Viñedos San Felipe

Viñedos San Felipe

Durante el mes de Diciembre del 2004, Estanislao y Rodrigo Navia De Montenegro, propietarios de una de las empresas más representativas de la industria vitivinícola chilena: Viñedos San Felipe, reunieron de forma extraordinaria al consejo de administración de la compañía para tratar asuntos de suma importancia que marcarían el destino de su operación de negocios en el ámbito internacional, el más importante de ellos, era el definir como debían incursionar en nuevos mercados, como respuesta a la creciente demanda de sus productos en el exterior y a los problemas macroeconómicos de algunos de sus actuales socios comerciales.

De 65 y 60 años respectivamente, Estanislao y Rodrigo habían manejado los viñedos por casi 30 años, los cuales pertenecían a la familia Navia desde hacía más de 4 generaciones, una grandiosa villa de 1300 hectáreas en el Valle de Itata, en la VIII región de Chile, donde producían Vino Tinto, exclusivamente, de la más alta calidad: San Felipe, un Cabernet Sauvignon galardonado 3 veces en la última década, Montenegro, un vino tinto tipo Merlot que gozaba de gran demanda en el exterior y, Valle de Itata Gran Reserva, un Malbec relativamente nuevo que iba ganando adeptos a pasos agigantados en el mercado nacional.

Inicialmente, allá por los años 80´s en ausencia del Malbec, la venta en el mercado nacional era la base de la operación del negocio del viñedo, posteriormente, en 1992, empezaron a exportar Cabernet Sauvignon específicamente a Argentina, país que por ser un gran productor y consumidor de carne de res de gran calidad, era un asiduo cliente de vino tinto, la exportación era relativamente sencilla, utilizando al puerto de Valparaíso como puente de comercio entre estas dos naciones; No obstante, la gran explosión en las exportaciones de la compañía sucedió poco después de la firma de Chile para un acuerdo sobre el tratado de libre comercio con Los Estados Unidos, esto originó grandes ventas por exportaciones para Viñedos San Felipe comercializando vinos tipo Merlot hacia los mercados de aquel país.

Todo marchaba razonablemente bien, Estanislao manejaba todo lo referente al cultivo de la uva y el proceso productivo, mientras que Rodrigo comandaba el área administrativa y financiera, sin embargo, el primer problema se suscitó cuando Argentina, su principal cliente, a finales del 99 cayó en una profunda recesión económica, la cual todos pensaron era pasajera, pero no sucedió así, del 2000 a la fecha sus exportaciones a este país habían disminuido un dramático 60%, y no había al momento señales de un arreglo en el corto plazo.

Existía una luz a final del túnel, el tratado comercial de Chile con la Comunidad Europea y sus estados miembros. Históricamente, la exportación a Europa del vino chileno había sido afectada por impuestos proteccionistas a la importación de este producto, en aras de proteger a los vinos europeos de la competencia chilena, no obstante, las platicas iniciadas

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