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Planeación Estratégica


Enviado por   •  15 de Octubre de 2012  •  9.434 Palabras (38 Páginas)  •  360 Visitas

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Resumen

" La estrategia es el sentido común aplicado y consiste en ver todos los factores obvios en la perspectiva correcta" Van Molke.

La Dirección Estratégica es un proceso que se encamina hacia la consecución y mantenimiento de una ventaja competitiva que permita a la empresa continuar en el mercado. Además, esta ventaja tiene que ser conseguida por una organización, la empresa, que es un complejo conjunto de personas, recursos, procesos, culturas, etc. que se encuentra en continuo cambio como el entorno que le rodea, por ello, la dirección de la empresa debe primero conocer hacia qué objetivos encaminarse y después dirigir y coordinar todos los esfuerzos para alcanzar dichas metas.

Este proceso debe realizarse de forma periódica y revisarse cada vez que un cambio importante se produzca en cualquiera de los múltiples aspectos que afectan a la empresa. Además es fundamental que se implique en él a todo el equipo directivo para que sea un proyecto asumido por todos sin reticencias, resulte ilusionante y sirva como guía ante los diversos avatares en los que la empresa se ve inmersa proporcionando una referencia para el contraste de las diversas opciones posibles.

Otro aspecto fundamental es su plasmación en planes operativos que indiquen con claridad las acciones derivadas y permitan realizar su seguimiento y análisis de las desviaciones, para modificar y ajustar estrategias si fuese necesario de forma que la empresa siempre se dirija hacia su objetivo.

Introducción

Las empresas de hoy en día se enfrentan más que nunca al reto de asimilar fuertes y continuos cambios, no sólo del entorno, sino también sociales, medios tecnológicos, nuevas regularizaciones y legislaciones, recursos de capital. Es necesario, pues, tomar decisiones dentro del ámbito empresarial para poder adaptarse a este cambiante y complejo mundo. Este proceso recibe la denominación de dirección estratégica, que podemos definirla como el arte y la ciencia de poner en práctica y desarrollar todos los potenciales de una empresa, que le aseguren una supervivencia a largo plazo y a ser posible beneficiosa.

Es importante recordar que la estrategia tiene que ir siempre de la mano de la innovación y la creación de valor añadido.

Los conceptos de estrategia y de administración estratégica han" ido evolucionando a lo largo del tiempo. Estos conceptos representan un desafío para que las definiciones tengan aceptación general, por cuanto los expertos las desarrollaron y los administradores las llevaron a la práctica de muy diferentes maneras. Esta falta de consenso, sin embargo, no impide que muchas organizaciones de " " estos días trate" de cosechar los beneficios de la administración estratégica a través del desarrollo de estrategias innovadoras que les permita" superar a sus competidores.

En resumen, la dirección de una empresa debería tener una noción racional de: 1) la misión o linealidad de la misma; 2) de su ambiente competitivo externo, y 3) de sus capacidades internas. La tarea esencial del proceso de administración estratégica consiste en mantener esta noción fresca y actualizada y en instrumentar los cambios y adaptaciones que se requieren inevitablemente para llevar a cabo las actualizaciones que se estimen necesarias. Todos los departamentos y funciones de la organización han de contribuir a llevar a buen término esta ardua tarea con la máxima eficacia.

Resulta obvia la importancia que la Dirección Estratégica representa para las entidades actuales que no pueden sobrevivir simplemente haciendo un buen trabajo, tienen que hacer un trabajo excelente si quieren tener éxito en un mercado que se caracteriza por un rápido crecimiento y una dura competencia.

La Dirección Estratégica constituye un enfoque de administración que se basa en el rechazo del determinismo y la fatalidad; que cree en el esfuerzo del hombre y de la entidad para elegir libremente el futuro de ésta; que apuesta por la reflexión, los conocimientos, el rigor, a la vez que enfatiza la apertura al cambio y la creatividad en aras de fortalecer la capacidad de adaptación y de innovación que proporciona un marco para las decisiones esenciales de la entidad, en base a una metodología que invita a la reflexión sistematizada, y una actitud activa y orientada al futuro. Se puede considerar como un proceso global de toma de decisiones orientadas a asegurar la supervivencia y funcionamiento de la organización, en busca de unos resultados y un desarrollo satisfactorio. La misma se pone de manifiesto como un sistema de management[1], en cuanto a proceso cubre todas las funciones básicas de éste a través de dos grandes fases interrelacionadas: la formulación de estrategias, y su implementación y control.

Si partimos de lo analizado hasta aquí, se llega al hecho cierto de que la Dirección Estratégica es una magnífica herramienta de trabajo para cualquier entidad, participativa por excelencia, donde superiores y subordinados definen de conjunto aspectos prioritarios y establecen objetivos (resultados) a ser alcanzados en un período de tiempo determinado y en términos cualitativos y cuantitativos, dimensionando las respectivas contribuciones (metas).

En nuestro país surgía la imperiosa necesidad de actualizar y perfeccionar los métodos de dirección hasta el momento empleados, dada la urgencia de contar con organizaciones cada vez más eficientes ante los desafíos que se imponen en el entorno complejo con el que necesariamente se tiene que interactuar y sobrevivir, situación que se ha caracterizado durante más de cuarenta años, por el recrudecimiento del bloqueo en todos los ámbitos posibles.

Ante este imperativo, en 1986, en el país comenzaron los estudios de las concepciones y técnicas modernas de la dirección, participando en sus inicios un pequeño grupo de profesores universitarios y empresarios, asesorados en su preparación por especialistas extranjeros de alto nivel.

Las experiencias positivas de la incipiente aplicación de estas nuevas formas de dirigir, proporcionó la ampliación de dichos estudios, multiplicándose estos conocimientos en profesores, directivos de entidades y especialistas en general. Así se crearon diferentes grupos de técnicas de dirección en las universidades; que en sus inicios, a través de consultorías realizadas fundamentalmente en el sector empresarial, difundieron estos métodos y técnicas.

A la luz de la probada utilidad e importancia de las nuevas habilidades gerenciales, en 1995 se decide por la alta dirección del país la introducción de la Dirección por Objetivos (DPO) en los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) y los gobiernos territoriales, decidiéndose por la Secretaría del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (CECM), de

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