VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL PIB

En mi opinión, y como bien queda expuesto en los artículos estudiados, el PIB, se ha vuelto una medida obsoleta, y parece más un elemento para hacer política, que una medida real del bienestar económico.

Si bien en el pasado podría tener más utilidad, aplicado con las características con las que fue concebido, sobre todo por el hecho, de que parecía considerarse que el grado de bienestar de una economía estaba estrechamente ligado a la producción y al consumo de la misma, en la actualidad, y más aún en una época de fuerte crisis económica, no puede decirse que únicamente sea el PIB el indicador del bienestar económico de un país, puesto que la percepción de dicho bienestar no es la misma para todos los integrantes de un país, además de que la concentración de la riqueza, y por ende, la felicidad medida en dinero, suele ser un privilegio de unos pocos.

A partir de lo anterior, puede concluirse que la principal ventaja de PIB, como medida del bienestar de un país cualquiera, se centra en su simpleza. Es más sencillo calcular este índice teniendo en cuenta únicamente las magnitudes que lo integran, que si integráramos otras magnitudes que influyen, como queda expuesto en los textos, en la estimación del bienestar.

Dicha simpleza de cálculo, lleva aparejada la facilidad de interpretación y de manejo, lo que lo hace un índice susceptible de ser comparado, y que se presenta como básico a la hora de estimar y seguir la evolución de las economías de los diferentes países.

Como desventajas de este índice, cabe destacar la rigidez del modelo de estimación, puesto que no incluye otros factores importantes a la hora de estimar el nivel de bienestar de la población de un país, como pueden ser varios estimadores del IDH (esperanza de vida, alfabetización, educación…), medio ambiente, elementos culturales, salud…

Y es que como bien puede observarse en los gráficos asociados, el PIB no refleja la situación real de un país, es decir el bienestar real de sus ciudadanos, viendo como países que en términos de PIB están, o mejor, parecen estar, muy bien, cuando se analiza más a fondo la situación del país, a través de otros indicadores, vemos como ese bienestar es ficticio, o por lo menos, es sólo un número.

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