante siglos fue propietaria de muchos de los grandes viñedos de Europa. Entre las órdenes religiosas que se instalan en el territorio castellano leonés destaca la Orden del Cister, cuyo saber en la elaboración del vino ha sido fundamental para la obtención de vinos de calidad.
El vino, la bebida alcohólica más vieja de la que se tenga registros, ha tenido que atravesar largos periplos en su historia. Por ejemplo, sin ir más lejos, recién en el siglo XVII se pudo encorcharlos y embotellarlos. Y también estuvo al borde de la crisis y la ruina en el siglo XIX, cuando un piojo llamado Phylloxera casi hace que los productores tiren la toalla.
El vino (del latín vinum) es una bebida obtenida de la uva (especie Vitis vinifera) mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras que transforman los azúcares del fruto en alcohol etílico y gas en forma de dióxido de carbono. El azúcar y los ácidos que posee la fruta Vitis Vinífera hacen que sean suficientes para el desarrollo de la fermentación. No obstante, el vino es una suma de un conjunto de factores ambientales: clima, latitud, altitud, horas de luz, temperatura...etc. Aproximadamente un 66% de la recolección mundial de la uva se dedica a la producción vinícola; el resto es para su consumo como fruta. A pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan sólo un 0,5% del suelo cultivable en el mundo. El cultivo de la vid se ha asociado a lugares con un clima mediterráneo.
Se da el nombre de «vino» únicamente al líquido resultante de la fermentación alcohólica, total o parcial, del zumo de uvas, sin adición de ninguna sustancia. En muchas legislaciones se considera sólo como vino a la bebida fermentada obtenida de Vitis Vinífera, pese a que se obtienen bebidas semejantes de otras especies como la Vitis Labrusca, Vitis Rupestris, etc. El conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se denomina enología (sin considerar los procesos de cultivo de la vid). La ciencia que trata tan sólo de la biología de la vid, así como de su cultivo, se denomina Ampelología.
El vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad occidental, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente.
En Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o Baco (dios de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre otros donde relata la última cena de Jesús, que ofreció una copa de vino a sus discípulos representando su sangre.
Sabemos que en China, hace 4.000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que en Egipto, en el siglo XIV a. c., ya conocían la viticultura.
La viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura, dejando huellas tan claras como los vinos priorato, proveniente de la palabra prior.
La vid que desde la Antigüedad se ha cultivado en Europa y la que desde Europa se ha trasplantado a otros continentes para producir vino y uva de mesa es la Vitis Vinífera L. Tiene infinidad de variedades, que dejan de revestir interés botánico, para pasar a tenerlo agrícola, estando bastante diferenciadas las vides que producen uvas de mesa de las de vino. Se habla que existen unas cinco mil variedades de Vitis Vinífera en el mundo, cinco mil viduños. La Vitis Vinífera en estado silvestre es difícil de encontrar. Se creía incluso desaparecida.
Quizá se hayan alargado excesiva
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