Toma De Decisiones
Enviado por HastromBraum • 10 de Agosto de 2014 • 3.190 Palabras (13 Páginas) • 206 Visitas
Tomar decisiones
¿Qué es lo que precede a todas nuestras acciones?, ¿Qué determina las acciones qué tomamos?. Por supuesto: el poder de decisión.
Tomar una decisión comienza por: Decidir o No Decidir. Entenderemos por Decidir, al compromiso con los resultados que se quieren alcanzar, mientras que No Decidir significa estar interesado en que las cosas sucedan sin hacer nada para lograr los resultados deseados.
La decisión que tomemos puede ser acertada o errónea, cualquiera de las dos genera un aprendizaje, lo que implica que, si nos equivocamos, debemos esforzarnos por aprender de nuestros errores, en lugar de castigarnos por ello, pues si no lo hacemos estaremos destinados a repetirlos en el futuro, ya que nos preocupamos por lo que pasó, lo que ocasiona una exageración de las cosas y el pensar sólo en el hecho del pasado, alimentándolo así mismo, en vez de ocuparnos por nuevas estrategias para intentarlo de formas diferentes en el futuro.
Nuestra capacidad de tomar decisiones, tiene que ver con asumir riesgos, ser creativo y buscar alternativas a problemas o retos aún no existentes.
Los que asumen riesgos no son sólo las personas osadas que practican deportes o actividades extremas, todos debemos hacerlo cada día. ¿Qué podemos aprender de quienes realizan actividades extremas?. Quienes practican esas actividades; no están locos, ni están desapegados de la vida, definitivamente no, ellos son personas mentalmente sanas como todos nosotros. Al contrario de lo que parece, son personas muy precisas, muy constantes, muy preparadas y muy prudentes para hacer frente a situaciones difíciles. Las características que ellos presentan son:
- Actúan inteligentemente en la preparación de sus actividades.
- Piensan todo antes de actuar.
- Elevan al máximo sus conocimientos.
- Analizan cuidadosamente los factores que podrían actuar en su contra.
- Programan su actuación de conformidad con el riesgo.
- Imaginan como van a funcionar las cosas.
- Y por último lo hacen.
La mayoría de las personas buscan seguridad y un futuro agradable y próspero, pero tienen demasiado miedo a equivocarse, a fracasar, a no poder realizar sus sueños y el miedo al fracaso, al equivocarse, lleva al miedo a asumir riesgos, eso es normal, todos le tenemos miedo al fracaso, todos nos asustamos, nadie vive sin sentir miedo, el miedo es normal, es la respuesta apropiada en situaciones de reto, cuando hacemos algo nuevo, algo sin precedentes. El miedo es una emoción más que debemos saber controlar, para no actuar desde él, porque el miedo paraliza y la parálisis no es buena compañera en situaciones de alto riesgo. La única cosa que debemos hacer en ese caso es actuar.
El miedo puede alimentarse a sí mismo, al sentir miedo, nos intranquilizamos, el ritmo cardiaco aumenta, se acelera la respiración, sentimos ansiedad en el estómago, la temperatura interna aumenta, la piel se torna roja, la piel se eriza, la saliva desaparece de la boca, otros muestran una tez pálida, lo que puede ocasionar parálisis como ya dijimos y terminar en terror, lo importante de esto es darse cuenta de la emoción que nos invade y empezar a hablarnos a nosotros mismos para establecer el guión a seguir en la situación.
El mayor riesgo es no arriesgarse, jamás lograremos lo que queremos de la vida si no asumimos algunos riesgos. El asumir riesgos nos pondrá en condiciones de vivir una vida más vital, más satisfactoria y más plena.
Tomar decisiones.
En 1996, Andrés Galárraga obtuvo el liderato de jonrones y de carreras impulsadas, y en algún momento alguien le preguntó porque siempre se hablaba de sus lideratos de jonrones e impulsadas, pero nadie hablaba del liderato en ponches recibidos, que también lo obtuvo en ese momento. La respuesta del big leaguer venezolano fue algo sí como: Es que para batear jonrones hay que tirarle.
Esto no debe sorprendernos, ya que a fin de cuentas, el jugoso contrato del que disfrutaba Galárraga en ese momento o de cualquier otro jugador ofensivo importante en la gran carpa, se basa en la capacidad que tienen dichos jugadores de batear bien un promedio de 3 de cada 10 veces que van al bate. Pues sí, como lo oyen, les pagan ese dineral por equivocarse 7 de cada 10. Cuando un pelotero, muy excepcional, logra equivocarse solo 6 de cada 10, es considerado una gran superestrella, casi insustituible. Por supuesto esos casos pueden ser contados con los dedos de una mano y aún nos sobran algunos.
Ese mismo año nos encontramos con el caso de Omar Vizquel, quien recibió el Guante de Oro, a pesar de que en esa temporada Vizquel cometió una cantidad de errores más allá de lo acostumbrado por él. Mucha gente pensó que Vizquel no obtendría dicho premio como Short Stop, que es un premio que se otorga en base a la votación de los Entrenadores de Grandes Ligas. Sin embargo, a pesar del número de errores cometidos, Vizquel obtuvo el Premio. Muchos Managers fueron entrevistados acerca de porqué votaron por Vizquel y la respuesta, casi unánime fue: ?Votamos por él porque cubre más terreno y por eso tiene más posibilidades de cometer errores?.
En estos dos ejemplos hay un gran aprendizaje: Tanto Galárraga como Vizquel en su momento buscaron el éxito en cada jugada o en cada intento al bate. El logro obtenido es producto del esfuerzo que se hace por obtener el éxito y a partir de allí obtener el Placer del Éxito. Sin embargo, mucha gente se queda sin hacer nada, porque teme fracasar.
Obtener el éxito o eludir el fracaso.
Aquí está la clave de la Toma de Decisiones: ¿Cómo tomamos decisiones?, buscando obtener el éxito en lo que hacemos o buscando eludir el fracasar, con el fin de quedar bien con los demás.
Definitivamente, cuando asumimos el tomar una decisión, nos enfrentamos a la posibilidad de fracasar en lo que hacemos. Si vemos el fracaso como un proceso terminal, nos estaremos identificando con el rol de perdedores o derrotados. Debemos asumir un modelo mental diferente, es decir, un modelo en el que el fracaso sea simplemente un evento temporal, lo que lo convierte en un resultado no satisfactorio, que debe ser corregido si deseamos obtener el éxito. El verdadero fracaso consiste en no hacer nada.
Un amigo, que trabajó como piloto de algunas aerolíneas comerciales, nos decía en una oportunidad: ?Cuando yo viajo de Caracas a Miami, estoy prácticamente fuera de rumbo en un 90-95 % del tiempo del vuelo, pero como los instrumentos de vuelo son muy sensibles yo me la paso corrigiendo el rumbo. Sin embargo llego a Miami sin tropiezos y a tiempo?.
La moraleja
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