Surgimiento De La Contabilidad De Costos
Enviado por dcraz • 8 de Mayo de 2013 • 3.323 Palabras (14 Páginas) • 1.991 Visitas
INDICE
Introducción 2
Surgimiento De La Contabilidad De Costos 3
Desarrollo De Los Costos 7
Relación Con El Auge Industrial 8
Características Y Objetivos De Los Costos 9
Clasificación De Los Costos 10
Según La Función En Que Se Incurren: 10
Según Su Identificación: 11
Costos Del Periodo En Que Se Llevan Al Estado De Resultados: 12
Según El Comportamiento Respecto Al Volumen De Producción: 13
Según Su Relación A La Producción: 13
Diferencia Entre La Contabilidad General Y La Contabilidad De Costos. Propósitos De Cada Una. 14
Elementos Del Costo De Producción; Materia Prima, Mano De Obra, Gastos Indirectos. 15
Conclusión 17
Bibliografía 18
Introducción
Calcular los costos de una empresa ha sido casi una necesidad básica a la hora de forjar una planeación y control de la misma, y se ha convertido también en la herramienta más eficaz a la hora de determinar la viabilidad de un negocio cualquiera. Es por esto que este enfoque de la contabilidad ha adquirido tanta importancia a través de todos los tiempos.
Esta investigación está centralizada en el aparecimiento u origen del costos y de cómo ha sido su evolución a través de la historia.
Surgimiento De La Contabilidad De Costos
En el siglo XIV, mucho antes de la aparición de Lucas Paciolo, en países como Italia, Inglaterra y Alemania, se conocieron los primeros rudimentos de costos como resultado del crecimiento y desarrollo de las industrias de vinos, monedas y libros, de mucho auge en ese entonces. En el año 1431, es decir, 63 años antes de Paciolo, la poderosa familia de los Médicis, en Italia, había adoptado diversos procedimientos muy similares a los de la teneduría de libros. Asimismo, en Inglaterra, durante el año 1485, varias industrias de esa época adoptaron sistemas rudimentarios pero que en esencia eran muy similares a los costos actuales.
El surgimiento de la contabilidad de costos se ubica una época antes de la Revolución Industrial. Ésta, por la información que manejaba, tendía a ser muy sencilla, puesto que los procesos productivos de la época no eran tan complejos. Estos consistían en un empresario que adquiría la materia prima; luego ésta pasaba a un taller de artesanos, los cuales constituían la mano de obra a destajo; y después, estos mismos últimos eran los que vendían los productos en el mercado. De manera que a la contabilidad de costos sólo le concernía estar pendiente del costo de los materiales directos.
Este sistema de costos fue utilizado por algunas industrias europeas entre los años 1485 y 1509.
La Contabilidad de Costos propiamente tal surgió con el desarrollo de las empresas industriales a fines del Siglo XIX. Antes de este período existía una contabilidad global basada en la acumulación de operaciones efectuadas por el comerciante.
Con el objeto de formarse una rápida idea acerca de la evolución que la Contabilidad de Costos ha tenido en el tiempo, aún cuando no se le identificara como tal, es preciso retraerse a las antiguas civilizaciones del Medio Oriente, en donde es posible encontrar sacerdotes y escribas que tenían como tarea realizar anotaciones para establecer cuál era el costo final de alguna obra o trabajo específico.
Algunos autores afirman que la Contabilidad de Costos se inició en las fábricas florentinas de telas y lana del Siglo XII, mientras que otros ubican su nacimiento en el Siglo XIV durante el desarrollo del comercio inglés e italiano. Uno de los investigadores que ha estudiado el origen de la Contabilidad de Costos establece que su establecimiento surgió en Inglaterra, durante el reinado de ENRIQUE VII (1485-1509) a consecuencia de restricciones impuestas a los fabricantes de algodón lo que obligó a éstos a organizarse en comunidades industriales de manera que los veedores se vieron en la necesidad de conocer con mayor exactitud el costo de los productos para rendir cuentas a sus mandantes.
Otro factor que aparece promoviendo el establecimiento de la Contabilidad de Costos durante la Edad Media fue el desarrollo del comercio y la consecuente competencia entre los distintos comerciantes, lo que hizo surgir algunos intentos para identificar los costos de fabricación y tratar de calcularlos; ello constituyó, sin embargo, un hecho aislado por cuanto la contabilidad utilizada era elemental y estaba diseñada para registrar obligaciones externas y recaudaciones efectuadas, pero no cubría transacciones internas del proceso productivo.
Una notable excepción es el sistema contable llevado por un impresor italiano instalado en Amberes durante el Siglo XVI, cuyo nombre era CRISTOPHER PLATIN, el cual utilizaba cuentas por partida doble y formaba una contabilidad de costos por órdenes de trabajo lo que le permitía determinar el costo de cada libro que imprimía. Este valor lo obtenía acumulando el costo de los distintos tipos de papel, como asimismo los salarios que pagaba a sus dependientes y otros valores que surgían durante el trabajo. Su minuciosidad le hizo llevar un completo inventario tanto de unidades físicas como de los valores correspondientes. Igualmente, al finalizar cada trabajo encomendado, elaboraba un asiento contable transfiriendo la cuenta que reflejaba el producto en proceso a una cuenta que denominaba libros en almacén, la que cuadraba con el inventario que mantenía.
Algunos prototipos de sistemas de contabilidad de costos eran llevados en la compañía textil de la familia MÉDICI, a mediados del Siglo XV, como también en la empresa minera que mantenía la familia FUGGER en Austria. En este último caso, la contabilidad utilizada distinguía entre el costo de los materiales utilizados, la mano de obra, el transporte y otros gastos inherentes al proceso productivo.
A pesar de que en la práctica surgían casos como los señalados, en que se diseñaban prototipos válidos para las necesidades informativas propias de algunos comerciantes, su uso era prácticamente desconocido para el resto. Tampoco existían publicaciones o tratados sobre el particular. Una excepción fue cuando, en 1697, JOHN COLLINS publicó una obra en que preconizaba la diferencia entre el costo de fabricación y los costos comerciales.
Sólo a fines del Siglo XVIII, en Inglaterra, comenzaron a circular algunos libros de contabilidad en que se habla de los costos fabriles.
Uno de los pioneros en esta materia fue JAMES DODSON quien en 1750 publicó una obra en que se refiere al costeo por lotes de productos en
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