Respuestas curaduría economía naranja

Es posible que la crisis de Venezuela haya sido la excusa más sencilla para que el área cultural del país sea más vista como un gasto poco productivo (cosa que se demuestra en la falta de financiamiento a proyectos artísticos en el país), no significa que no haya métodos para incentivarlo y hacerlo crecer.

Iván Duque, con Felipe Buitrago, tienen una investigación para el BID titulada: La economía naranja, una oportunidad infinita, donde se ve el impacto económico que tienen los bienes y servicios culturales en lo económico, la economía naranja (también llamada industria creativa) que son todas las actividades donde la materia prima sea la creatividad, la imaginación, el talento, las artes y la identidad, para generar bienes y servicios culturales, amparados en un entorno de respeto al capital intelectual.  Y explican cómo pueden generar empleos y riqueza en los países que promueven las actividades creativas (moda, cine, teatro, artes, música, diseño, arquitectura), las enormes oportunidades de negocio que podría desarrollar el arte, los medios y todo el patrimonio cultural de una nación.  ejemplo de esto países desarrollados cada vez más protegen los trabajos de investigación y desarrollo tecnológico; el resguardo de sus sitios arqueológicos y centros históricos; alientan los diseños y la publicidad; procuran recompensar el talento; realizan grandes inversiones en conectividad; estimulan los emprendimientos didácticos e inspiran la propiedad intelectual.

La propuesta de la economía naranja cobra mucho sentido en Venezuela cuando nos visualizamos en el escenario no petrolero (un escenario que se está haciendo visible y real en este momento). Esa alternativa que nos puede brindar una política de Estado que impulse trabajos transformadores de la creatividad en provechosos bienes y servicios culturales, podría originar contribuciones económicas extraordinarias. Es indispensable para ello abocarnos en la promoción de contenido digital, a la implementación intensiva de tecnologías de información y el apoyo a las creaciones artísticas, debe ser la prioridad de la era posrentista. Esta sí es, lo que podría llamarse una revolución portentosa.

Y aunque de forma empírica ya muchos intelectuales y creativos han estado nadando en las aguas de esta economía naranja, aun no hay un acompañamiento oficial y sostenible de la misma, por lo que la ignorancia sobre el tema nos dejan quizá sumergidos en el desconocimiento de esta oportunidad y por ello aun en el anonimato de la misma, es decir, no se habla del tema para mí por dos sencillas afirmaciones: 1. Desinterés en crear políticas de estado y económicas que permitan la independencia del individuo de las rentas del estado y de algún modo seguir siendo el administrador de la mayor economía y renta del país, 2. Subestimación de las capacidades los individuos como generadores de oportunidades y empleos y no la industria como siempre, pues las capacidades individuales suelen ser económicamente sostenibles como empresa privada y no como empresa pública que es el área con prioridad en el país.

Pero las semillas están latentes produciendo todos los días, esperando el día en que los sistemas político, productivo, financiero y tecnológico del país se activen para hacer florecer el ecosistema creativo del país, que permita explotar todo su potencial creativo, cultural y tecnológico para hacer frente a la crisis y lograr el desarrollo económico y social que podemos alcanzar.

Para esta respuesta me basaré en ejemplo específicos de áreas del arte y la creatividad donde me he desempeñado o se desempeña mi familia:

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