Microfinanzas En Peru
Enviado por daniel.galarreta • 28 de Noviembre de 2014 • 1.691 Palabras (7 Páginas) • 306 Visitas
Microfinanzas en el Perú
Erika Cecilia Pinedo Ramírez
Se considera al crédito como una herramienta para combatir la pobreza, disminuir las brechas de la desigualdad y tener mejores condiciones para la igualdad de oportunidades, es decir, mejorar el bienestar de las personas; sin embargo, según Conger, Inga y Webb (2009) el crédito bancario en el Perú nunca había existido para los pobres, hace solo 25 años que el panorama se presenta radicalmente diferente debido a la gran cantidad y variedad de instituciones que ofrecen servicios financieros a millones de familias pobres, situación que le permite al Perú constituirse como uno de los casos más significativos del desarrollo de las microfinanzas ya que ha funcionado como un laboratorio para una gran diversidad de modelos institucionales y revelado el margen existente para la adaptación y la credibilidad. La incursión de las instituciones microfinancieras y sus tecnologías de créditos se dieron durante los años 80 e inicios de los años 90 dentro de un contexto poco auspicioso para el tipo de negocio debido a la alta inflación, excesiva intervención del Estado, terrorismo virulento, colapso económico y un desastre natural extraordinario.
A partir de la década del 90 las microfinanzas en el Perú empezaron a desarrollarse en un contexto más favorable debido a la implementación de un nuevo modelo económico para el país, a partir de ello el sector de la microempresa incrementó su participación en la estructura económica, que según Portocarrero (2003) llegó a brindar ocupación al 74% de la PEA, mientras que su demanda de financiamiento se incrementó por la expansión del aparato productivo. A partir de esa década, se ha registrado una importante ampliación de la oferta de microcrédito en el Perú, además se han ensayado diferentes estrategias para el desarrollo de las instituciones de microfinanciamiento, atendiendo en la actualidad a cerca del 8% de la población total. Ríos-Henckell y Martínez (2014) señalaron que al año 2013 el Perú ocupaba el primer lugar - por sexto año consecutivo – del ranking del Microscopio Global elaborado por The Economist Intelligence Unit (EIU), posición que le permite al país ser el líder de las microfinanzas en América Latina y el Caribe por tener el mejor entorno para los negocios de microfinanzas a nivel global. Actualmente el mercado peruano del sector se encuentra en un proceso de transformación con fusiones y adquisiciones que enfrenta al liderazgo alcanzado hasta hoy a grandes retos para este año y los que vienen. La oferta de financiamiento para el microcrédito está dada por entidades reguladas y no reguladas, entre ellas, una veintena de ONGs especializadas, 10 Edpymes, 10 Cajas Rurales de Ahorro y Crédito, 13 Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, 15 Cooperativas de Ahorro y Crédito, ocho financieras y un Banco especializado, todos ellos con un alcance de 4,1 millones de clientes. En tal sentido, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (2009) manifestó que el marco regulatorio de supervisión se ha ido perfilando progresivamente para favorecer el fortalecimiento de las instituciones microfinancieras, el acceso de la microempresa al crédito y la competencia en el mercado financiero, indicó además que la competencia seguirá favoreciendo a los clientes para acceder al crédito en mejores condiciones, tanto en costos, como en variedad de productos y servicios.
Según Copeme Microfinanzas (2014), a pesar de los logros y del liderazgo en la región, en el año 2013 las entidades microfinancieras experimentaron menores utilidades (16% menos) frente al año 2012, teniendo un contexto donde: (a) las colocaciones se desaceleraron, casi 6% menos frente al 2012, (b) el riesgo crediticio se incrementó, deteriorando aún más la calidad de la cartera, (c) los riesgos financieros se redujeron, junto con la baja de las tasas de interés, producto de la creciente competencia, (d) los gastos financieros y operativos se incrementaron frente a los ingresos financieros. El escenario en el 2014, no ha cambiado conllevando a que las utilidades declinen. Meza (2014) coincidió afirmando que el entorno económico del país no viene siendo muy favorable para las microfinanzas y todo indica que esa tendencia se mantendrá en el resto del año. El incremento de la competencia y la aparente saturación de algunos mercados también juegan en contra, por lo tanto, el reto ya no se encuentra en la fuerza de ventas, sino más bien en la eficiencia y en la acertada toma de decisiones de los directivos. La reducción relativa de los ingresos parece irreversible, el incremento de las tasas de interés, a pesar del riesgo crediticio, ya no es tan viable debido a que los clientes no estarían dispuestos a pagarla.
En el análisis realizado por Regis y Krmelj (2014) indicaron que las instituciones microfinancieras continuarían retirándose de las plazas poco rentables para ingresar en otras donde no exista fuerte competencia y se tenga espacio para bancarizar, pero esta expansión hacia mercados menos competitivos significa mayores costos operativos lo cual impacta directamente en los indicadores de rentabilidad. El deterioro de la cartera debido al incumplimiento de las obligaciones de pago por parte de los clientes, se dio como consecuencia del sobreendeudamiento por la sobreoferta y la competencia, situación que exigió mayores provisiones impactando nuevamente sobre la rentabilidad. Por tal motivo, Meza (2014) recomendó que las instituciones microfinancieras que quieran asegurar su sostenibilidad y mantener sus márgenes de utilidad en cifras razonables, deberán apostar por una mayor escala recurriendo a las fusiones y adquisiciones e ingresar al
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