Maestría en Administración de Negocios con Énfasis en Gerencia Estratégica.

República de Panamá

Universidad Interamericana de Panamá

Maestría en Administración de Negocios con Énfasis en Gerencia Estratégica

I Trimestre.

Ensayo de Inducción Gerencial

Presentado a consideración de:

Ricardo Pérez

Elaborado por:

Carrión, Katherinne                        2-724-186

Fecha de entrega

14 de septiembre de 2015.

La materia de Inducción Gerencial ha sido de mucha importancia en este proceso de formación, ya que he aprendido muchos conceptos  que necesitamos aplicar en  vida y en nuestro lugar de trabajo, mismos que nos llevaran desempeñar un cargo y a ejecutar cada una de nuestras funciones de manera efectiva, a la vez nos permite encausar nuestro potencial gerencial, además de encaminarnos a trabajar y orientar a nuestros colaboradores  en bases a la misión y visión del proceso productivo de la empresa.

Según Koontz y Weihrich, administrar es simplemente diseñar y mantener  un medio ambiente o entorno apropiado para lograr los objetivos organizacionales con el menor esfuerzo posible. Sin embargo, desde siempre los gerentes buscan desarrollar al máximo sus empresas y detrás de esta definición hay grandes personas que fueron pioneros de la administración, que dedicaron sus trabajos a analizar el trabajo y aumentar la eficiencia. Por ejemplo, Frederick Winslow Taylor se preocupada por aumentar la eficiencia de la industria a través de la racionalización del trabajo de sus operadores, por maximizar la producción y calidad y minimizar costos de producción.

Por otro lado Henri Fayol, buscaba aumentar la eficiencia de su empresa a través de su organización y de la aplicación de los principios generales de la administración, establece la división del trabajo, la aplicación de un proceso administrativo y la formulación de los criterios técnicos que deben orientar la función administrativa. Y resume  sus estudios en principios de los cuáles considero importante revisión del trabajo disciplina, autoridad, unidad de mando y la unión hace la fuerza.

En este mismo orden de ideas aparece Elton Mayo, quién también buscaba la eficiencia en la producción pero con un buen ambiente laboral entre el  empleado y empleador, evitando así el desgaste físico y mental de los trabajadores para poder trabajar en dos vías, aumentando la rentabilidad del negocio y la capacidad y motivación del personal. Llama la atención que estos estudios parten de estilos y puntos de vista diferentes y  de hecho opuestos; lo cierto es que ambos se centran en el mejoramiento de la eficiencia de la empresa. Cada estilo de administración es aplicado de acuerdo a la personalidad de los gerentes, o bien según los planes estratégicos o el momento en que se encuentre la empresa para cumplir con los objetivos establecidos por los directivos.

Para lograr generar las anheladas utilidades y perfilarnos como una empresa que genera valor agregado, debemos conocer nuestro negocio, ¿qué somos? ¿Cómo lo hacemos? y ¿a hacia dónde queremos ir? Cuando una empresa trabaja en base a su misión, su visión y sus valores se unifica la perspectiva, se camina en una misma dirección y se ve reflejado en el personal. Además de esto, no sólo generamos valor cuando caminamos hacia un mismo norte, sino también al actuar socialmente responsable tanto dentro como fuera de la empresa; es decir establecer políticas sociales que nos comprometan con la sociedad en donde ejecutamos y con los trabajadores, de esta forma retribuimos parte de las utilidades que se obtienen; además implementar medidas para mitigar y compensar el riesgo ambiental, políticas económicas y sobre todo medidas anti corrupción y evitar caer en la tentación como lo vemos hoy día en nuestra sociedad.

Es importante tener claro estos aspectos puesto que no siempre es fácil establecer e implementar estos principios o administrar con el estilo que más nos guste, sobretodo porque tenemos bajo nuestro cargo a personas que sienten y piensan; por lo que debemos hacer uso de los elementos del comportamiento organizacional y manejarlos estratégicamente para identificar qué impacto tiene en los colaboradores los cambios que queramos implementar, y desarrollar técnicas para enfrentarlo. El cambio siempre se genera porque evoluciona el mercado, un producto o servicio, nuevas tecnologías, exigencias de los clientes o simplemente cambiamos para un mejor desempeño administrativo o por mejoras. Es de suma importancia involucrar a los trabajadores, tener claro el motivo y la dirección del cambio y comunicar el motivo del cambio y los avances que se vayan dando sobre la marcha, evitar los cambios radicales y apostar más por los cambios graduales que paulatinamente se transforman en una modificación congruente.

También hay que tener en cuenta que vamos a tener opositores, y como gerentes debemos saber manejarlos y ahondar en esa resistencia, la misma proviene en general del miedo a lo desconocido, por la idea de pérdida de beneficios o que serán reemplazados por nuevos software o que el cambio es  una excusa para reducir plazas de trabajos. Es por ello que Jonh Kotter, en su libro sentido de la urgencia, plantea 8 pasos para minimizar la resistencia de los colaboradores al cambio; aunando a esto establece el cambio como una cultura y lo plasma mediante la fábula nuestro témpano se derrite; una técnica sería invitar al personal a leerlo y discutir inquietudes.

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