Tres Pilares Para Una Guiana Real En Tu VIDA
Enviado por Waconfe • 26 de Mayo de 2013 • 545 Palabras (3 Páginas) • 469 Visitas
Dar prioridades en nuestra vida
Publicado por Irene G Punto
Este va a ser un post para leer y sacar la conclusión que cada uno quiera o necesite en el momento que esté de su vida. Hablamos de temas sociales, de ONG, de ayudar. Pues hoy nos vamos a ayudar a nosotros mismos para comprender un poco mejor la vida y así hacérsela más fácil a los demás. Al fin y al cabo, de eso se trata. De ayudar pero también dejarse ayudar. Rueda la vida.
Quiero compartir contigo una historia, de ésas que se cuentan en determinadas reuniones, cursos o que se cuentan en forma de consejos por amigos o familiares que nos quieren decir algo y se buscan las vueltas para que les entiendas. La historia trata de un anciano sabio que tenía en su clase de “Lecciones de Vida” a un grupo de discípulos dispuestos aprender todo lo que su maestro les dijese. En una de las clases el anciano sacó un jarrón de cristal, grande, bonito y lo lleno de grandes piedras. Lo lleno hasta arriba. Y preguntó:
-Muchachos ¿creéis que queda hueco?
Apresurado, el de la primera fila levantó la mano y dijo:
-Yo creo que no maestro.
A lo que el anciano respondió.
-¿Seguro?
Y seguidamente sacó una bolsa de tela llena de piedrecillas pequeñas que volcó en el jarrón y se acoplaron perfectamente en su interior.
-Y ahora. ¿Hay hueco? Añadió.
Ya el de la primera fila se lo pensó un poco y el de la segunda se atrevió con un:
-Yo creo que aún hay algo de hueco maestro.
Y el maestro sacó otra bolsa de tela llena de arena y repitió la escena. La arena también se acopló bien entre los huecos que quedaban entre las piedras grandes y las pequeñas. Y de nuevo preguntó:
-Y ahora. ¿Hay hueco?
Esta vez fue el de la tercera fila quien se animó con un tímido:
-Creo que ya no queda nada de hueco maestro.
Realmente el jarrón estaba hasta arriba. Pero el anciano saco una jarra más pequeña con agua y la volcó. El agua buscó su sitio dentro del jarrón. Después de hacer este último movimiento preguntó:
-Muchachos que creéis que he querido decir con este ejercicio.
Ahora ya fue el de la cuarta fila el que se levantó y dijo:
-Yo creo maestro que la moraleja de todo esto es que siempre podemos hacer más cosas de las que creemos. Que siempre podemos dar un paso más o completar más nuestra agenda aunque pensemos que ya está muy llena.
El anciano, con cara de “madre mía a estos les queda todavía mucho” contestó:
- No necesariamente. Lo importante en la vida es colocar primero las piedras grandes y para ello hay que identificarlas. Familia, amigos, tiempo para formar parte de un proyecto que me motive
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