Ventaja Absoluta Y Comparativa
Enviado por Adib117 • 1 de Diciembre de 2013 • 1.984 Palabras (8 Páginas) • 794 Visitas
1.3 Ventaja Comparativa
¿POR QUÉ COMERCIAR CON OTROS PAÍSES?
Si la papa, el arroz, la carne, la leche y los demás productos, tienen menor costo en el extranjero ¿por qué no comprarlo? ¿Es acaso negativo adquirir productos en el exterior o es beneficioso? ¿Qué sucede con la industria nacional y con los consumidores? ¿El comercio libre afecta positiva o negativamente a la economía? Exactamente las mismas preguntas deben hacerse los extranjeros frente a productos nacionales más baratos que los de ellos. Como es lógico entre dos países o regiones distintas existen diferencias de productividad en cada uno de los diversos productos, lo que se conoce en la literatura como ventajas comparativas.
El libre comercio entre dos países es mutuamente beneficioso y tiene como única precondición económica que entre ambos la estructura de precios relativos sea diferente. Es decir, lo que en el mercantilismo era un argumento a favor para la protección de un sector, como es la mayor productividad de un productor extranjero, en las teorías que promueven el libre comercio como medio de desarrollo es la razón misma del comercio. Pues, mientras exista dicha diferencia de productividad comparada entre bienes, aparecen las oportunidades de intercambiar con beneficio mutuo, porque el comercio libre e intenso es la única manera de beneficiar a las partes: el uno dispone de ingresos para consumir o invertir, y el otro de productos que le dan satisfacción.
Sobre las teorías que explican por qué el libre comercio es beneficioso nos podemos remontar a los escolásticos tardíos, pasando por los fisiócratas, y llegando a Adam Smith, sin embargo, podemos decir que fue David Ricardo, con su teoría de las ventajas comparativa (Ley de asociación y costos comparados), quien dio el gran salto teórico, para explicar cómo dos naciones a pesar de sus asimetrías se benefician mutuamente del libre comercio entre ambas.
En las propias palabras de David Ricardo: con su teoría de las ventajas comparativa
“En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en los empleos más beneficiosos. Esta persecución del provecho individual está admirablemente relacionada con el bienestar universal. Distribuye el trabajo en la forma más efectiva y económica posible al estimular la industria, recompensar el ingenio y al hacer más eficaz el empleo de las aptitudes peculiares con que lo ha dotado la naturaleza; al incrementar la masa general de la producción, difunde el beneficio por todas las naciones uniéndolas con un mismo lazo de interés e intercambio común. Es este principio el que determina que el vino se produzca en Francia y Portugal, que los cereales se cultiven en América y en Polonia, y que Inglaterra produzca artículos de ferretería y otros”.
Los datos nos muestran que existe una relación innegable entre libre comercio y crecimiento económico, los países más abiertos al mundo son los que tienen mejores niveles de vida y mayor crecimiento económico. Los países más desarrollados y de mayor desarrollo humano son abiertos y además venden fuertes proporciones de manufacturas (productos de más valor), mientras los más pobres tienen una economía donde han aprovechado menos las ventas de la especialización y el intercambio. Por ejemplo el 50% de los 30 países más avanzados del mundo, son pequeños, muy abiertos y tienen una alta proporción de manufacturas en sus exportaciones. Mientras el 64% de los países más pobres, son pequeños pocos abiertos y con poca manufactura.
Y los países pequeños que han avanzado en los últimos 20 o 30 años (Nueva Zelandia, Irlanda, Taiwán, entre otros) han mostrando que la combinación de la especialización y el intercambio, con coherentes políticas estratégicas, permiten avanzar en la dirección del desarrollo.
La teoría de las ventajas comparativas brinda un robusto soporte para explicar esta relación. En síntesis, el principio de ventaja comparativa significa que los países prosperan, cuando aprovechan sus activos, focalizándose en lo que pueden producir mejor, para después intercambiarlo con los productos que otros países producen mejor (y que los países de baja productividad logran lo mismo especializándose en “lo hacen menos mal que otros”).
Ahora bien, hay que estar claros lo que dice y NO dice esta teoría (ver Rosa et al 1977):
1) La especialización y el libre comercio mejoran la riqueza de los países, incluso para un país que tiene niveles de productividad inferiores a los demás en todos los productos (esa diferencia es justamente la que justifica el comercio).
2) El país de más alta productividad es el país más rico con o sin comercio (porque la más alta productividad significa que produce más bienes y servicios en cada hora de trabajo). El comercio y la especialización permiten que ambos mejoren su situación en relación a la autarquía.
3) Las ganancias del intercambio son mayores para los países más pequeños porque aprovechan mejor las economías de escala y de intercambio.
4) Las ganancias del intercambio se pueden obtener cualquiera sea el sistema económico (de mercado o de planificación central) mientras se aplique el principio de las ventajas comparativas.
5) El mercado puede no adaptarse instantáneamente a la aplicación de las ventajas comparativas, porque existen imperfecciones en la competencia, o rezagos en la adaptación de la producción y la demanda a condiciones de entorno siempre cambiantes, o decisiones de ajuste de largo plazo no se realizan de la manera más fluida.
6) La teoría no nos dice que los salarios y los niveles de desarrollo de los países se igualan (esto solo sucede en el caso extremo en que las funciones de producción, las estructuras de demanda y las disponibilidades de factores son idénticas).
7) No nos dice nada respecto a la dinámica del proceso, no pretende dar las pautas del desarrollo, solo nos dice que en cada momento lo mejor es aprovechar las ventajas del comercio y la especialización. En el gráfico adjunto, el comercio permite el salto de A a B, pero no sabemos si la economía seguirá la ruta hacia D, C o F porque eso depende de una enorme cantidad de factores económicos, políticos y sociales del
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