Tecnicas para la toma de decisiones. Lista de ventajas e inconvenientes
Enviado por Juan Uicab • 5 de Abril de 2017 • Apuntes • 1.337 Palabras (6 Páginas) • 560 Visitas
TECNICAS PARA LA TOMA DE DECISIONES.
1) Lista de ventajas e inconvenientes
Es la más conocida de las técnicas para la toma de decisiones, lo primero que enseñan en cualquier curso para la toma de deciones o en cualquier estudio que realices sobre el tema; de ahí que figure en el primer lugar de la lista. Básicamente consiste en sentarnos con un papel y un lápiz, trazar una línea vertical en mitad del folio, y escribir en el lado izquierdo del mismo todas aquellas ventajas que tiene la decisión, y a la derecha todos los inconvenientes o perjuicios que nos puede causar la misma. Observa la lista.
2) Esperanza positiva
Consiste en visualizar EL ÉXITO de cada una de las opciones, percibirlo mentalmente hacerlo nuestro. Se trata de sentirnos como si ya hubieramos tomado esa decisión, y hubiéramos acertado. ¿Cómo nos sentimos con cada opción? ¿Somos felices? ¿Nuestra vida ha mejorado? ¿Hemos llegado donde queríamos? ¿Ha merecido la pena los esfuerzos? Esto nos ayudará a predecir cómo nos vamos a sentir con cada opción, cual nos va a merecer más la pena, por cual nos es más reconfortante apostar.
3) Esperanza negativa
Esta técnica es justo la contraria y complementaria a la anterior. En este caso tenemos que tratar de visualizar EL FRACASO de cada una de las opciones. debemos intentar experimentar como sentiríamos si ya hubieramos elegido cada una de las opciones, y nos hubiéramos equivocado. ¿Como sería nuestra vida? ¿Como de infelices somos? ¿Cuánto nos ha perjudicado nuestra decisión?
4) Esperanza inversa
A veces, por muchas vueltas que le demos a las consecuencias de una decisión, no somos capaces de ver cual nos convence más o cual preferimos. Llegados a este punto de bloqueo, puede ser interesante cambiar radicalmente el enfoque de la diatriba: en vez de plantearnos acerca de las consecuencias de ELEGIR una opción... ¿por qué no analizar las consecuencias de NO ELEGIR esa opción? ¿Qué pasa si no optamos por ella? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué ventajas e inconvenientes? ¿Qué éxitos o fracasos nos proporcionarían?
5) Experiencias previas
¿Es la primera vez que tomamos una decisión en el curso de nuestra vida? Seguramente no. Todos tomamos a diario muchas decisiones, muchas de ellas sin darnos cuenta. ¿Por qué no sentarnos un rato a analizar qué otras decisiones parecidas hemos tomado en el pasado? Es probable que alguna vez anteriormente nos hayamos visto en una situación similar, o en una situación diferente con condicionantes similares. ¿Qué decisión tomamos en su día? ¿Por qué? ¿Qué resultados tuvimos? También pueden servirnos, salvando las distancias, las experiencias ajenas. ¿Conocemos a alguien que haya atravesado una situación parecida? ¿Cómo la afrontó? ¿Cómo la resolvió? ¿Qué resultados obtuvo?
6) Modelos a seguir
Una de las técnicas para la toma de decisiones más útiles para afrontar una decisión es tratar de imaginar como la afrontaría alguien a quien admiramos. ¿Tienes algún ídolo, alguien a quien admires? Muchas personas admiran a personajes que han destacado por sus logros y sus hechos en el curso de la historia. ¿Como afrontaría Julio César esta situación? ¿Y Simón Bolívar? ¿Y Thomas Jefferson o Winston Churchill? Si eres creyente... ¿Qué mejor modelo que Jesús?
También puedes fijarte en las decisiones que harían personas reales y cercanas a tí: ¿que haría tu padre en tu lugar? ¿qué te aconsejaría aquel profesor de la escuela superior que tanto aconsejaba? ¿Ese amigo emprendedor al que tanto admiras? Fíjate en las personas de tu entorno, emprendedores, triunfadores... ¿qué harían ellos ante esta situación?
7) Pedir consejo
A veces las personas somo reticentes a dejarnos aconsejar por los demás, nos parece humillante o subordinado el que alguien nos diga lo que tenemos que hacer. Y sin embargo esto es un enorme error. Nada hay más enriquecedor que escuchar opiniones diversas, puntos de vista opuestos, perspectivas diferentes. Cuantas más opiniones escuchemos, más completa será nuestra formación respecto a un tema, y por ende más fácil nos resultará dar curso a la toma de una decisión.
8) El poder de la Intuición
El proceso de toma de decisiones es un proceso principalmente racional. Todas las técnicas que hemos visto se basan en el análisis, en los argumentos, el los razonamientos. La razón es la que decide.
Y sin embargo, en toda decisión siempre hay un factor subjetivo sicológico, que se escapa a toda razón lógica. Hay una preferencia personal, una intuición, hay una opción que, sin saber porqué, nos resulta más atractiva que el resto. Muchas personas lo llaman "una corazonada" porque sale de lo más profundo de nuestro interior. Mira en tu interior, denro de tí, hacia donde crees que debes seguir. Qué te pide tu cuerpo, cual crees que es tu camino. A veces, aunque no tengamos argumentos para tomar una decisión, en realidad sabemos lo que tenemos que hacer. Hay una fuerza superior que nos empuja a ello, con seguridad. Sigámosla.
9) Madurar las decisiones
Una vez hayamos tomado una decisión, no es necesario lanzarse apresuradamente a la ejecución. Ya hemos decidido, ahora descansemos, pensemos en otra cosa, vayamos haciendo los preparativos, y dejemos pasar el curso del tiempo. Lo normal es que con el paso del tiempo nos reafirmemos en nuestra decisión, pero a veces nos daremos cuenta, al ir haciendo los preparativos, de otros factores que no habíamos tenido en cuenta, por lo que podríamos reconsiderar nuestra decisión.
10) Ser coherente con las decisiones tomadas
Tras el proceso de maduración, una vez que hemos puesto en práctica la decisión tomada, debemos ser firmes en la misma. En el curso de la vida debemos actuar con seguridad, con solidez, y confiando en nuestras decisiones. Ya habíamos analizado las consecuencias de nuestra decisión, ahora nada nos va a coger de sorpresa, así que asumamos todas las consecuencias con valentía.
Esto no significa que, si aparecen imprevistos o nos damos cuenta de que claramente nos hemos equivocado, no podamos reconsiderar nuestra decisión. Siempre podremos corregir nuestros erores estratégicos. Pero no es bueno ir dando bandazos por la vida y cambiando de opinión cada poco tiempo, debemos tener una postura sólida y robusta, fiel a nuestros ideales, y coherente con nuestras decisiones. Defiende tus decisiones a capa y espada, y cambialas sólo cuando sea evidente que te has equivocado.
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