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Discurso político:

Discurso del Presidente electo, Sebastián Piñera

Queridas amigas y amigos,

Frente a la magnitud, extensión y gravedad de la catástrofe que ha golpeado a nuestro país, nuestro futuro equipo de gobierno ha destinado, está destinando y seguirá destinando todo el tiempo y los esfuerzos necesarios para preparar y llevar a cabo un plan de acción que nos permita ir en ayuda de las víctimas de esta tragedia y, al mismo tiempo, enfrentar con eficacia sus consecuencias. Este plan, en el que hemos trabajado intensamente desde el mismo día sábado en que ocurrió la tragedia, tiene cuatro etapas muy definidas.

La primera es enfrentar la emergencia ciudadana, partiendo por dar alivio, apoyo y consuelo a los familiares de las cientos de mujeres y hombres de nuestro país que perdieron su vida y que, sin duda, constituye la parte más dolorosa y más sensible de esta tragedia. También, dar todo el apoyo y ayuda para encontrar, ojalá con vida, a las personas que siguen estando desaparecidas, ya sea porque se las llevó el mar o porque están bajo los escombros de los edificios que se derrumbaron. Adicionalmente, esta primera etapa supone prestar pronta y oportuna ayuda a los enfermos que han sido desplazados de los hospitales y a los heridos que requieren urgente atención. Y por supuesto, requerimos también restablecer, de una vez por todas, el orden público, para devolverle a la gente la tranquilidad ciudadana y el suministro de elementos básicos como el agua potable, la electricidad, el abastecimiento de alimentos y otros más. El enfrentar la emergencia ciudadana ha sido hasta ahora responsabilidad del actual gobierno. A partir del 11 de marzo será nuestra responsabilidad.

La segunda etapa de este plan se propone recuperar a la mayor brevedad la normalidad productiva, de forma tal de que nuestro aparato productivo pueda volver a ponerse en marcha. Esto significa restablecer en todo el país el abastecimiento eléctrico, el normal funcionamiento de la red de carreteras y caminos, el funcionamiento de los aeropuertos y los puertos, el funcionamiento de la redes de comunicaciones y, en general, hacer frente a los daños que este terremoto produjo en el aparato productivo.

La tercera etapa de este plan, y sin duda, la más difícil y la que va a requerir más esfuerzo y más tiempo, es la reconstrucción. Este plan de reconstrucción, que hemos bautizado como “Levantemos Chile”, está orientado a reconstruir, con estándares más modernos y eficientes, lo que el terremoto y el maremoto destruyeron en nuestro país. Quiero ser muy claro: Los chilenos siempre hemos debido luchar contra la adversidad. Y el temple de un buen capitán de barco no se mide cuando las aguas están calmas. Se mide cuando las aguas están tormentosas. Y hoy día, sin duda, vivimos tiempos de tormenta y por eso hoy más que nunca se requiere de un liderazgo que tenga la visión, la fuerza, la voluntad y el coraje, para enfrentar con eficacia esta tragedia.

Quiero también que quede meridianamente claro que nuestro futuro gobierno no va a ser el gobierno del terremoto. Va a ser el gobierno de la reconstrucción nacional. Y para que esta magna y difícil tarea tenga éxito, vamos a necesitar más que nunca de la férrea unidad de todos los chilenos y de su firme voluntad para enfrentar y superar esta tragedia con que la naturaleza nos ha golpeado.

La cuarta etapa de nuestro plan es reformular nuestro programa de gobierno para enfrentar con mucha fuerza y con mucha eficacia este nuevo desafío, el desafío de la reconstrucción, que se suma a los desafiantes y exigentes metas y objetivos que ya contemplaba nuestro programa de gobierno. Reconstruir lo que el terremoto y el maremoto han destruido, hacerlo con estándares de calidad, más modernos y de mejor nivel y, al mismo tiempo, no ignorar las debilidades, descoordinaciones y carencias que esta tragedia ha puesto de manifiesto, con brutal elocuencia, van a ser parte de ese programa de gobierno.

Hoy quiero anunciar una profunda modernización y reformulación de nuestro sistema para enfrentar tragedias y calamidades, como a las que desgraciadamente la naturaleza nos enfrenta con tanta frecuencia en nuestro país. Modernizar y perfeccionar el sistema de alerta temprana, el sistema de coordinación entre nuestras Fuerzas Armadas y autoridades civiles para enfrentar catástrofes de esta naturaleza,

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