Sistea financiero de colombia.
Enviado por marcosdick • 17 de Octubre de 2016 • Trabajo • 1.800 Palabras (8 Páginas) • 228 Visitas
Marcos Dick Davis Mares
Economía colombiana
Profesor: Alberto Cortes
Análisis del sistema financiero colombiano para el periodo 2002- 2006
Durante el periodo 2002- 2006 el sistema financiero colombiano fue el protagonista de una serie de funciones, decisiones, adquisiciones en diferentes entidades que lo componen, dando como resultado un ambiente de reestructuración y consolidación, favorecido por crecimiento de la economía nacional de ese entonces.
Esta situación genero múltiples efectos en clientes, grupos económicos y los grupos financieros e hizo al país atractivo para los inversionistas extranjeros.
Aquí se expondrán los diferentes efectos, fortalezas, impactos y los resultados del sistema financiero en el periodo 2002- 2006.
La industria bancaria en el mundo ha sido objeto de múltiples procesos de fusión en los últimos años todo con el fin de ampliar las fronteras de bancarización, obteniendo mayor cobertura poblacional y geográfica, mientras ofrece cada vez más productos bancarios.
Paralelamente el Sistema Financiero Colombiano ha enfrentado altos y bajos respondiendo a un ciclo que puede ser definido como Recuperación- Expansión – Sobredimensión - Crisis - Recuperación, siendo esta última etapa la que caracteriza al periodo comprendido entre los años 2002 y 2006, de la mano de una recuperación económica inminente. El país dejó atrás los crecimientos negativos, el consumo privado y la inversión recuperaron su dinamismo.
Después de superar importantes crisis de rentabilidad y crecimiento entre 1997 y 2000 resultado de malas decisiones gerenciales frente a un auge financiero aparente, ya para el 2006 se dan muestras claras de saneamiento, eficiencia y fortaleza esos lo muestran los indicadores de rentabilidad de ese último año.
Actualmente el 80% de las utilidades del Sistema Financiero Colombiano proceden del sector bancario. Los resultados derivados de su actividad muestran una evolución en términos de ingresos y costos bastante favorables en la medida en que los primeros crecen en una mayor proporción que los segundos. Esta situación se atribuye fundamentalmente a la caída de las tasas de interés y la recomposición del pasivo de las entidades hacia recursos de bajo costo como lo son las cuentas corrientes y de ahorro.
Por otra parte, el saneamiento de la cartera realizado posteriormente a la crisis, redujo de manera importante los gastos netos de provisiones, mientras los indicadores de mora y cobertura de mora mejoraron satisfactoriamente.
En este escenario, la consolidación del sector financiero se hace evidente y se manifiesta a través de “un renovado interés por fusionar y adquirir entidades que proporcionen nuevas sinergias a través de los mercados financieros diversificados”[1]. El resultado, mejores prácticas de funcionamiento, entre las cuales se puede destacar la mejora de la eficiencia a partir de una adecuada gestión de los gastos de explotación.
Todo este fenómeno de reestructuraciones motivó de manera bastante acertada, la fusión de los organismos de control, Superintendencia Bancaria y Superintendencia de valores, en un solo ente de supervisión que a partir de 2005 actúa como la Superintendencia Financiera de Colombia.
De esta forma nos encontramos frente a un sistema financiero más sólido, mucho más concentrado y con mayores capacidades para competir nacional e internacionalmente. Al final quien disfrutará de los beneficios será el cliente, quien frente a una mayor oferta de alternativas, reducirá su riesgo en términos de ahorro y encontrará diversas posibilidades de financiación.
No obstante, la recuperación no ha ido de la mano del crecimiento del sector real de la economía, factores como el impuesto a las Transacciones Financieras (4xMil) que nació en 1998 como una contribución temporal para subsanar la emergencia económica y sanear el sector financiero aún sigue vigente, y han estancado al sector financiero quien se enfrenta de manera constante a elementos de represión por los entes de regulación y control.
De esta forma, es coherente afirmar que la universalización de los servicios financieros podría afrontar obstáculos de tipo legal, de reglamentación y de segmentación de mercado. En el primer grupo se encuentra la exigencia de vehículos especializados para desarrollar servicios de leasing, manejo de recursos fiduciarios y seguros, que actualmente los grupos financieros manejan a través de la figura de filiales. Esta situación aumenta la separación de servicios, reduciendo la eficiencia.
En el segundo grupo, las entidades se encuentran día a día frente a reglamentaciones difusas en términos de servicios financieros que de una u otra forma son superados por las mismas prácticas del mercado.
Por ahora, a favor y en beneficio de las entidades, las perdidas en la década de los noventa ya han sido compensadas, la rentabilidad del sector en general es inminente y la búsqueda de la eficiencia y el crecimiento sostenido llevaron a adoptar estrategias que permitieran salir adelante en un escenario totalmente adverso, con una tasa de usura que tiende a la baja, con un mercado de alta volatilidad y con el desencadenamiento de una feroz competencia.
Los movimientos del Sistema Financiero
Aun cuando durante el año 2004 no se había materializado ninguna fusión, cesión o adquisición entre entidades financieras del país, este periodo puede ser considerado como el de gestación de todos los procesos vividos en el 2005. La economía nacional empieza a reputar y las entidades financieras inician procesos de saneamiento y reestructuración preparándose para la coyuntura venidera, los más débiles se preparan para hacerse atractivos a los ojos de los más fuertes, se desata una fuerte tendencia a consolidar grupos financieros y por parte de los consumidores se incrementa el apetito crediticio.
Las pérdidas de años anteriores ya eran historia el sistema financiero empezó a arrojar utilidades, concentradas en la banca nacional, siendo Bancolombia quien evidenciaba un mejor desempeño. Se suma a los resultados el sector privado extranjero, que aunque en menor medida, también revela importantes beneficios.
Los principales indicadores del sector financiero en el 2004, muestran que el desempeño en este periodo fue altamente positivo, alcanzando niveles superiores a los observados antes de la crisis. L a relación de solvencia se situó en niveles superiores a los requeridos, la cartera mejoró su perfil de riesgo y creció la cobertura de la cartera vencida, se avanzó en el mejoramiento de la eficiencia bancaria y los indicadores de rentabilidad financiera fueron sustancialmente mejores a los del año anterior.
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