Mentes Del Directivo

Generalmente a las personas que dirigen empresas, grupos, comunidades se les exige que tengan características diferentes bien sean relacionadas con el conocimiento, actitudes y aptitudes; diferencias que son valoradas por los dirigidos. Esto causa un cierto grado de presión en los dirigentes, los que a su vez desean que sus funcionarios a cargo piensen en forma diferente a la tradicional, es decir, que tenga mentalidad de cambio.

Tradicionalmente en el ambiente administrativo se hace énfasis en que para dirigir una empresa se deben tener características de líder: ser visionario, entusiasta, desafiar lo convencional, correr riesgos, tener una buena comunicación, trabajo en equipo, colaborador, innovador y negociante. Surge el interrogante ¿basta con esto para realizar una buena gestión como gerente de una empresa? Tanto así que nos preguntamos ¿el líder es buen gerente? O ¿todo gerente es líder? Debe haber algo que propenda a un equilibrio de características entre el saber y el saber hacer y que sea percibido por el equipo de trabajo que tiene sus propias características, sueños y motivaciones.

El rol del directivo es complejo porque debe realizar acciones encaminadas a lograr los objetivos empresariales y comprender la diversidad de los individuos y en ocasiones su resistencia, deben tener flexibilidad y tener en cuenta las opiniones de las personas, lo cual puede generar compromiso en el logro de lo planeado y por qué no su participación en la toma de decisiones (motivación y relaciones humanas).

Los autores Jonathan Gosling y Henry Mintzberg se proponen a trabajar cinco aspectos de la mente directiva, analizan varias empresas encontrando diferentes estados de dirección, unos muy analíticos y otros demasiado rápido en la toma de decisiones, unos directivos se enfocan más a la acción que a la reflexión, lo importante es lograr un punto de encuentro en la triada acción-reflexión-colaboración.

En la dirección de una empresa intervienen el proceso de cambio del yo, las relaciones, la organización y el contexto. Los autores quieren llamar la atención de los directivos en la secuencia que deben tener estos pasos, los cuales facilitan su gestión, el primer aporte realizado con la mentalidad reflexiva, gestionar el yo invita a los directivos a reflexionar en detenerse a penar debido a que los cambios son tan rápidos que no se alcanzan a analizar antes de incorporarlos a la empresa por eso no se ajustan al logro de las metas.

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