Pagos al extranjero.
Enviado por maricarmen79 • 17 de Octubre de 2016 • Tesis • 25.059 Palabras (101 Páginas) • 250 Visitas
Introducción 1
Capítulo 1. Antecedentes de los Tratados Internacionales 2
Capítulo 2. Aspectos Constitucionales y Jerarquía de los Tratados 6
Capítulo 3. Modelo de Convenio Fiscal sobre la Renta, el Patrimonio y sus Comentarios 16
Capítulo 4. Establecimiento permanente 18
Capítulo 5. Fuente de Riqueza 27
Capítulo 6. Beneficiario Efectivo 30
Capítulo 7. Acreditamiento del Impuesto pagado en el Extranjero 34
Capítulo 8. Servicios Personales Dependientes 42
Capítulo 9. Servicios Personales Independientes 51
Capítulo 10. Regalías 57
Capítulo 11. Asistencia Técnica 67
Capítulo 12. Dividendos 72
Capítulo 13. Intereses 86
Capítulo 14. Obligaciones de las Personas Morales que realizan Pagos al Extranjero 98
Conclusiones 100
Bibliografía 102
Introducción
Cada vez es más común que las empresas residentes en territorio nacional realicen operaciones con residentes en el extranjero, como consecuencia de la globalización en la que estamos inmersos.
Ello ha generado una integración económica entre los países, la cual ha implicado que muchas empresas busquen diversificar y extender sus negocios en el ámbito internacional, mediante estrategias financieras, de negocios y económicas, las cuales tienen como objetivos principales, abarcar mercados más amplios; reducir costos y gastos; y en general ser más competitivas para enfrentar una economía globalizada.
Derivado de lo anterior, México ha celebrado convenios para evitar la doble tributación e impedir la evasión fiscal en materia de Impuesto Sobre la Renta.
En el presente trabajo analizaremos el tratamiento fiscal de los pagos más frecuentes en el ámbito económico que las empresas nacionales realizan a residentes en los Estados Unidos de América; por ejemplo, regalías, dividendos, intereses, asistencia técnica, servicios personales dependientes e independientes.
Con ayuda de algunos casos prácticos veremos el beneficio que las empresas obtienen al aplicar el Tratado celebrado con Estados Unidos de América, en lo que se refiere a la reducción de la tasa de retención a los pagos antes mencionados; así como la mecánica del acreditamiento del impuesto pagado en el extranjero que la Ley del Impuesto Sobre la Renta establece.
La disminución de las tasas de retención y el acreditamiento del impuesto pagado en el extranjero fomentan la atracción de capitales extranjeros para su inversión y desarrollo, evitando un impacto fiscal excesivo a los inversionistas.
Adicionalmente, mencionaremos las principales obligaciones de los contribuyentes que realizan este tipo de pagos.
1. Antecedentes de los Tratados Internacionales
En sistemas tributarios de rentas globales, los ingresos son gravados por el país fuente y el receptor, lo cual origina un problema de doble tributación.
Derivado de lo anterior, en 1921, la Sociedad de las Naciones, por conducto del Comité Financiero, en respuesta a la necesidad planteada en la Conferencia Financiera Internacional de Bruselas en 1920, para que se adoptaran medidas encaminadas a eliminar la doble tributación, confió a un grupo de cuatro países expertos (Estados Unidos de América, Italia, Países Bajos y Reino Unido), la tarea de preparar un estudio de los aspectos económicos de la doble tributación internacional.
El Comité Financiero de la Sociedad en 1922 formó un grupo de siete funcionarios fiscales (Bélgica, Checoslovaquia, Francia, Italia, Países Bajos, el Reino Unido y Suiza) para estudiar los aspectos administrativos y prácticos de la doble tributación y de la evasión de impuestos a nivel internacional. En 1925 el grupo fue reestructurado y se sumaron expertos de Alemania, Argentina, Japón, Polonia y Venezuela. En 1927 se unió al grupo por primera vez un funcionario de Estados Unidos de América. En los períodos de sesiones celebrados de 1923 a 1927, el grupo elaboró Convenios bilaterales para evitar la doble tributación en materia especial de impuestos directos, en relación con los impuestos sobre la renta y la propiedad; un Convenio bilateral para evitar la doble tributación sobre los derechos sucesorios; un Convenio bilateral de asistencia judicial en la recaudación de impuestos.
Siguiendo las recomendaciones de la Reunión General de Expertos Gubernamentales, el Consejo de la Sociedad de las Naciones en 1929 designó un Comité Fiscal permanente. Este Comité dedicó una atención considerable al problema de formular, con fines fiscales, normas para la imputación de los ingresos comerciales de las empresas que operan en varios países. En el marco de esas actividades se elaboró un proyecto de Convenio para la distribución de rentas de las empresas entre los Estados involucrados en la tributación, primero en reuniones de un Subcomité, celebradas en New York y en Washington, bajo los auspicios de la sección de la Cámara de Comercio Internacional, y posteriormente en una reunión plenaria del Comité Fiscal, en junio de 1933.
El Comité Fiscal en 1940 convocó a un Subcomité en los Países Bajos, para examinar los avances obtenidos en relación con los acuerdos fiscales a los que se llegó en la reunión de Ginebra llevada a cabo en 1929 y en la que participaron 27 países. Los resultados de sus trabajadores se examinaron en una Conferencia Tributaria Regional efectuada en junio de 1940 en México, D.F., está reanudó labores en julio de 1943 en el mismo país, asistiendo representantes de Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos de América, México, Perú, Uruguay y Venezuela. La segunda Conferencia Tributaria Regional aprobó un modelo de Convenio bilateral para evitar la doble tributación sobre la renta y su protocolo, así como un modelo de Convenio bilateral para evitar la doble tributación de sucesiones y su protocolo y además, un modelo Convenio bilateral para el establecimiento de una ayuda recíproca en materia de aplicación y cobranza de los impuestos directos y su protocolo.
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