PERSPECTIVAS DE LA ECONÓMIA GLOBAL 2020 – INDUSTRIA 4.0 Y SU IMPACTO EN EL EMPLEO

PERSPECTIVAS DE LA ECONÓMIA GLOBAL 2020 – INDUSTRIA 4.0 Y SU IMPACTO EN EL EMPLEO.

Inevitable iniciar cualquier tipo de reflexión sobre la economía global sin tocar la pandemia COVID 19 que nos acompaña desde comienzos del año 2020, cobrando mas de un millón de vidas, dejando a casi 90 millones de personas en la indigencia, sin que aún haya tocado su fin, o mucho peor, sin que podamos saber con certeza en que momento podremos recobrar nuestra vida productiva en un 100% y lo único que podemos asegurar, es que el camino que tendremos que recorrer seguirá siendo susceptible de obstáculos.

Otra variable que llegó con igual fuerza a nuestras vidas en éste año y por tanto a nuestra economía, fue la transformación digital, al punto de ser reconocida mundialmente como la 4ª revolución industrial o “revolución de la industria inteligente”, denominada de ésta forma por las enormes posibilidades de mejora que engendra en todos los aspectos de la vida de las personas y de las empresas, convirtiéndose en un punto de inflexión que cambió radicalmente nuestras vidas y por ende la economía, impactando enormemente al empleo, los negocios y las empresas, tanto que si no se asume como una oportunidad, o en su defecto se desatiende o se toma de forma indiferente, pensando que seremos inmunes a las transformaciones de la revolución 4.0, o escondiendo nuestras cabezas como los avestruces, esperando que pase un fenómeno que llegó para quedarse, de seguro traerá para ellos efectos devastadores.

Uno de los cambios más significativos en términos económicos esta directamente relacionado con los cambios en el consumo y los hábitos del nuevo consumidor, su forma de relacionarse, dándole incluso una nueva concepción de vida.

La antes innovadora forma de hacer negocios a través de plataformas o en formatos colaborativas que impusieron Uber; Airbnb, Chicfy, Vibbo, entre otras ya es común en las nuevas reglas de juego de los negocios, al igual que el internet de las cosas, la inteligencia artificial, los markets places que obligan a startup y empresas con trayectoria en el mercado, sean éstas grandes o pymes a comenzar y evolucionar en su transformación digital.

En el anterior contexto, sin excepción todos los sectores económicos, de todo tipo de empresas, con todo tipo de bienes y servicios, deben incorporar las tecnologías de la información y de las comunicaciones Tics, en toda su cadena de valor, sin malentender que la tarea se limita a incorporarlas; el desafío debe incluir un cambio de mentalidad desde las personas que trabajan en y para la empresa, su forma de llevar a cabo sus funciones, hasta la concepción del mercado y los clientes que lo componen, que debe trascender desde lo interno a lo externo, poniendo a la tecnología al servicio y en torno al cliente y su satisfacción, hasta logar una cultura digital, teniendo en cuenta aspectos tales como la formación de habilidades digitales, fomentar una cultura de innovación, colaborativa e incluso disruptiva donde todos los intervinientes, clientes, empleados, influenciadores y distintos públicos trabajan y aportan valor de manera conjunta, generando experiencias positivas en torno a las marcas.

Es inminente que los profesionales deben enfrentar y aprovechar los retos que trae consigo la industria 4.0. Según el Estudio de Randstad Research “La digitalización: ¿crea o destruye empleo?” España podría generar un empleo potencial de 1.250.000 empleos hasta 2022 entre los empleos STEM (acrónimo en inglés que sirve para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), los inducidos por este tipo de empleos y los puestos indirectos.

Otra transformación expuesta en el anterior estudio se denomina “polarización laboral”, consistente en que los empleos de alta remuneración, abarcan los campos de; ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas (STEM) y las ocupaciones de baja remuneración, se concentran en los sectores; servicios, ventas de comercios, actividades básicas, etc., quedando en la remuneración media actividades como operadores, operarios o empleados de oficina; pero se verá reducido significativamente cuando se complete el proceso de automatización de las empresas, que deben reducir sus costos, para subsistir en un entorno de fuerte rivalidad competitiva y con un consumidor cada vez más exigente y cambiante.

Se nos avecina una nueva clasificación económica relacionada con las tareas y los empleos y su relación con la forma en que la tecnología interviene en su desempeño y rutina. La automatización reduce cada día la realización manual de actividades rutinarias, con las consabidas consecuencias de reducción del empleo industrial, pero surgen nuevos empleos en los extremos superior e inferior de la escala laborar. La innovación aumenta la demanda de servicios locales, por tanto, por cada trabajador empleado para desempeñar un cargo de alta tecnología, se crean entre 2.5 y 4,4 empleos fuera del sector de alta tecnología.

El mismo estudio nos plantea diversas variaciones en el mercado laborar que ya vemos vislumbrar en el corto plazo, donde los empleos de clase media desaparecen; obreros, procesadores de datos, supervisores son reemplazados con la automatización. Solo subsistirán los empleados que progresen a “trabajadores expertos” donde la demanda seguirá creciendo. Este grupo incluye a ingenieros, médicos, abogados, profesores, científicos, catedráticos, ejecutivos o consultores, que tendrán que conformarse con empleos de baja cualificación y por ende de baja remuneración si no dan el salto a la transformación de la industria 4.0.

En conclusión los profesionales altamente calificados generaran conocimiento, introducirán innovaciones enmarcadas en la Economía Digital,

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