Microeconomia Miller Y Meiners
Enviado por yasnalibra • 9 de Mayo de 2014 • 4.067 Palabras (17 Páginas) • 606 Visitas
Preferencias; utilidad y elección
del consumidor
Se afirma que si realmente se entienden los conceptos relacionados con la
oferta y la demanda, se ha logrado dominar la esencia misma de la economía.
Aunque esta aseveración no es completamente cierta, sí es verdad que un
profundo análisis de los aspectos que sustentan la teoría de la demanda y la
oferta puede ser muy indicativo acerca de la manera como operan los mercados.
La mayor parte de este curso de microeconomía intermedia se dedica a
profundizar en nuestro entendimiento de las bases que sustentan la teoría de
la demanda y la oferta, así como a extender los conocimientos derivados de
dicho proceso a una variedad de situaciones aplicadas a la vida real. En este
capítulo consideramos los aspectos determinantes de la toma de decisiones
por parte del consumidor, los factores que provocan cambios en ellas y la
manera cómo de las decisiones de los consumidores se deriva la demanda
por diversos bienes. En los capítulos 8 y 9, por su parte, consideraremos este
mismo conjunto de interrogantes relacionados con aquellos aspectos que
tienen que ver con la toma de decisiones por parte de las empresas y la
correspondiente derivación de la curva de la oferta.
DEMANDA DE MERCADO
La demanda de mercado de un bien es simplemente la suma de las demandas
individuales de los consumidores en un mercado determinado y para ese bien
en particular. En la Figura 3-1 puede apreciarse que cuando el precio de la
pizza es de US$5 por unidad, los consumidores A y B son los únicos compradores
de ese bien. De esta manera, la demanda de mercado está constituida
por el monto comprado por el consumidor A, más el monto comprado por el
consumidor B, a un precio de US$5, durante un período de tiempo determina-FIGURA 3-1
Las curvas de demanda de mercado son la suma de las curvas de demanda individuales.
En este caso el mercado consta de tres personas; mediante la suma de sus curvas de demanda individuales
podemos construir la curva de demanda de mercado de pizzas para cierto período de tiempo.
do. Como puede verse en la Figura 3-1, si el precio disminuyera a US$4 por
unidad, los consumidores, que ya estaban comprando pizza, ahora comprarán
una mayor cantidad, integrándose, adicionalmente, otro consumidor, el consumidor
C, al mercado. La demanda de mercado se constituye entonces en
la suma de los montos por estos tres consumidores.
Contando únicamente con esta infomiación, ya puede inferirse que la
demanda de mercado tiene una pendiente negativa (la ley de la demanda).
Sin embargo, adicionalmente, nos gustaría poder conocer si la curva de demanda
de cada consumidor también presenta pendiente negativa, así como
qué factores, además del precio, determinan la demanda de un consumidor
por (la compra de) un bien. ¿Son acaso estos otros factores cuantificables y
sujetos a medición, como sucede con el precio? ¿Están ellos sujetos a un
análisis sistemático o, por el contrario, son aleatorios e impredecibles? Estos
son los interrogantes que buscaremos responder en el presente capítulo.
ANÁLISIS DE UTILIDAD
Comencemos por observar el hecho de que la gente tiene preferencias por
ciertos bienes sobre otros. Es decir, los individuos prefieren ciertos bienes a
otros. Las elecciones de un consumidor para comprar una mayor o una menor
cantidad de un bien, o para definitivamente no comprar ciertos bienes, son,
en parte, el resultado de sus propias preferencias. De la misma manera, dichas
elecciones constituyen una respuesta a los precios relativos (costos alternativos)
de los diversos bienes disponibles para la compra. Los economistas del
siglo pasado usaron el término utilidad para referirse a las preferencias de un
individuo o a la satisfacción que éste recibe del consumo de unidades particulares
de un bien específico.
La utilidad es una propiedad común a todas las cosas que se desean.
Algunas de ellas se compran y se venden; otras, como el amor, no se intercambian
en los mercados formales, aunque ciertamente no carecen de utilidad.Obsérvese, sin embargo, que éste es un concepto puramente subjetivo. No
existe ninguna forma por la cual nosotros, como economistas, podamos medir
la cantidad de utilidad que otra persona pueda estar en capacidad de obtener
de un determinado bien, puesto que "tener utilidad" no es sinónimo de "utilitario"
o de "práctico". Este concepto se refiere únicamente a lo que cierto
consumidor desea. En este sentido, no puede hacerse ninguna afirmación
científica relacionada con la utilidad que alguien pueda recibir al consumidor
una cantidad dada de un bien específico.
De esta manera, en este análisis, las actividades ilegales que mucha gente
pueda considerar equivocadas desde el punto de vista moral, aún pueden ser
analizadas en términos de la utilidad que generen para quienes las consumen.
Puede decirse, entonces, que la utilidad se encuentra en la percepción misma
del consumidor, reflejando lo que una persona desea, no lo que alguien piensa
que esa persona debería desear. Sin embargo, los economistas pueden analizar
la elección del consumidor en términos de utilidad, de la misma manera que
un físico ha analizado algunos de sus problemas en términos de fuerza. Ningún
físico ha visto jamás una unidad de fuerza. Pues bien, tampoco ningún economista
ha visto jamás una unidad de utilidad. Sin embargo, en ambos casos,
este tipo de abstracciones han mostrado ser útiles para explicar ciertos aspectos
de los problemas a los cuales se enfrentan los físicos o los economistas
en sus análisis.
Unidad cardinal La teoría de la utilidad fue desarrollada inicialmente en términos de una
versus utilidad ordinal medida específica, usándose el término "útil" como la unidad de medida de
la satisfacción o de la utilidad. De esta forma, la primera barra de chocolate
consumida puede representar 4 útiles de satisfacción, o el primer puñado de
maní puede representar 6 útiles. El análisis de utilidad que se guiaba por
números tan específicos se le llamó análisis de utilidad cardinal. En efecto,
los números tales como 1, 2 y 3 son números cardinales, puesto que sabemos
que 2 es exactamente el doble de 1 y 3 es
...