REDES EMPRESARIALES COMO UNA ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y LA COMPETITIVIDAD ENTRE PAISES Y SUS OPORTUNIDADES
Enviado por Manuel Alejandro Estrada Viloria • 30 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 1.616 Palabras (7 Páginas) • 115 Visitas
REDES EMPRESARIALES COMO UNA ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y LA COMPETITIVIDAD ENTRE PAISES Y SUS OPORTUNIDADES
JAIRO PETRO DE LA OSSA
Docente:
MB JHONYS DARIO DORIA CORREA
CORPORACION UNIFICADA DE EDUCACION SUPERIOR – CUN
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS
PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
MONTERIA- CORDOBA
2019
REDES EMPRESARIALES COMO UNA ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y LA COMPETITIVIDAD ENTRE PAISES Y SUS OPORTUNIDADES
En los últimos años los investigadores han mostrado un creciente interés en la estructura y la fortaleza de las relaciones en los sistemas sociales y empresariales, surgiendo un marco teórico común para entender este fenómeno que descansa en el concepto de redes y asociaciones.
Por otro lado, la proximidad geográfica, por lo que representa en cuanto a la frecuencia e intensidad de las relaciones, condiciona, si no determina, una caracterización específica de las redes. En concreto, los modelos territoriales como el distrito industrial o el clúster analizan el impacto de la proximidad geográfica de las empresas y las instituciones. Estos modelos sugieren implicaciones importantes para la creación y desarrollo de empresas y los actores participantes.
El análisis de redes proporciona numerosas herramientas para dibujar la estructura de las relaciones o vínculos interorganizacionales, basándose en el reconocimiento de que la estructura de la red impone y al mismo tiempo modela las acciones de las empresas (Granovetter, 1985; Burt, 1997; Nohria, 1992).
Hoy en día el mundo se encuentra globalizado, donde el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y de sistemas logísticos avanzados, permite el establecimiento de relaciones con empresas de cualquier parte del mundo. No obstante, no deja de ser cierto que, para el establecimiento de alianzas exitosas entre empresas, es muy beneficiosa la existencia de los llamados ecosistemas de negocios (Camarinha-Matos, 2002), es decir entornos que favorezcan este tipo de configuraciones en red, a través de la existencia de prácticas y culturas empresariales similares, de confianza entre las empresas, y de un sentimiento de comunidad y estabilidad. Estos ecosistemas o entornos favorecedores se pueden encontrar, por ejemplo, en forma de redes de empresas especializadas, localizadas en concentraciones territoriales concretas en gran número de países avanzados (Italia, España, etc.), formando clúster.
Este éxito de las redes de empresas especializadas, localizadas en concentraciones territoriales concretas en gran número de países avanzados, ha aumentado el interés por el estudio de estos fenómenos de concentración productiva geográfica durante las dos últimas décadas, tanto por parte del mundo académico, como por parte de los responsables de la elaboración de las políticas industriales y de desarrollo territorial.
Durante la pasada década, los clúster han sido reconocidos como escenarios en los que se dan condiciones muy favorables ya sea para el estímulo de la productividad y de la innovación en las empresas que los integran, ya sea para la formación de los recursos humanos o para la creación de nuevos negocios. De hecho, durante las últimas dos décadas los investigadores han mostrado una creciente atención por las empresas localizadas en áreas geográficas limitadas. Como resultado de este interés se pueden encontrar una gran variedad de conceptos explicativos del fenómeno:
La Especialización Flexible (Piore y Sabel, 1984)
El sistema de producción (Storper y Harrison, 1991)
El Clúster regional (Porter, 1990)
El sistema nacional de innovación (Lundvall, 1992)
El hot spot (Pouder y St. John, 1996).
Sin embargo como señalan Storper y Harrison (1991), el gran número de conceptos y aproximaciones produce confusión y dificulta la comprensión del fenómeno.
Ya se ha comentado que los factores clave de éxito deben acabar en procesos clave, en los cuales las empresas actúen generando valor por encima de la competencia. Aquí vuelve a aparecer la problemática de la necesidad acción de las empresas en red, ¿qué agentes del clúster deben asociarse para formar una organización?, ¿cómo conseguir que estos actúen coordinadamente?
Si, como se ha argumentado al analizar el modelo de los clúster, la cantidad y, sobre todo, la calidad de las relaciones existentes entre los principales agentes económicos es la base del éxito del mismo en términos de competitividad, es necesario analizar dicha red estructural de relaciones, con el fin de conocer cuántas y cuáles son éstas, y en qué sentido deben orientarse en los futuros procesos de cambio.
Para ello, se propone la utilización de la tabla Matriz Estructural de Relaciones, la cual es una matriz cuadrada o tabla de doble entrada que va a servir para relacionar entre sí a los principales agentes económicos que están instalados en un determinado territorio: empresas e instituciones. Los elementos de la tabla son los diferentes tipos de agentes económicos del clúster que previamente se han identificado; Instituciones: Horizontales - territoriales y Verticales – sectoriales y Empresas: Líderes del clúster, Proveedores, empresas Relacionadas y Clientes.
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