Oratoria Y Liderazgo

ORATORIA Y LIDERAZGO

A la hora de hablar en público entra en juego varios factores importantes, como lo son: el manejo de las emociones, la presentación personal, la expresión verbal; pero sobre todo el saber influir en las personas a las cuales se está dirigiendo, es allí donde la oratoria y liderazgo se complementan, dando como resultado una persona con la capacidad de expresar su punto de vista para así motivar a otros.

Para dominar esta técnica, es importante desarrollar cierto tipo de habilidades o capacidades que en conjunto harán de la obra algo brillante; una de ellas es la pericia de manejar el lenguaje verbal y no verbal con eficacia, así como tener una idea concreta de lo que se pretende comunicar  y la enseñanza que esta nos va a dejar, con el fin de persuadir a la gente y que siga mi causa. Aquí la seguridad y confianza al hablar también juega un papel muy importante ya que esto demuestra que la persona cree en sí misma y, además, el nivel de conocimiento sobre el tema que está tratando; por otra parte la idoneidad de trabajar bajo presión determinado tema, sin irnos a extremos pero tampoco faltando a lo que creemos, todo sobre un equilibrio, pues no todas las personas piensan lo mismo sobre el contenido que está manejando. Otro punto relevante a tratar en el desarrollo de nuestra obra es el contacto visual con el público, como se mencionó antes verse seguro o de lo contrario lo que se generara es aburrimiento y desconexión por parte de ellos, también es imprescindible el matizar la voz, saber hacerlo en los momentos adecuados para darle la emoción correspondiente a lo que se está relatando y que las personas que no escuchan lo sientan.

Tanto la oratoria como el liderazgo forman parte importante de nuestra vida, ya que constantemente nos mantenemos en comunicación con las personas que nos rodean; pero es decisión de cada uno querer lograr un mayor impacto en los demás. Como cuando nos dirigimos a un público, primero debo tener una idea, desarrollarla para luego darle conclusión, también requiero saber a dónde quiero llegar, tener completo convencimiento de lo que digo para así ser escuchado, manejando bien mi lenguaje corporal como verbal; estar abierto a nuevos aprendizajes, expandir mi imaginación y tomar la iniciativa para lograr una forma de expresión congruente y eficaz que sorprenda e incentive mi idea en las personas.

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