Magnament
Enviado por alfredo1111 • 29 de Septiembre de 2013 • 257 Palabras (2 Páginas) • 336 Visitas
Como si no fuera suficiente pedir tal cosa a sus compatriotas, Platón les imploraba a
continuación «que abandonaran el miedo supersticioso a fisgar en lo divino... poniéndose a la tarea
de obtener un conocimiento científico de sus movimientos y períodos [es decir, de los movimientos y
períodos de los cuerpos celestes]. Sin ese conocimiento astronómico —argüía de manera sublime y
retórica—, una ciudad no estará nunca gobernada de modo verdaderamente político y la vida nunca
será auténticamente feliz».
Convencer al pueblo griego de que adoptara por completo a los nuevos dioses además de
afirmar que los meros mortales eran capaces de comprender el comportamiento divino, fue una
revolución religiosa de lo más radical. Fue también una revolución científica aunque esta no se
reconocería por completo hasta el drástico descubrimiento de Isaac Newton en el siglo XVII.
Resultó que el reconocimiento llegó muy lentamente porque los astrónomos fueron muy lentos a
la hora de interpretar correctamente lo que veían en el cielo nocturno. Les parecía que el Sol, la Luna
y las estrellas se comportaban impecablemente, aparentando siempre moverse en círculos perfectos
en torno a la Tierra; entre todas las curvas conocidas, los círculos estaban considerados divinos
porque eran simétricos sin ningún error y en virtud de no tener ni principio ni fin eran eternos.
Lo que dejaba perplejos a los astrónomos eran cinco puntos de luz que no titilaban y que
parecían ir de un hado a otro por el cielo nocturno como si estuvieran bebidos. Platón se espantaba:
no era un comportamiento de dioses (lo cierto es que recordaba a los ultrajantes truquitos de Zeus y
Hera) y amenazaban con desacreditar su reforma religiosa.
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