TEORÍAS DEL EMPRESARIO Y TIPOS DE EMPRESA
Enviado por Heredira • 21 de Mayo de 2013 • 6.271 Palabras (26 Páginas) • 610 Visitas
: TEORÍAS DEL EMPRESARIO Y TIPOS DE EMPRESA
2.1. TEORÍAS ECONÓMICAS SOBRE EL EMPRESARIO.
INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS DEL EMPRESARIO
El empresario se constituye en el engranaje que produce riqueza, utilizando los recursos que tiene disponibles, constituyéndose en la unidad crucial en la generación de oportunidades, creación de empleo y crecimiento global de la economía. En este tema nos centraremos en la evolución de la teoría del empresario.
El concepto de empresario ha sufrido grandes modificaciones desde la época del capitalismo mercantilista hasta la actualidad. De ser el propietario de la empresa y el que tomaba las decisiones, ha pasado a constituirse en una figura mucho más compleja, que no necesariamente tiene que ser una persona física ni el dueño de la empresa.
La persona empresaria (en el idioma inglés conocido como “entrepreneur”) es aquel agente con la energía, el dinamismo y la flexibilidad para resolver los problemas y además es ambiciosa e inquiridora. Este tipo características y estrategias provienen del latín quaero que significa “buscar”. La teoría moderna del empresario está principalmente interesada en estudiar la característica primaria del empresario: la búsqueda de, o descubrimiento de, nuevo conocimiento.
Sin embargo, las visiones clásica y neoclásica del empresario no tienen una descripción sofisticada del empresario. Su énfasis es en el establecimiento de los precios naturales o de equilibrio, lo que significa, un énfasis en el estado final y no en el proceso de cómo se llega al dicho estado final. Con esta perspectiva, precisamente, se puede pasar por alto fácilmente el papel y la contribución del empresario ya que en el mecanismo de precios el empresario es pasivo e invisible. Pero cuando hay desequilibrio, incertidumbre, información imperfecta o racionalidad limitada el papel del empresario es suplir al mecanismo de precios.
“Al asentar su análisis sobre el mecanismo de coordinación descentralizada, que es el sistema de precios, la teoría económica neoclásica dejó en la oscuridad todo lo relacionado con la organización de la producción, donde se encuentra el empresario y la empresa como sujetos activos –no pasivos– del intercambio y la asignación de recursos” (Torres 2003, p. 6). Así también, los clásicos fallaron en distinguir entre quien provee el capital y quien organiza la producción. Tal vez porque ambas funciones podían presentarse en una sola persona en el capitalismo de los siglos XVIII y XIX. Pero es precisamente los conceptos de división y especialización del trabajo, característicos del capitalismo, que ayudan a explicar por qué las funciones empiezan a fracturarse entre distintas personas. Smith, Ricardo y Mill dieron un uso inadecuado, por ejemplo, a conceptos como “ganancia” para describir el retorno total del proveedor del capital, cuando muchos elementos podrían haber sido llamados apropiadamente como en el caso de los salarios de los gerentes, el interés del capital, rentas monopólicas, etc..
La ganancia en realidad es un tipo de ingreso que va hacia el empresario y debe distinguirse del ingreso recibido por capital, que es un ingreso por interés. La ganancia, para algunos teóricos, es como una remuneración o un salario a quien organiza la producción. Sin embargo, para otros teóricos es el pago por llevar sobre sí incertidumbres y riesgos que no pueden ser cubiertos por un seguro y no es un salario o remuneración. Así también debe hacerse la distinción entre empresario e innovador. El ‘fundador’, el ‘dueño’, el ‘tomador de riesgo’ y el ‘manufacturero’ no son las mismas funciones pero, eventualmente, podrían estar fusionadas, unificadas o agrupadas en una sola persona. Así también ocurre con los innovadores. No tienen que ser al mismo tiempo el fundador ni el dueño ni el capitalista. Así como el sistema de tenencia de la tierra ha facilitado la distinción entre campesino y el terrateniente, el sistema corporativo distingue entre dueños, gerentes e innovadores (p.e. un elemento del proceso de innovación son las unidades de Investigación y Desarrollo I&D).
El innovador se distingue del capitalista (quien posee el dinero) incluso cuando, coincidentemente, son la misma persona. Pero también el innovador y el empresario pueden diferenciarse entre sí debido al papel más amplio que tiene el innovador pues no sólo consiste en fundar una firma, crear y liderar una jerarquía. No obstante, la relación entre los empresarios y los capitalistas para financiar innovaciones es una función vital en una economía de capitalista, pues la relación entre los dueños, los capitalistas, los gerentes, y los innovadores es esencial para realizar las nuevas combinaciones.
EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA DEL EMPRESARIO
• Siglos XVIII-XIX: el mercader sedentario
En la época de la Revolución Industrial el empresario es individual. Según economistas de la escuela clásica como Adam Smith o Ricardo, el empresario era un mercader sedentario en el que coincidían las figuras de propietario del capital y de controlador de los medios de producción.
No fue hasta unos años después cuando R. Cantillon (1680-1734) fue el primero el primero en introducir la palabra entrepreneur, entendió por primera vez la figura del empresario como un hombre de negocios, ya que era el agente que compraba los medios para producir y, posteriormente, revendía a un precio incierto. El empresario, por tanto, era una figura que asumía riesgos ya que no sabía si recuperaría el desembolso efectuado. “Hombre de negocios” o “agente que compra medios de producción a ciertos precios para después combinarlos en un producto que venderá a un precio incierto”.
• Siglo XIX: el empresario organizador
Gracias a los avances tecnológicos de la época, a la ampliación de mercados y al surgimiento de grandes necesidades del capital, aparecen por primera vez las grandes sociedades, en las que diversos propietarios financian conjuntamente la empresa. Con la llegada de esta forma societaria se empiezan a separar por primera vez los objetivos del empresario y del capitalista, surgiendo de esta forma lo que el economista Marshall denominó como empresario organizador. El empresario Para Marshall es el cuarto factor de producción, con el que se aporta el conocimiento a través de la organización y cuya función es la dirección de los negocios.
El capitalismo llega a una etapa en la cual el capital se fracciona entre un número amplio de accionistas y se elige al empresario en función de su capacidad. Este nuevo empresario afronta ahora un riesgo más profesional que patrimonial, ya que lo que este arriesga no es su dinero, sino su puesto de trabajo. Las funciones de este empresario profesional
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