Marco Teorico De Empresa Hotelera
Enviado por ctdmr • 30 de Junio de 2014 • 14.161 Palabras (57 Páginas) • 905 Visitas
PRESENTACIÓN.
Empresa de Servicios Hoteleros.
Al elaborar el presente trabajo se ha tomado en cuenta algunas definiciones concernientes al Sector Terciario, dentro de la clasificación de las empresas; en tal sentido se han desarrollado los siguientes temas: la hotelería a nivel mundial, su evolución histórica, características generales, tipos o categorías de los hoteles, entre otros referidos a la Hotelería en el Perú, y a nivel de la región de Cajamarca, así como la tributación y su efecto en la inversión hotelera. Los temas antes aludidos serán desarrollados enunciando un caso práctico de algunas de las operaciones económicas realizadas por el Hotel la Casa de Abraham ubicado en la ciudad de Cajamarca.
Finalmente, debemos señalar que nuestro departamento de Cajamarca cuenta con hoteles de categoría de tres y cuatro estrellas, así como diversos hospedajes o alojamientos brindando importantes servicios al turista.
INTRODUCCIÓN.
En los últimos años, el sector servicios y, en especial, el subsector Hotelero, han reflejado una tendencia positiva de crecimiento en todo el departamento.
Los hoteles, como la mayoría de las organizaciones turísticas, se enfrentan a un entorno continuamente cambiante y altamente competitivo, caracterizado por una serie de particularidades como una fuerte estacionalidad, una importante rigidez derivada de una elevada inversión en infraestructuras poco flexibles, una dependencia de los operadores mayoristas así como una creciente exigencia del cliente. Todos estos factores motivan un creciente interés por la calidad de la prestación del servicio y de la atención al cliente.
La empresa hotelera está caracterizada por la prestación de un conjunto de servicios claramente diferenciados principalmente dedicados a las actividades de alojamiento y alimentos. En realidad, estas empresas ofrecen una extensa variedad de servicios, combinables entre sí, completamente heterogénea e intangible en su mayoría. Esta característica principal de los hoteles confronta la necesidad de un cálculo exhaustivo de los costes en los que incurren para el conocimiento profundo de su gestión en base a una mejora del proceso de toma de decisiones.
La importancia de este estudio está en que nos permite apreciar cual ha sido la evolución de este importante sector, los factores que han intervenido en ella y las necesidades de fomentar la inversión hotelera a partir de la exoneraciones de algunos tributos.
Al final se deducen algunas conclusiones que se derivan de todo lo expuesto y las recomendaciones así como la bibliografía consultada.
I. SERVICIOS HOTELEROS.
1.1. DEFINICIÓN:
El servicio hotelero es una actividad mercantil esencialmente intangible, ligada en su prestación a un soporte físico, que se ofrece para satisfacer las necesidades de alojamiento y otras complementarias, de los turistas y demás tipos de viajeros.
1.2. ¿QUÉ ES UN ESTABLECIMIENTO HOTELERO?
Un hotel es un edificio planificado y acondicionado para otorgar servicio de alojamiento a las personas temporalmente y que permite a los visitantes sus desplazamientos. Los hoteles proveen a los huéspedes de servicios adicionales como restaurantes, piscinas, guarderías, entre otros. Algunos hoteles tienen servicios de conferencias y animan a grupos a organizar convenciones y reuniones en su establecimiento.
II. LA HOTELERÍA A NIVEL MUNDIAL.
2.1. ORIGENES Y BREVE HISTORIA DE LOS HOTELES.
Posiblemente, los viajes y la hospitalidad comercial tienen su origen en las necesidades del comercio y del transporte en la Antigüedad. Mientras en la antigüedad más remota no había alojamientos abiertos al público en sentido moderno para ofrecer acomodación a los viajeros a cambio del precio estipulado. A los extranjeros se les ofrecía hospitalidad de un modo generalizado por ser una obligación social y un gravamen público que obligaba a los súbditos. Quienes realizaban un viaje al extranjero no estaban seguros de encontrar un recibimiento agradable. Los extranjeros eran recibidos en el establecimiento y, al partir, se les preguntaba el nombre, el domicilio permanente y el objeto de la estancia. Muchos ricos de la Antigüedad competían entre sí ofreciendo libre hospitalidad a los extranjeros. En Grecia, entre el año 1000 y el 500 a. de C. se hicieron acuerdos entre estados para realizar intercambios comerciales en los que se contempló la apertura de alojamientos libres para los comerciantes. Algunos de estos antiguos estados griegos construyeron hospederías estatales en los que los peregrinos comían y se alojaban libremente. Olimpia, por ejemplo, tenía una posada que fue construida por los lacedemonios en la que se ofrecía hospitalidad a los reyes y a los embajadores de los estados amigos con origen griego. Así también en la Isla de Delos y en Delphi había posadas en las que se alojaban los extranjeros a expensas del estado.
En los primeros tiempos del Imperio Romano las posadas se construían y gestionaban a expensas del Estado y se destinaban a las necesidades de los funcionarios estatales y de los embajadores de los países extranjeros. Nerón ordenó al procurador de Tracia dedicar el edificio pretoriano para el uso de los funcionarios. Adriano tuvo que construir una calzada en el litoral del Mar Rojo, debidamente fortificada y dotada de posadas que eran mantenidas a expensas del estado. Estas posadas eran en primer lugar para los funcionarios y luego se extendió también a los viajeros ordinarios de paso, pues se tenían suficientes habitaciones para ofrecer.
Si bien los alojamientos públicos comenzaron a aparecer durante el Imperio Romano, localizándose a lo largo de las rutas comerciales y de las principales vías públicas, la mayor parte de estos alojamientos eran de tercera clase puesto que en ellos se atendían sólo a las clases más pobres. Los alojadores tenían una muy mala reputación; para la policía estaban considerados al mismo nivel que los ladrones y los jugadores profesionales pues eran mentirosos y tramposos, adulteraban el vino y robaban la avena del pienso de las caballerías de los huéspedes. Los alojamientos no eran a menudo más que prostíbulos. A pesar de ello, en los lugares comerciales más concurridos y en los centros de recreo del litoral había sin embargo hoteles bastante buenos. Por ejemplo, en Bernice, en el Alto Egipto, en el
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