Para ir al museo planeaba ir con algunos compañeros de aquí, pero después de pensarlo un poco decidí decirles a unos amigos de la secundaria para ver si les interesaba ir conmigo.

Vivencial

Para ir al museo planeaba ir con algunos compañeros de aquí, pero después de pensarlo un poco decidí decirles a unos amigos de la secundaria para ver si les interesaba ir conmigo.

Después de que les comente lo de la visita, de muy buena manera ellos aceptaron y la verdad yo me sentí muy feliz, sabía que con ellos la visita sería un poco más divertida. A la semana de haberles dicho, uno de nuestros amigos dijo que ya no podría acompañarnos porque tenía que ir a Jalisco a causa de un problema familiar.

De los cuatro que íbamos a ir solo quedamos tres, así que un día después de lo anterior, nos empezamos a poner de acuerdo de donde nos podíamos ver, la verdad yo vivo un poco cera de uno de ellos, así que él y yo nos quedamos de ver en mi casa para irnos juntos hasta el metro, donde nuestra amiga nos alcanzaría.

Ya en el metro, como ninguno de nosotros sabía donde quedaba el museo, lo empezamos a buscar en Google Maps y fue bastante fácil de llegar, solo teníamos que ir hasta el metro Allende Y de ahí caminar un poco. Bueno, como fuimos un sábado había bastante, bastante gente en el metro y pues era todo un relajo que hasta nos agobiamos un poco de todo eso, el calor era uno de los factores que más afectaba.

Lo primero que hicimos estando fuera del metro fue buscar una tienda para comprar un agua, Después nos fuimos caminando hacia el museo.

En la taquilla del museo había de nuevo mucha gente y en ese momento pensé que el museo estaría súper lleno, pero no, o al menos no lo percibí así por lo bastante grande que es.

Mis amigos y yo nos impresionamos bastante porque la mayoría del museo era interactivo, y bueno a los otros que habíamos ido solo era leer y leer más, además los asesores que estaban ahí ayudando a comprender mejor los temas eran bastante atentos a todo lo que pasaba y daban un buen servicio, había unas salas a parte del museo que eran para diseñar tu billete o una tarjeta pero ninguno de nosotros lo quiso porque no se veía muy atractiva la idea.

Simulador de Mercado

En lo personal pensé que el simulador de mercado iba a ser un poco y sino es que muy aburrido, pero la verdad si me lleve una sorpresa con lo que realmente fue.

Fuera de una sala, hacen que te formes para que al entrar te vayan dando un chaleco con un celular en una aplicación predeterminada. Hay dos tipos de jugadores, los compradores y los vendedores y se diferencian simple y sencillamente con el tipo de chaleco que te den (color azul o color anaranjado).

Las personas con chaleco azul son vendedores. Y las personas con chaleco anaranjado son compradores. El producto o servicio era negociable entre chocolates, viajes y naves espaciales.

Las reglas son sencillas, los de chaleco azul, les vendes a los de chaleco anaranjado, pero el verdadero reto es jugar, porque los vendedores ofertan sus precios hacia los compradores y pues por obvias razones los compradores se van por el precio más bajo ofertado.

Lo que a mis amigos y a mí nos costó lograr fue el “ganar-ganar”, ya que no lográbamos acordar un precio en el que ambos estuviéramos de acuerdo (vender-comprar), así que teníamos que estar preguntando a otros jugadores si a ellos les convenían nuestros precios y así realizar una transacción justa para ambos, pero en algunos casos aprovechábamos para estafar a algunos compradores para que pagaran más por algo que otros jugadores estaban dando a menos precio.

El juego era contra tiempo, así que se complicaba aún más, en la segunda ronda pareció más un reto por ver quien vendía más y fue ahí donde nos empezamos a divertir más, además fue también donde sonó más veces el timbre por las transacciones realizadas.

Al final del juego nombraron a los cuatro ganadores y mis dos amigos (uno como vendedor y otro como comprador) quedaron en segundo y tercer lugar, yo quede en sexto lugar porque casi no me compraban y querían que les vendiera a un precio muy bajo que a veces terminaba aceptando solo para vender algunos productos, fue una actividad muy divertida y me ayudo a entender más lo de las competencias entre las empresas.

Conclusiones

De todo lo que observe y leí en todo el museo, el contenido que más me gusto fue el de la segunda sala, ahí hablaban acerca de la economía en el ámbito familiar, empresarial y de gobierno, en esa sala venia todo bien redactado así de que la familia es el principal consumidor de productos y servicios, las empresas son los que producen la mayoría de los productos y el gobierno que es el que regula los precios, además los juegos que había eran un buen ejemplo acerca de todo eso.

A mis amigos y a mí nos gustó bastante que el museo fuera interactivo, se entienden mucho mejor las cosas, además el personal era muy amable y capaz de explicar lo que no entendías de una manera sencilla y con ejemplos adicionales.

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