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MÉXICO.- Para evitar el jaloneo político en la asignación de recursos en programas prioritarios, el Gobierno federal apuesta cada vez más a la operación de dinero a través de fideicomisos.

A través de esta figura se operaron el año pasado 424 mil 25 millones de pesos, según una revisión de los principales fideicomisos sin estructura orgánica en México.

Ese monto fue 9.4 por ciento mayor respecto de los recursos disponibles en los fideicomisos en el 2012 y 29.6 por ciento superior a los del 2007.

Los fideicomisos sin estructura carecen de personal para su operación y funcionan como una cuenta bancaria de algún programa específico a cargo de las Secretarías o Gobiernos locales.

Una de sus ventajas es que el Gobierno no está obligado a gastar la totalidad del dinero que contienen en un periodo determinado, por lo que esos recursos quedan disponibles durante varios años.

Los fideicomisos del Gobierno federal están asignados en diversos rubros que involucran infraestructura pública, salud, financiamiento rural, estabilización presupuestaria, pensiones, subsidios y apoyos.

Algunos de los fideicomisos sin estructura han aumentado sus recursos considerablemente, como los del Sistema de Protección Social en Salud, que crecieron 380 por ciento al pasar de 10 mil 388 millones de pesos en el 2007 a 49 mil 834 millones en el 2013.

No todos los fideicomisos han sido revisados por la Auditoría Superior de la Federación y en muchos casos el ejercicio de los recursos que salen de ellos a los programas no son del todo transparentes.

Los Gobiernos estatales y municipales también pueden crear fideicomisos, aunque en su caso las omisiones de transparencia son mucho mayores.

Edna Jaime, directora general de México Evalúa, expuso que los fideicomisos del Gobierno operan todavía en la opacidad y afectan la correcta asignación del gasto público.

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