Responsabilidad social empresarial

30 de marzo de 2021

El Reporte Ideal

Reportar, según la Real Academia Española es la acción de “transmitir, comunicar, dar noticia”; Sostenibilidad, se describe por estos como la posibilidad de “mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.” Por tanto, en la idea literal del caso, un reporte de sostenibilidad organizacional debería como fin fundamental, transmitir conocimientos o comunicar respecto a las formas como las entidades mantienen en el largo plazo los recursos y no causan daño grave al medio ambiente desde sus campos de acción. Esto, ha sido estandarizado desde una iniciativa que específica en el área, busca dar una guía transversal para dar cuenta de estos aspectos de forma integral. Sin embargo, es preciso cuestionarse frente a la idea de que pueda o no existir un reporte ideal. ¿Quién sería el referente, qué contendría aquel reporte y que lo haría más y mejor reporte que otros reportes?

La gestora de estos reportes a nivel mundial es Global Reporting Iniciative (GRI), una organización internacional independiente que tiene como fin ayudar a las organizaciones a ser transparentes y tomar responsabilidad por los impactos que generen y así, crear un futuro sostenible. Para esto, crea un lenguaje común al rededor del mundo por medio de estándares categorizados que permiten tener un dialogo alrededor de la información que permite tomar decisiones en cada campo o subcategoría del concepto de sostenibilidad. Ahora… ¿es GRI un referente ideal de reportes de sostenibilidad, si quiera existe un reporte ideal según esta organización y cuáles serían los retos para alcanzar un documento perfecto?

Si pasamos a revisar los reportes que ha generado esta misma organización bajo sus propios estándares, podríamos dar cuenta de los aspectos que contribuyen a lograr un reporte de alta calidad si no “ideal”. Los estándares GRI orientan a las organizaciones para comprender su nivel de impacto a nivel económico, ambiental y social, incrementando su responsabilidad, promoviendo la transparencia y contribuyendo al desarrollo sostenible. Sin embargo, el hecho de que cada organización puede tomar provecho de estos estándares en su totalidad o parcialmente según su propósito o misión organizacional, lleva a cuestionarse frente a cuáles serían entonces las características del reporte ideal.

Desde mi punto de vista y al haber revisado varios de los reportes propios de Gri, el reporte ideal se compone de 3 aspectos fundamentales que permiten cumplir su propósito de rendir cuentas e informar respecto a cómo mantener en el largo plazo los recursos y no causar daño grave al medio ambiente desde cada campo de acción. Primero, la forma como se estructuran y presentan los informes, segundo, la coherencia de los estándares seleccionados con el core, misión u objetivo estratégico de la organización, y tercero, el propósito que impulsa a las organizaciones a siquiera preocuparse por desarrollar procesos de sostenibilidad organizacional.

En el contexto cotidiano dicen que “todo entra por los ojos” y este no es un caso distinto, los reportes de sostenibilidad tendrán un fin netamente socioambiental, pero para todos es claro que la forma como se transmite o comunica la información es clave a la hora de buscar direccionar un mensaje en x o y dirección. Es por esto que la estructura, orden, diseño y concepto que maneje un informe toma relevancia a la hora de buscar socializar estos reportes ya que estos pueden ser más efectivos en tanto mantengan una idea cohesiva y coherente de lo que el lector podría abstraer de este. A modo general, es vital que los reportes inicien con una portada cautivadora, con un mensaje relacionado con los resultados obtenidos, una imagen asociada a este, nombre y logo de la organización y un sintético abrebocas a los contenidos generales del reporte. Adicional a esto, es clave contar con un índice, una introducción del editor, socializar la matriz de materialidad general, portadas y contenidos por cada estándar a retomar y finalmente un cierre con las oportunidades identificadas en el reporte y una contraportada igualmente alusiva a resultados del documento. Evitar la extensión de texto, usar gráficos que diagramen la información y ser dinámicos en el manejo de color permitirá mantener la atención a través del documento.

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